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El 11-M ahonda la brecha entre el PP y los sindicatos

Gallardón, Aguirre, Botella y Cifuentes critican la convocatoria de protestas laborales ese día El Gobierno regional y el Ayuntamiento traladan el homenaje institucional al lunes 12 El ministro de Justicia afirma que las manifestaciones están costando empleos e inversiones La alcaldesa carga contra quienes “provocan conflictos en la calle por réditos a corto plazo” UGT promete "sensibilidad y respeto" ante el enfado de dos asociaciones de víctimas

El Partido Popular ha rechazado hoy desde todas las Administraciones en las que gobierna en Madrid (es decir, desde todas) el anuncio de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT de manifestarse en contra de la política laboral del Gobierno central el próximo 11 de marzo, fecha en la que se conmemora la matanza terrorista que acabó con la vida de 191 personas en 2004. La alcaldesa, Ana Botella; el vicepresidente regional, Ignacio González; y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, han descalificado a los representantes de los trabajadores por una decisión que entienden que, en el mejor de los casos, demuestra falta de sensibilidad. En el mismo sentido se ha pronunciado Alberto Ruiz-Gallardón, regidor de la capital entre 2003 y 2011 y ahora ministro de Justicia. Dos asociaciones de víctimas se han unido a los reproches, mientras que el líder de UGT, Cándido Méndez, ha prometido “sensibilidad y respeto”. En todo caso, el Gobierno regional y el Ayuntamiento han decidido trasladar los homenajes institucionales al 12.

 "Que tengan la misma actitud exquisita que nosotros"

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella (Partido Popular), ha cargado con dureza esta mañana contra los sindicatos y, en general, contra aquellos que están “provocando conflictos en la calle” para obtener “réditos de todo tipo”. En su opinión, se trata de una estrategia irresponsable que “no va a beneficiar a nadie”. La regidora ha puesto especial énfasis en su crítica contra los representantes de los trabajadores por su “lamentable” decisión de elegir el próximo 11 de marzo para manifestarse contra la política del Gobierno central (Partido Popular), lo que en su opinión denota “una falta de sensibilidad” que “les [des]califica a ellos mismos”.

Hasta diciembre, con Alberto Ruiz-Gallardón (Partido Popular) como alcalde y Botella como figura clave del Gobierno municipal, el Ayuntamiento de Madrid se caracterizó, como la propia regidora ha señalado, por una actitud de respeto “exquisito” hacia los sindicatos. Los representantes de los trabajadores han tenido un papel activo en los sucesivos planes locales contra el desempleo; ese diálogo social, en opinión del actual vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, ha sido fundamental para que las cifras de paro en la ciudad hayan sido hasta ahora menos descarnadas que en el resto del país.

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ESPECIAL: El 11-M

Apenas unas horas antes de dejar el Ayuntamiento para convertirse en ministro de Justicia, Gallardón cerró con los sindicatos mayoritarios (Comisiones Obreras, UGT y CSI-CSIF) por medio de su delegado de Hacienda (y ahora subsecretario de Estado), Juan Bravo, un convenio que asegura la paz social durante los próximos cuatro años, fundamentado en la promesa municipal de evitar por todos los medios que haya despidos de funcionarios municipales.

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“Porque [nosotros] hemos sido exquisitos con los sindicatos, podemos pedirles que tengan esa misma actitud exquisita con determinadas fechas y con las víctimas, que han manifestado que no les parece apropiado que hagan manifestaciones en ese día”, ha recalcado esta mañana la alcaldesa en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno municipal. El 11 de marzo de 2004 murieron 191 personas en Madrid y más de 1.800 resultaron heridas a consecuencia de un atentado múltiple atribuido por la Audiencia Nacional a una célula islamista.

La "indignación" de dos asociaciones de víctimas

La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, ha calificado de “desfachatez” la elección de esta fecha por parte de los sindicatos, que a su juicio “intentan tapar” el homenaje a las víctimas “demostrando muy poco respeto” y “poca moral”. según ha confirmado Pedraza, su asociación no cambiará la fecha del homenaje, que seguirá siendo a las 12 del mediodía en el parque del Retiro. La presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Ángeles Domínguez, lo ha tachado de "incomprensible" e "indignante", según informa Efe. En cambio, la presidenta de la Asociación 11-M, Pilar Manjón, ha terciado: “No queremos ser más protagonistas de lo que lo fuimos en la historia en el año 2004, a partir de entonces se trata de una fecha en el calendario que unos llevan mejor y otros llevamos peor”.

Comisiones Obreras y UGT convocaron ayer nuevas manifestaciones contra la política laboral del Gobierno central (la primera se celebró el 19 de febrero y participaron cientos de miles de personas en todo el país) para los días 8 y 11 de marzo. La primera fecha coincide con la convalidación en el Parlamento (en el que el Partido Popular dispone de mayoría absoluta) del decreto-ley de la reforma laboral; el día 11 es el primer domingo tras ese trámite.

UGT promete "sensibilidad y respeto"

El 9 de marzo, estas dos centrales sindicales decidirán si organizan además una huelga general en contra de la reforma laboral, posiblemente el 29 de marzo. Botella ha criticado con dureza que los sindicatos estén siendo, en su opinión, “muy activos ahora”, y ha mostrado su “extrañeza” y “asombro” porque no haya habido “estas manifestaciones que están moviendo la calle durante los últimos cuatro años de destrucción de empleo permanente”. Comisiones Obreras y UGT encabezaron una huelga general contra el anterior Gobierno (PSOE) el 29 de septiembre de 2010, para protestar con su última reforma laboral, aprobada, como en esta ocasión, sin el acuerdo con los agentes sociales.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha admitido que, “efectivamente, en el caso de la ciudad de Madrid se produce esa coincidencia” con el homenaje a las víctimas del atentado, y los sindicatos “lo van a tener en cuenta y van a demostrar toda la sensibilidad y respeto”, informa Efe.

El secretario general de CCOO de Madrid, Javier López, ha tildado de "bastardo e hipócrita" el intento de algunos dirigentes políticos de mezclar el recuerdo de las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 con la movilización convocada en toda España en contra de la reforma laboral.

La "extrañeza y asombro" de Botella

“Estamos en un momento lo suficientemente complicado como para que los sindicatos no organicen unas manifestaciones que no van a beneficiar a nadie. Hay que saber lo que nos jugamos. Es lamentable que ahora estén movilizando a la gente”, ha añadido Botella, que considera que “el papel [de los representantes de los trabajadores] es ahora menor de lo que era antes” por el desgaste que les ha supuesto su estrategia de los últimos años.

“No creo que en este momento estemos para provocar conflictos en la calle. Nos jugamos demasiado como para saber que tenemos que trabajar todos juntos para solucionar la situación económica. Que se pregunten los que los están provocando si es el momento adecuado. Me gustaría que todo el mundo fuera lo suficientemente responsable como para no pensar en unos réditos de cualquier tipo a corto plazo, como para pensar a largo plazo”, ha concluido.

Gallardón: "Probablemente ha costado muchos puestos"

Gallardón, por su parte, ha pedido también esta mañana a los sindicatos que reconsideren su decisión de manifestarse ese día, lo que en su opinión denotaría “una insensibilidad muy difícil de comprender”. “No es un día ni para confundir ni para hacer cosa distinta que no sea esa obligación de recordar a las víctimas del 11-M", ha asegurado en una entrevista en Onda Cero. El ministro confía, según ha dicho, en que “haya alguien dentro de las centrales sindicales con la suficiente sensibilidad como para someter a reconsideración la utilización de esta fecha”.

El ministro ha afirmado además que las imágenes de los episodios violentos durante las protestas de las pasadas horas en Barcelona “han hecho mucho daño” y “probablemente habrán costado muchos puestos de trabajo y muchas inversiones” por su impacto en el resto del mundo. “El Gobierno hace una llamada a la responsabilidad”, ha añadido, aunque también ha reconocido que los episodios violentos se deben a “grupos antisistema y violentos” infiltrados en las protestas que “lo único que buscan es el desconcierto de la violencia por la violencia y utilizar esas marchas para hacer una perversión de su discurso y para causar un daño muy grande”.

Cifuentes: "Hay muchos días para reivindicaciones"

Respecto a la posibilidad de que el Ejecutivo central tome medidas para evitar las protestas previstas para el 11 de marzo, la alcaldesa ha dejado el asunto en manos del Ministerio del Interior y de la Delegación del Gobierno. “Nosotros no vamos a recomendar nada, el tema del orden público corresponde al Ministerio. Siempre apoyamos a la Delegación del Gobierno pero nunca le haremos recomendaciones”, ha zanjado Botella.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes (Partido Popular), ha coincidido en que el día 11 debería consagrarse “íntegramente” a homenajear a las víctimas del atentado, y no para “reivindicaciones laborales o sociales”, para las que hay “muchos otros días”, según informa Efe. En cualquier caso, ha asegurado que se seguirán los cauces legales habituales para otorgar los permisos correspondientes.

González: "Es absolutamente impresentable"

Bien entrada ya la mañana, la Comunidad de Madrid (Partido Popular) ha propuesto un cambio de fecha para el homenaje a las víctimas del atentado, al que horas después se ha unido el Ayuntamiento de la capital. El vicepresidente regional, Ignacio González, ha confirmado el ofrecimiento realizado a la Asociación de Víctimas del 11-M (que se ha mostrado “favorable”, según ha dicho). Así que, “casi con toda seguridad”, el acto se trasladará al 12 de marzo, ha indicado el portavoz del Gobierno de Esperanza Aguirre. La consejera de Presidencia y Justicia, Regina Plañiol, lo ha confirmado por la tarde, lamentando que los sindicatos quieran hacer un "uso partidista" de la jornada.

Por la mañana, González ha considerado “absolutamente inaceptable e impresentable” la elección del día 11 por parte de los sindicatos, lo que a su juicio “pone de manifiesto el grado de deterioro” de las centrales, a las que acusa además de seguir una estrategia “de la confrontación por la confrontación”, y de “querer utilizar a las víctima para su estrategia sindical”. “Es una indignidad”, ha añadido.

En su opinión, los representantes de los trabajadores mantienen un “planteamiento exclusivamente político” contra el Gobierno central. Así, el cambio de fecha en el homenaje a las víctimas tendría como objeto “evitar esta manipulación”. González ha recordado además la “instrumentalización” que, a su juicio, hizo el Partido Socialista de Madrid del homenaje a las víctimas en 2009, cuando el secretario regional Tomás Gómez“ se negó expresamente a venir a los actos institucionales, interponiendo sus intereses políticos”. La oposición acudió a un acto alternativo.

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