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El PP se queda solo en las Juntas alavesas en su rechazo al cierre de Garoña

El PNV califica como “jaimitada” las críticas de Oyarzábal

Algunos manifestantes protestan contra la central nuclear de Garoña la semana pasada, coincidiendo con la inauguración de la Torre Iberdrola.
Algunos manifestantes protestan contra la central nuclear de Garoña la semana pasada, coincidiendo con la inauguración de la Torre Iberdrola.LUIS ALBERTO GARCÍA

El PP clarificó ayer en el pleno de las Juntas Generales alavesas su postura en torno al cierre de la central nuclear burgalesa de Garoña. La posición sigue siendo la misma: sí a su continuidad, la misma postura del Gobierno central. Los populares evitaron así avalar y dejaron como posturas personales las reticencias al respecto mostradas tanto por el diputado general, Javier de Andrés, como, sobre todo, por el alcalde de Vitoria, Javier Maroto. Este último mostró públicamente su contrariedad después de que el ministro de Industria, José Manuel Soria, anunciase la ampliación de la vida útil de la central hasta 2019.

“Veremos su verdadera opinión y su verdadero peso en el seno de su partido”, aventuró la portavoz socialista en las Juntas, Cristina González, en referencia al diputado general. El debate dejó claro que se trata de posturas individuales, ya que el grupo popular votó en contra de las dos mociones que se aprobaron ayer — una del PSE y otra del PNV y Bildu— para exigir el cierre de la central. Ambas salieron adelante al quedar el PP en minoría.

Mientras los socialistas pedían “cerrar lo antes posible” la central y que sus residuos sean los primeros en ser trasladados al cementerio nuclear de Villar de Cañas, la moción de Bildu y PNV, idéntica a la planteada en el Ayuntamiento vitoriano, exige una reunión con el ministro de Industria para solicitar el cierre “inmediato” de Garoña e incluso plantea que el equipo de Gobierno incorpore a la fachada de la Diputación un rótulo con el lema “Garoña cierre 2013”.

“Todos los intentos del diputado general de nadar en dos aguas, usted los deja claros”, apuntó Ramiro González, portavoz del PNV, al popular Santiago Abascal.

Este último censuró las posturas alarmistas, señaló que no hay “ningún impedimento” para prolongar la vida útil de la central desde criterios de seguridad y apuntó que Alemania, que anunció el cierre de sus centrales tras el desastre de Fukushima, “ha vuelto a reabrir cinco”.

González tildó de “jaimitada” la crítica lanzada por el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, quien recientemente sostuvo que el PNV podría cerrar la central a través de sus consejeros de Kutxabank, argumento que los socialistas tildaron de “muy demagógico”. Kutxabank tieen presencias en el capital de Iberdorla, uno de los dueños de la central.

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