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Botella lanza un programa piloto para incluir a voluntarios en las bibliotecas

Los colaboradores trabajarán “varias horas a la semana” para “complementar” a los funcionarios El programa piloto se pondrá en marcha en dos centros y durará seis meses

Imagen de la biblioteca pública Ángel González, en La Latina.
Imagen de la biblioteca pública Ángel González, en La Latina.AYUNTAMIENTO DE MADRID

La concejalía madrileña de Las Artes sigue atrapada en el embrollo político que originó en enero por su concepción de cuál debe ser la labor de los voluntarios en las instalaciones municipales, un follón en el que se lió incluso la propia alcaldesa, Ana Botella. Esta mañana, Las Artes ha intentado pasar página de nuevo, pero de nuevo con una calculada ambigüedad en sus aclaraciones y una andanada más contra los mensajeros. Además, ha anunciado un programa piloto para poner en marcha este nuevo modelo de colaboración ciudadana.

El 25 de enero, el delegado de Las Artes, Fernando Villalonga, desveló que hay tres bibliotecas en Madrid construidas y con libros que no podrán abrir hasta dentro de medio año al menos por falta de personal municipal. “Allí donde la Administración no llegue, pedimos la colaboración ciudadana”, aseguró durante la visita a un futuro centro en Carabanchel.

El 26 de enero, Ana Botella, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno municipal, pidió “la implicación y colaboración” de los madrileños para, “ante la situación excepcional que vivimos”, por la crisis económica y las estrecheces presupuestarias del Ayuntamiento, “sacar adelante” una serie “infinita” de “espacios públicos”. Se refería, según precisaron después fuentes municipales, a centros sociales y culturales, no a servicios especializados. Ese día, Botella añadió: “Hemos tenido la suerte de, con los recursos de los madrileños, tener una serie de infraestructuras; ahora tenemos que ser capaces de que tengan una utilidad. Me niego a pensar que no puedan abrir porque no haya personas voluntarias para ponerlas en marcha”.

Desde entonces hasta hoy mismo, el Gobierno municipal ha insistido en que, como se deducía de estas palabras, no sustituirá a trabajadores municipales por voluntarios que trabajen gratuitamente, algo que, por otra parte, prohíbe la ley. La directora general de Archivos, Museos y Bibliotecas, Belén Martínez Díaz, ha repetido que eso “nunca ha planteado” en la comisión municipal del área celebrada esta mañana.

Pese a que el propio Villalonga estaba presente y podría perfectamente haber tomado la palabra para explicarse, ha sido Martínez Díaz quien ha leído un fragmento de lo que el delegado dijo el 25 de enero: “Hay sistema novedosos de gestión de los recursos públicos, y eso no significa privatizar. Lo que nos falte, intentaremos complementarlo con voluntarios. No estoy diciendo que el núcleo sea voluntarios, serán expertos, pero tenemos que buscar formulas creativas”.

Es decir, en ningún momento se niega que, gracias al trabajo de los voluntarios, se puedan abrir centros públicos que ahora están paralizados por la falta de personal, como dijo la alcaldesa. Y en ningún momento se niega que esos voluntarios vayan a realizar de forma gratuita trabajos que antes llevaban a cabo trabajadores municipales. Lo único que ha asegurado Martínez Díaz es que las tareas fundamentales del centro, “su tutela y los criterios técnicos de gestión”, “siempre correrán a cargo de funcionarios”.

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Este nuevo modelo se probará con “un proyecto piloto de seis meses” a partir de marzo o abril en las bibliotecas de Iván de Vargas (en el distrito Centro) y Ángel González (en Latina). En ellas, los voluntarios “colaborarán unas horas a la semana” en tareas que “complementen” la labor de los funcionarios. En este proyecto, son: “Colaborar en la información de recursos culturales, servicios de apoyo cultural a domicilio para mayores y discapacitados, apoyo en actividades culturales y de formación, talleres culturales e infantiles, y otras tareas”.

El concejal de Unión Progreso y Democracia Jaime Berenguer, que había inquirido al Gobierno local sobre esta cuestión en la comisión, ha denunciado la indefinición en las labores que asumirán los voluntarios y en los motivos por los que se busca si ayuda. “A mí me da la impresión de que es por el dinero, quieren reducir el presupuesto y se han dicho, vamos a tirar de voluntarios. Y ese globo sonda les ha estallado en la cara”.

Martínez Díaz ha concluido su intervención con una queja sobre la forma en que los medios de comunicación han trasladado esta cuestión, haciendo, en su opinión, un interpretación “muy peculiar” de las palabras textuales de los responsables municipales de la que ha dicho no poder hacerse cargo.

Ha apostado además por ejercer “una política cultural más abierta y participativa”, en referencia a sus predecesores en esta área, también del Partido Popular (que gobierna la ciudad de forma ininterrumpida y con mayoría absoluta desde 1991).

Alberto Ruiz Gallardón ganó las elecciones municipales en Madrid por tercera vez consecutiva en mayo de 2011, y nombró delegada de Las Artes a Alicia Moreno (que no pertenece al PP e incluso ha mostrado ideas políticas contrarias a la ideología de este partido). Ya había sido su consejera de Cultura en la Comunidad de Madrid cuando él era presidente autonómico (1995-2003), entre los años 1999 y 2001.

Cuando Gallardón ganó la alcaldía por primera vez, en 2003, la nombró delegada de Las Artes, puesto que ocupó ocho años. El pasado mes de diciembre, Gallardón dejó el cargo de regidor para ser ministro de Justicia. La nueva alcaldesa, Ana Botella, prescindió de Moreno y nombró en su lugar a Villalonga, hasta entonces cónsul general de España en Nueva York.

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