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Valerón juega sobre el papel

El jugador del Dépor cofirma un libro sobre como interpretar el fútbol de ataque

Valerón (derecha) habla con Javier Lavandeira. Ambos firman el libro El entrenamiento del fútbol ofensivo.
Valerón (derecha) habla con Javier Lavandeira. Ambos firman el libro El entrenamiento del fútbol ofensivo.

Algo empieza a cambiar en el fútbol, durante bastante tiempo entorno refractario a que sus técnicos compartieran conocimiento al estilo de los clinics del baloncesto o incluso del fútbol-sala. Crece, sin embargo, una corriente de entrenadores que hacen bandera de la formación contínua y del intercambio de experiencias. Proliferan también las publicaciones de consulta, los blogs, el debate. “Queremos ayudar a que el fútbol siga siendo un deporte vistoso”, resume Juan Carlos Valerón.

Sobre su contribución dentro del campo a ese fin no caben excesivas dudas, pero todavía en activo como pieza angular del Deportivo empieza a prodigarse en otros escenarios, uno de ellos. El entrenamiento del fútbol ofensivo, libro que firma junto a Javier Lavandeira, profesor de la Escuela de Entrenadores del Deportivo, una iniciativa modesta que supera expectativas de venta en un boca a boca que se ha transmitido a través de canales convencionales, pero también por las redes sociales. “No quisimos hacer una obra dogmática sino algo que sirva como ayuda a la reflexión”, explican los autores del volumen.

Lavadeira y Valerón forjaron su relación durante el tiempo en el que el mediapunta canario penó dos años lesionado en su rodilla izquierda. Fue cuando el Deportivo puso en marcha una iniciativa que entonces era única en España, una escuela de entrenadores. Valerón formó parte de la primera promoción y allí conoció a Lavandeira, profesor de táctica que entrenaba además el juvenil B blanquiazul. Al acabar la parte teórica preguntó si podía realizar las prácticas con él. Comenzó entonces una relación que acabó trascendiendo a la amistad, a cientos de horas de conversación sobre una pasión que comparten no sólo por escrito sino de palabra: hoy estarán en Ourense a partir de las ocho y media de la tarde en los bajos de la grada de Preferencia del estadio de O Couto, en un acto auspiciado por la asociación de entrenadores de fútbol O Afiador. Antes ya acudieron a Ponferrada. “Tampoco queremos hacer muchas salidas”, explica Lavandeira, “pero ese tipo de reuniones nos aportan porque, tras una breve introducción del libro, todo el tiempo se dedica a que la gente comente, a dialogar sobre nuestro deporte”.

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El libro expresa un ideario que se distancia de quienes consideran el fútbol un espacio dictatorial y testosterónico. “Nos gusta entrenar para hacer pensar a los jugadores, explican los autores, que defienden a aquellos técnicos que ofrecen herramientas o tareas que propicien que sus futbolistas se expresen, no a aquellos que las imponen”. En esa línea Valerón ofrece alguna perla: “Estudia bien las posibilidades que te ofrece una plantilla y luego decide la mecánica de juego”; “el talento no es sólo técnico sino interpretativo” o “el orden no es un laberinto por el que moverse sin posibilidad de cambio, sino todo lo contrario”.

El futbolista del Deportivo firma un capítulo en el que deja retazos de su manera de entender el juego. “La calidad se confunde con el juego bonito y vistoso, pero en mi opinión tener calidad es tener categoría”, sostiene. Y alude al centrocampista brasileño Mauro Silva para reforzar esa idea. “A Juan Carlos le preocupa que los equipos tengan talento y orden”, corrobora Lavandeira, que justifica el título del libro por la necesidad de concretar y no dispersar información, pero advierte que de sus charlas con Valerón no nace la idea de dividir el fútbol en una fase ofensiva y en otra defensiva. “Lo importante radica en las transiciones entre ambas”, recalca. Hacía ahí, donde por ejemplo el Barcelona ha sublimado el trabajo justo en el tiempo que transcurre entre que pierde la posesión y la recupera, miran Lavandeira y Valerón en buena parte de las reflexiones de una obra nada enciclopédica (apenas 90 páginas), pero sí concreta y enfocada hacia entrenadores o quienes sientan curiosidad por acercarse al fútbol más allá de su epidermis.

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“Queríamos hacer algo práctico, sencillo y funcional. En el prólogo ya advertimos que no hacemos grandes análisis”. Dice Lavandeira, sin equipo ésta temporada, tras hacer campeón gallego en la anterior al Infantil A del Deportivo, que todo esta peripecia le aporta un plus en su capacidad profesional. Las charlas, el blog (www.futbolofensivo.com) en el que abre un espacio para otros técnicosy desafía esa tradición desconfiada de muchos de sus colegas. “Algunos me preguntan por qué lo hago y yo contesto que nadie tiene la receta mágica, que todo se puede copiar, es cierto, pero lo que importa es como llevarlo a la práctica”. Por eso cuando se vió con tiempo pensó en volcarse en un libro y llamó a su amigo: “Juan Carlos, ¿puedes ayudarme?”. Fue entonces cuando se topó con el Valerón más auténtico. “No sé si sabré”, le contestó el genio de Arguineguín.

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