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Los 300 de Beiras

Los Irmandiños que abandonan el Bloque son 300 militantes sin apenas representación institucional

Noriega y Beiras, cantando el himno, el domingo, en su asamblea
Noriega y Beiras, cantando el himno, el domingo, en su asambleaÓSCAR CORRAL

Tras el ultimátum de la UPG para que abandonen sus cargos institucionales, los responsables del Encontro Irmandiño se afanaban ayer —a petición de la prensa— en hacer recuento del número de concejales suyos que concurrieron en las municipales del mayo bajo candidaturas del BNG. Aparte del viceportavoz de esta corriente y uno de sus referentes más visibles, el alcalde de Teo, Martiño Noriega, se sabe que el regidor de Manzaneda, David Rodríguez, empatiza con la corriente de Beiras. Pero poco más: entre los más de 300 militantes que aglutina no hay diputados en el Parlamento ni más representación que un puñado de ediles esparcidos por la geografía gallega.

A diferencia de la UPG, partido mayoritario desde siempre en el BNG —aunque por estrecho margen en la última asamblea donde Alternativa pola Unidade, su marca, acumuló el 53% de los votos, frente al 47% que sumó la alianza de Máis Galiza y Encontro Irmandiño— y una fuerza muy organizada, la formación que lidera el histórico Xosé Manuel Beiras surgió como corriente interna y sus líderes siempre se interesaron más por el debate ideológico que por reforzar sus estructuras para configurarse como partido independiente. De hecho, no fue hasta hace un año, en la duodécima asamblea, cuando se constituyeron con siglas propias para pedir más respeto de la formación nacionalista a las minorías.

De hecho, fuentes de la UGP recordaban ayer que sus dirigentes “nunca solicitaron el alta como colectivo dentro del Bloque”. De acuerdo con esta tesis, serán los militantes de Encontro Irmandiño los que a título individual, uno a uno. deben reclamar ser dados de baja en la organización frentista.

La escisión fortalece temporalmente la posición de sus socios de Máis Galiza, capitaneados por Carlos Aymerich y con los que concurrieron al cónclave de hace dos semanas. Mais Galiza hereda los tres puestos del Encontro Irmandiño en la Executiva Nacional, el máximo órgano del BNG entre asambleas, y también el 40% de los 23 puestos que le correspondían en el Consello Nacional y que ahora serán monopolio de la formación de Aymerich.

Máis Galiza se hace con los puestos del Encontro Irmandiño en Consello Nacional y Executiva

Aunque el reparto de algunos cargos en la Ejecutiva se habían pospuesto hace una semana a petición del propio Beiras quien se negó a aceptar ninguna responsabilidad antes de decidir sobre su continuidad en el frente, ayer la dirección optó por cubrir las vacantes. No hubo sorpresas y los puestos relevantes recayeron en personas de la UPG, Francisco García y Montse Prado.

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A diferencia de lo que sucedió hace siete días, la cúpula del BNG optó por no esperar a ver lo que decide Máis Galiza en su asamblea en la segunda semana de marzo.

Ayer, una de sus representantes, la recién nombrada viceportavoz parlamentaria, Ana Luísa Bouza, se cuidó de explicar que la presencia de su jefe de filas, Carlos Aymerich, en la reunión de Encontro Irmandiño, fue a título personal y que su abrazo a Beiras ante los irmandiños fue un saludo entre amigos. Trataba de disipar cualquier conclusión apresurada sobre otra posible escisión en las filas nacionalistas. Porque según repiten en Máis Galiza el abandono no está decidido.

Puy (PP): “La alternativa a Feijóo es ahora un tripartito”

EP

La quiebra del BNG y la fragmentación interna por el control orgánico del PSOE deja despejado el camino hacia las próximas autonómicas al PP. Al menos así lo entiende el portavoz parlamentario de los populares, Pedro Puy, que ayer lanzó un aviso a la ciudadanía: “La alternativa [al PP] ya no sería un bipartito, sino un tripartito o un cuatripartito", sentenció. Puy aprovechó para explicar que “ninguna” de estas dos formaciones hicieron bien los deberes tras la pérdida del Gobierno autonómico. Y, frente a ello, reivindicó “las cosas bien hechas en un periodo razonable de seis meses” por su partido en la sucesión de Fraga del que salió el nuevo liderazgo de Feijóo, que trabajó el resto de la legislatura hasta “merecer el apoyo ciudadano”.

Mientras Puy conmina a las dos fuerzas de oposición a “trabajar con más seriedad”, el portavoz parlamentario del PSOE, Abel Losada, apela a la “responsabilidad” de “todos los partidos de izquierda y todas las fuerzas progresistas” para ofrecer respuestas a la sociedad gallega y especialmente a las “personas más necesitadas” en “un momento difícil”. Losada cree que existe un “riesgo objetivo y real de ruptura de la cohesión social” y considera que ante esta situación, la izquierda gallega está obligada a dar respuestas a los problemas de los ciudadanos.

Contrariamente al análisis de Puy, el socialista se muestra convencido de que las personas con mas dificultades “solo tienen a la izquierda para salir de esa situación”.

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