_
_
_
_
_

La inversión verde se queda en el aire

La moratoria decretada por el Gobierno genera incertidumbre en el sector de las renovables La Junta estima que 264 nuevas instalaciones pueden verse afectadas

Manuel Planelles
Parque eólico instalado en la comarca gaditana de La Janda.
Parque eólico instalado en la comarca gaditana de La Janda.GARCÍA CORDERO

Mariano Barroso, presidente la Asociación de Promotores y Productores de Energías Renovables de Andalucía (Aprean), lanza dos preguntas al Ministerio de Industria, Energía y Turismo: “¿Ahora qué hacemos los productores? y ¿hasta cuándo durará la moratoria?”

El sector de las energías renovables lleva dos semanas envuelto en la incertidumbre. El real decreto ley 1/2012, que el Gobierno central aprobó el 27 de enero, ha paralizado las primas que deberían cobrar las nuevas centrales eléctricas de régimen especial: eólicas, fotovoltaicas, termosolares, biomasa, cogeneración, hidráulicas y las que generan energía a partir de residuos. El decreto suspende la incorporación de más instalaciones en el registro de preasignación de retribución, el sistema por el que las empresas de renovables recibían los incentivos económicos que les han permitido funcionar y expandirse en los últimos años. “Se han precipitado de forma alarmante”, sostiene Barroso respecto a la moratoria, que el Gobierno ha justificado en la necesidad de reducir el déficit de tarifa.

Renovables

Un tercio de la energía que se consume proviene de las energías renovables. Andalucía es la región de España que más energía produce a través de las tecnologías solar térmica de baja temperatura, termosolar y biomasa.

La moratoria del Gobierno, según la Junta, afectará a 264 instalaciones que estaba previsto que se levantaran en 137 municipios. Esas nuevas plantas “supondrían más de 14.700 millones de inversión y más de 51.000 empleos directos”.

La provincia más afectada sería Sevilla, donde se ubicarían 68 de las 264 plantas.

Más información
El Gobierno decreta un parón en las renovables para taponar el déficit

Este parón de las renovables ha dejado colgados un buen número de futuros proyectos en la comunidad. Se desconoce cuándo volverá el ministerio a abrir los registros de preasignación, si es que se abren de nuevo. En el sector reconocen que es complicado hacer una estimación económica del impacto de este decreto. La Consejería de Economía, Innovación y Ciencia sí maneja cifras. “El decreto aprobado por el Gobierno de España afecta a 264 instalaciones situadas en 137 municipios andaluces, que permitirían incorporar más de 5.300 megavatios de potencia obtenida de fuentes renovables, que supondrían más de 14.700 millones de inversión y que generarían más de 51.000 empleos directos (construcción y mantenimiento)”, señala el departamento de Antonio Ávila. Esos 264 proyectos son los que están “priorizados” ya por la Administración autónoma para el horizonte 2020.

Hasta ahora, las instalaciones de régimen especial tenían que pasar dos filtros administrativos. Las comunidades autónomas hacían una primera criba a través de los “concursos de priorización”. Pero era el Gobierno central el que daba el último visto bueno a través de la inscripción de los proyectos en el registro preasignación de retribución, que ahora se ha cerrado a nuevas incorporaciones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La entrada en este registro era lo que permitía que las empresas recibieran los incentivos, que servían para hacer rentables los proyectos y como aval para las inversiones externas en esas instalaciones, explica la secretaría general de Desarrollo Industrial y Energético de la Junta. Pero, además, la inscripción en el registro concedía a las instalaciones de renovables “prioridad” a la hora de conectarse a la red, lo que les aseguraba que la energía que generan sería adquirida por las distribuidoras.

Uno de los últimos concursos que se han quedado colgados en Andalucía ha sido el de energía eólica, por el que la Junta “priorizó” la instalación de 1.194 megavatios a través de 57 parques, en los que participarían 17 promotores. En este momento, esos proyectos están paralizados, ya que no pueden inscribirse en el registro de preasignación y acceder al sistema de primas.

Entre los promotores de estos 57 parques eólicos está Magtel, uno de los referentes del sector de las renovables. Esta empresa estima que unos 330 megavatios eólicos que tenía previsto instalar en Andalucía y Extremadura “quedan pendientes de la concreción de esta moratoria del ministerio”. “Confiamos en que el periodo de moratoria se concrete y sea lo más breve posible”, señala Magtel, que reconoce que el frenazo les obliga a modificar sus “estrategias de desarrollo y las expectativas de exportar” su “experiencia a otros países”. “Un cambio de las reglas de juego a mitad de la partida, no beneficia a nadie”, añade la compañía.

Con todo, también hay en el sector quien todavía mantiene la calma. “A la termosolar no le afecta de inmediato”, señala Valeriano Ruiz, presidente de la Asociación Española de la Industria Solar Térmica, quien recalca que las centrales que están ya en funcionamiento no se verán afectadas. “Es más un problema de futuro”, añade. Y todo dependerá del tiempo que dure la moratoria de las energías verdes.

Foret cierra su fábrica de Huelva

LUCÍA VALLELLANO, Huelva

La suspensión de las primas para las energías renovables aprobada por el Gobierno ha supuesto “un factor determinante” en la ruptura de las negociaciones entre la empresa Fertinagro (filial del grupo Tervalis) y Foret, empresa dedicada a la fabricación de fertilizantes del Polo Químico onubense. Fertinagro, que planeaba aplicar un nuevo proyecto industrial en las instalaciones de Foret, calculó que el proyecto, sin esas ayudas, resultaba “inviable desde el punto de vista económico”, aseguraron fuentes de la empresa. En la quiebra de las negociaciones también han pesado otros elementos en los que ambas compañías no alcanzaban acuerdo, como el asunto de la descontaminación del espacio industrial.

El delegado del gobierno andaluz en Huelva, Manuel Alfonso Jiménez, señaló que Fertinagro dispondría de una planta propia de cogeneración de energía para autoabastecerse. La supresión de las primas comportaría que la empresa tuviera que asumir unos costes que no hacen rentable la iniciativa porque incurriría en “pérdidas millonarias”. Manuel Alfonso Jiménez lamentó que las negociaciones se hayan roto después de estar “tan cerca” del acuerdo final. Pero precisó que, si bien “las cuestiones jurídicas”, que estaban suponiendo en escollo en la negociación, “se hubieran solventado”, no así las económicas, que resultan “insalvables”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_