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Los socialistas denuncian que los centros elegirán a los alumnos y no al revés

Los cambios en los criterios de admisión evitarán “la picaresca”, según la consejera Los sindicatos critican que "favorece la segregación" La concertada aplaude un cambio que "ayuda a la igualdad"

Aguirre y Figar, durante la inauguración del centro Vicente Ferrer, en San Sebastián de los Reyes, para alumnos con discapacidades.
Aguirre y Figar, durante la inauguración del centro Vicente Ferrer, en San Sebastián de los Reyes, para alumnos con discapacidades.COMUNIDAD DE MADRID

El cambio radical que va a sufrir el proceso de admisión de alumnos en los centros públicos y concertados de la Comunidad de Madrid a partir del curso que viene va a hacer que surjan "guetos", ya que serán "los centros los que escojan a las familias" y no al revés. Esta es la opinión de los socialistas madrileños, expresada por el diputado Eusebio González, que cree que el nuevo sistema "va a crear guetos". Para los sindicatos UGT y CC OO, la medida "favorece la segregación, la desigualdad social y beneficia a los centros concertados". Las patronales de centros concertados consideran que "favorece la igualdad de oportunidades".

Los nuevos criterios de baremación se pondrán en marcha a partir de abril para más de un millón de estudiantes, según anunció ayer Educación, e implican un aumento en la puntuación por tener hermanos en el centro o modificar la nota por cercanía del centro escolar al domicilio o al trabajo. A juicio del parlamentario socialista, es una "aberración administrativa", que desde el punto de vista educativo y pedagógico sólo dañará a los más débiles". Además, critican que se haya tomado "sin ningún consenso con la comunidad educativa" y ha opinado que "perjudicará la conciliación familiar e impedirá la estabilidad de la mayoría de las familias en la comunidad".

Una medida que introducirá "desorden"

"Entendemos que no es más que una distracción de Aguirre por lo que sucedió ayer: una gran manifestación de sus trabajadores contra las políticas" que lleva cabo, ha considerado el socialista. Para el secretario de Enseñanza de CC OO de Madrid, Francisco García, la medida introducirá "desorden" en la red de escuelas públicas pues no garantiza plaza "al 80% de las familias que prefieren llevar a sus hijos a colegios próximos a su casa". UGT-Madrid considera que no se tienen en cuenta los criterios de integración y de cohesión social, ya que se potenciará que los alumnos "salgan de su entorno". También "rompe los principios de equidad e igualdad" que deben primar en el sistema educativo.

La consejera de Educación y Empleo, Lucía Figar, considera que se evita “la picaresca” por parte de las familias. La consejera ha respondido, en una entrevista en Onda Madrid, sobre si el cambio de baremación va a permitir que haya menos "fraude" por parte de las familias. Existen casos de centros concertados, según Educación, que contratan médicos para verificar los certificados médicos de alumnos celíacos (cuyo punto se elimina a partir del curso que viene) o familias que contratan detectives privados.

Figar insiste en el argumentario que empleó la Aguirre al lanzar esta propuesta de cambio de baremación en la campaña electoral. La modificación persigue "fundamentalmente" el garantizar "la libertad de elección" a las familias a la hora de elegir el centro que quieren para sus hijos. Educación colgará en los próximos días en la web oficial de la Comunidad de Madrid (www.madrid.org) la información sobre el nuevo proceso de admisión, que arranca tras las vacaciones de Semana Santa. "Se trata de cumplir un compromiso electoral para que las familias puedan elegir colegios sin verse delimitadas estrictamente por el barrio donde viven", ha apuntado Figar. Según estimaciones de la consejería, el 80% de las familias eligen el colegio más cercano a sus viviendas.

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"Autobuses para los que busquen un centro lejos"

La zonificación se elimina en dos cursos, es decir, todos los alumnos madrileños tendrán la misma puntuación por residencia. De momento, se simplifican las zonas de influencia de 164 de los 179 municipios madrileños. "Entre zonas de influencia, zonas limítrofes y el resto de zonas en Madrid había un enjambre de fronteras de cerca de 2.000 zonas. Eso se va a reducir significativamente", señala Figar. La propia Esperanza Aguirre ha defendido la medida y ha explicado que la zona única de escolarización que se persigue "no penalizar" a las familias que viven lejos del colegio que quieren para sus hijos. "Estamos decididos a que los padres tengan la libertad de elegir a qué colegios quieren llevar a sus hijos, y por lo tanto, si alguien no tiene fortuna para poder vivir cerca del colegio al que le gustaría llevar a sus hijos no tiene por qué verse penalizado", ha señalado.

Con Aguirre y Figar está la organización de Escuelas Católicas Madrileñas, representantes de centros concertados religiosos, que opinan que favorecen el derecho a la libertad de enseñanza y eliminan el "condicionamiento y la determinación" del tipo de alumnado del sistema actual.

La Confederación Española de Centros de Enseñanza (CEC) Madrid -patronal de colegios privados y concertados- también apoya la reforma-, al entender que "se incrementa la libertad de elección de las familias y la igualdad de oportunidades" y que representa un "notable avance" que se refuerce la puntuación por tener hermanos matriculados en el centro. Para el sindicato de enseñanza ANPE-Madrid, la medida refuerza la elección de centro con "criterios de máxima objetividad, sin discriminación alguna" y garantiza "de forma efectiva la igualdad de oportunidades para todos". Este sindicato estima que el nivel de renta es un criterio "muy sensible" pero "no debe ser determinante para la elección de un centro sostenido con fondos públicos".

Ni a favor ni en contra se ha manifestado UPyD. "En principio no nos parece mal, pero hay que ver su concreción", ha opinado su portavoz adjunto en la Asamblea, Ramón Marcos. A renglón seguido, ha afirmado que esperan "que haya autobús, transporte y comida para aquellos alumnos que desde su domicilio se quieran desplazar a otro colegio". "Sólo será útil si beneficia a los más humildes", ha concluido.

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