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Los directores de colegio se niegan a cerrar el presupuesto sin cobrar 2011

La Consejería de Educación insiste en que abonará la deuda a lo largo de 2012

Padres, alumnos y profesores del colegio público Cervantes de Godella, ayer, en la protesta contra los recortes del Consell.
Padres, alumnos y profesores del colegio público Cervantes de Godella, ayer, en la protesta contra los recortes del Consell.

Los Presupuestos de la Generalitat se hacen, técnicamente, para cumplirse. Pero no ha sido así. Los fondos presupuestados en 2011 y aprobados en las Cortes para financiar los gastos de funcionamiento de la enseñanza pública y de la concertada ni están ni han llegado a los colegios e institutos. Ante esta situación, los directores de las escuelas públicas rechazan tener que cerrar el ejercicio del año pasado en “números rojos”, como autorizó la semana pasada la nueva consejera, María José Catalá.

“Nos negamos a presentar el presupuesto de 2011 hasta que no se pague lo que se debe”, anunció ayer la Permanente de Directores de Infantil y Primaria de la provincia de Valencia (AVDIP), ante la deuda aún pendiente de la Generalitat de los gastos del último cuatrimestre de 2011 y de las ayudas del comedor escolar.

En protesta por esta situación que está “asfixiando el funcionamiento normal” de los centros —lo que les ha obligado a dejar de pagar a los proveedores y algunos han sufrido hasta cortes del suministro de agua y de la luz— los directores de la provincia de Valencia realizarán mañana miércoles “una entrega masiva del balance económico de cada centro y de los presupuestos para el curso 2012”. En el acto, frente a las oficinas de la Dirección Territorial de Educación de Valencia, “reivindicarán las deudas que la Administración mantiene con las escuelas”, sostienen desde AVDIP.

El envite responde, en parte también, al malestar por el reciente anuncio del vicepresidente José Ciscar de crear un cuerpo superior de interventores y auditores de la Generalitat para “fiscalizar”, entre otras cosas, los gastos de los centros docentes y los del profesorado interino que realice sustituciones. Desde el STEPV se recuerda al Consell que “los centros educativos ya están sometidos a la supervisión de la inspección educativa y de las correspondientes direcciones territoriales”. El sindicato sostiene que, de hecho, la permanente intervención de Hacienda provoca “retrasos injustificados” en las sustituciones, dejando sin trabajo a los interinos.

Reducción de profesores

La Sindicatura de Cuentas ha confirmado que el número de docentes interinos se redujo en 2010 en 1.468 interinos frente a 2009, indica Fete-UGT, que calcula que este curso ha comenzado con 1.203 profesores menos.

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La consejera Catalá se limitó ayer a recordar que el miércoles pasado la Generalitat pagó el segundo cuatrimestre de 2011 y, en su opinión, los centros “tienen ahora el dinero suficiente para hacer frente a los gastos” e insistió en que trabaja en un “calendario de pagos” para abonar la deuda en 2012. Catalá hizo estas declaraciones en su visita al centro concertado de FP Xabec, vinculado al Opus Dei, con el secretario autonómico de Formación y Empleo, Román Ceballos.

El CVC, otro damnificado de la deuda del Consell

El Consell Valencià de Cultura (CVC) no ha percibido la asignación de la Generalitat correspondiente a los ejercicios de 2010 y 2011, por lo que está empleando el dinero que el organismo ha ahorrado para abonar las nóminas y las dietas de sus miembros. Así lo confirmó ayer el presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, que precisó que la deuda de los dos ejercicios es de 3.800.000 euros.

Grisolía, que presidió la sesión plenaria del CVC celebrada en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia, manifestó que hasta ahora se están abonando las nóminas de la docena de trabajadores de esta institución y las dietas de sus 19 miembros “con los remanentes”. Es decir, que todo se está pagando de los “ahorros” de la entidad, aunque matizó que durarán solo “unos meses”.

El científico recordó que el Consell Valencià puede “por ley ahorrar”, algo que debería hacerse también en otros organismos porque, en su opinión, “muchas entidades intentan gastarlo todo al final de año y eso es un error”. “Nosotros vivimos de los ahorros, de lo poquito que nos queda”, declaró Grisolía, aunque matizó que “no hay para toda la vida, hay para poco más”, por lo que espera que “las cosas mejoren”.

Interrogado sobre cuánto tiempo podrá echar mano de esta caja de resistencia, el máximo responsable del Consell Valencià de Cultura dejó claro que los ahorros servirán solo durante “unos cuantos meses”, y se mostró confiado en que la Generalitat realice cuanto antes las transferencias.

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