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La Generalitat se compromete a reformar su red de 'embajadas'

El PP logra aprobar una moción que pide acentuar el carácter económico de las delegaciones El texto evita pedir el cierre de las oficinas en el extranjero de la Generalitat

No han pasado ni 24 horas desde que el Partido Popular facilitara la tramitación de los Presupuestos 2012 y el partido ya ha obtenido una contrapartida, en forma de gesto, de Convergència i Unió. Los nacionalistas han aprobado hoy una moción del PP en el Parlament que cuestiona las actuales funciones que ejercen las delegaciones catalanas en el exterior. Las llamadas embajadas catalanas son fuertemente cuestionadas por el PP y Ciutadans, que las consideran un despilfarro al servicio del nacionalismo. El grupo popular no ha logrado arrancar el compromiso de CiU para cerrarlas, pero sí ha conseguido que prosperase una moción para reorientar las delegaciones hacia un objetivo económico. La moción también insta al Gobierno a detallar el coste de las embajadas, cifras que darán munición a los dos partidos que las critican. 

El texto se limita a pedir que se "reestructure" la presencia exterior de la Generalitat "con la reconversión o cierre, si es oportuno, de las actuales delegaciones del Gobierno en el exterior en Buenos Aires, Londres, París, y Berlín, para dar absoluta prioridad y reforzar la red exterior de centros de promoción de negocios". Con este redactado, el Gobierno catalán se ahorra comprometerse al cierre de embajadas catalanas, algo que le enfrentaría directamente con su electorado más catalanista. CiU se escudó en ete aspecto para justificar su voto y minimizar la trascendencia del texto. La diputada Mieia Canals dejó claro que el Ejecutivo de Artur Mas "no tiene intención de suprimir oficinas ni delegaciones exteriores porque están previstas en el Estatut". No lo vio igual el diputado del PP Juan Millán, que consideró que las delegaciones sirven para despilfarrar dinero público.

Esquerra, Iniciativa y Solidaritat votaron en contra de la moción. El diputado republicano Pere Aragonès se cargó de cifras para tildar de "inaudita" la petición de cierre de unas embajadas que, argumentó, suponen un beneficio económico para Cataluña. Aragonès contraatacó al argumento del despilfarro detallando gastos de la red de embajadas españolas, como los 141.600 euros que se invirtieron en 2011 para suministro de ropa de cama y toallas de baño. El PSC se abstuvo en la moción para matizar que, si bien está a favor de la reestructuración, no acepta que sirva para reducir la importancia de las embajadas. Ciutadans también optó por abstenerse al ver que no se pedía explícitamente el cierre de las embajadas. 

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