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RECORTES EN LA SANIDAD

Sanidad sabía del mal estado del ambulatorio de Fuencarral en 2010

El centro de especialidades, con 48 consultas y 68.000 usuarios, echa el cierre porque la Comunidad alega no tener dinero para arreglar deficiencias estructurales

Elena G. Sevillano
Aspecto interior del centro de especialidades Fuencarral.
Aspecto interior del centro de especialidades Fuencarral.SANTI BURGOS

La culpa es de la crisis, dice la Comunidad de Madrid. El centro de especialidades Fuencarral, situado en el distrito del mismo nombre, muy cerca del hospital Ramón y Cajal, cierra el mes que viene y traslada sus 48 consultas y a sus 68.000 pacientes a otros centros sanitarios. El edificio que lo acoge, construido en 1979, tiene graves problemas en la estructura, y las obras para solventarlos son de tal magnitud que resultan “inasumibles” en plena “crisis económica”, asegura la Consejería de Sanidad. El anuncio del cierre se produjo el martes pasado, pero la Comunidad conocía al menos desde abril de 2010 las graves deficiencias del centro. El Ayuntamiento de Madrid hizo ese año la inspección técnica de edificios (ITE) estipulada a los 30 años de la construcción. El resultado fue desfavorable.

El expediente de ITE del inmueble del número 6 de Olesa de Montserrat se abrió el 28 de abril y detallaba por qué resultó negativo. Presentaba deficiencias en el “estado general” de casi todo: “la estructura y la cimentación”, “fachadas, exteriores y medianeras”, “conservación de cubiertas y azoteas” y “fontanería y red de saneamiento”. Unos meses más tarde, en diciembre, el área de Urbanismo ordenó realizar diversas actuaciones mediante una resolución. Algunas de las obras se hicieron, tal y como consta en un escrito de Urbanismo enviado al gerente del hospital La Paz el 8 de junio de 2011 al que ha tenido acceso EL PAÍS. Los técnicos inspeccionaron el edificio y comprobaron “que las obras ordenadas han sido parcialmente realizadas”.

Sin embargo, quedaban daños de calado, como la “corrosión de soportes y vigas en la cámara sanitaria debido a la constante presencia de agua” que afectaba a la “estructura metálica en la mitad oeste del edificio”. Los técnicos detectaron también “fugas en la red de saneamiento” y “embalses de agua en la cámara sanitaria”. El tercer problema consistía en “disgregaciones en las fábricas de las distintas fachadas”. El escrito del 8 de junio “requiere a la propiedad” que inicie las obras necesarias para solventar todos los defectos que se detectaron en la ITE. Debe hacerlo, añade, “en el plazo de 30 días”.

Siete meses después, esas obras no se han realizado. Una portavoz del hospital La Paz asegura que desde entonces se han llevado a cabo algunos arreglos, por valor de 50.000 euros, pero ninguno en la estructura: reparaciones en la cubierta, en el techo del cuarto de calderas, demolición de una escalera y una rampa lateral... Un portavoz del Ayuntamiento de Madrid aseguró que el edificio tiene pendiente una visita de inspección “en menos de un mes” para comprobar el estado el edificio.

Probablemente para cuando los técnicos municipales vayan a comprobar si las obras ordenadas hace siete meses se han llevado a cabo, el edificio ya estará cerrado y sin uso. El traslado de los profesionales que atienden las 48 consultas de diferentes especialidades médicas será paulatino a lo largo de febrero. El 29, como muy tarde, cerrará completamente. La Consejería de Sanidad asegura que el traslado obedece al objetivo de “preservar la seguridad de los profesionales y los pacientes”.

El anuncio del cierre, el martes pasado, ha pillado por sorpresa a los trabajadores y a los usuarios. Hoy empezarán a distribuirse en el ambulatorio y en los centros de salud desde los que se deriva a los pacientes (Periodistas, Virgen de Begoña y Fuencarral) carteles informativos. Los usuarios que ya tuvieran una cita programada recibirán por teléfono una nueva en el centro que les corresponda, que puede ser el hospital La Paz (41 consultas) o los centros de especialidades de Peñagrande y José Marvá (las otras siete). “Procurando que dicha cita sea con el especialista elegido”, asegura el cartel.

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De posible “colapso” y “masificación” de La Paz hablaron ayer tanto el concejal socialista Pedro Zerolo como el diputado de IU Rubén Bejarano. El traslado “masificará las consultas externas de La Paz y desviará a los vecinos del distrito al sistema sanitario privado”, dijo Zerolo. Para Bejarano, el cierre “se enmarca en el proceso de deterioro de la sanidad pública”. El diputado presentó ayer una pregunta para que se trate el tema en el próximo pleno de la Asamblea. “Se anuncia el cierre pero no se dice cuánto costaría arreglarlo. Queremos que nos digan la razón real”, añadió.

La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM) mostró ayer su “contundente rechazo” al cierre. Los daños del edificio son consecuencia del “deterioro” que los vecinos llevan denunciando desde hace al menos 10 años y que “provocó el traslado del servicio de Atención Primaria a otro centro”. La Consejería, asegura en un comunicado, “no ha invertido un solo euro en mejorar las condiciones del centro de especialidades, exceptuando la reciente y absurda inversión en rejas para las ventanas”.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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