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La niña que nació con VIH sigue sin el virus, según los científicos

'The New England Journal of Medicine' publica el caso que en marzo sorprendió a los científicos El bebé fue medicado nada más nacer y la infección no ha vuelto pese a dejar el tratamiento

E. G. sevillano

El caso del bebé de Misisipi (Estados Unidos) supuestamente curado de VIH que revolucionó la Conferencia sobre Retrovirus y Enfermedades Oportunistas (CROI) en marzo pasado acaba de verse confirmado con su publicación en la revista The New England Journal of Medicine. Los investigadores han determinado que la niña de tres años que nació con VIH y fue tratada con una combinación de fármacos inusualmente agresiva y a las pocas horas de nacer (30) lleva año y medio sin medicarse y sin dar muestras de tener el virus.

La publicación añade ahora más detalles y confirma lo que los investigadores consideran el primer caso documentado de remisión del VIH en un niño. Existe un caso de eliminación del virus en un adulto: el de Timothy Brown, el llamado 'paciente de Berlín', que fue tratado de una leucemia: la quimioterapia destruyó los reservorios (refugios) del patógeno y después fue trasplantado de una persona genéticamente resistente al VIH.

La viróloga y especialista en VIH infantil Deborah Persaud, que firma el artículo, se resiste a hablar de curación. En respuesta por correo electrónico a EL PAÍS, la investigadora de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore asegura que aún habrá que seguir su caso durante mucho tiempo. "Pero somos muy optimistas", añade. "Hablamos de un caso de remisión del VIH. La niña no muestra signos de enfermedad, ni de infección activa, su sistema inmunitario es normal y el virus no está activo en sangre pese a que ha estado sin tratamiento durante año y medio", señala. 

Cuando presentó el caso en la reunión científica de marzo pasado quedaron varias incógnitas en el aire. La primera de ellas, si realmente la niña estaba infectada cuando nación. Persaud contesta ahora con contundencia: "Sí. Nuestro informe detalla la evidencia virológica con datos de ADN y ARN que respaldan que el bebé estaba infectado con VIH. Estamos bastante seguros".

La otra laguna que presentaba el caso era por qué se interrumpió la medicación. Los tratamiento antivirales no deben suspenderse una vez han empezado porque el virus se reactiva enseguida. Los investigadores han contado que la madre dejó de llevar a la niña a la consulta, pero Persaud asegura desconocer por qué.

Los médicos del hospital de la Universidad de Misisipi que trataron a la niña cuando nació le administraron los antivirales Nevirapina, AZT y 3TC a las 30 horas de vida del bebé. Es una combinación de fármacos que se usa en niños de países en vías de desarrollo, donde todavía nacen alrededor de 350.000 bebés con VIH cada año, según datos de Onusida. Las pruebas que le fueron haciendo en días y semanas posteriores mostraron que la carga viral iba descendiendo hasta que llegó a niveles indetectables 29 días después del nacimiento. La niña siguió con la medicación hasta los 18 meses, cuando dejó de tomar los fármacos. Diez meses después volvió a la consulta, le hicieron nuevas pruebas y ya no detectaron el virus. 

Más allá de lo excepcional del caso, ahora se trata de saber si este descubrimiento puede ayudar a evitar la transmisión del VIH de madre a hijo. "Este caso nos da esperanzas para pensar que podemos conseguir el mismo resultado en otros bebés con la infección si empezamos el tratamiento en cuanto esta se detecta", explica Persaud. "El año que viene vamos a empezar un ensayo clínico en el que probaremos este método en otros recién nacidos infectados. Podría ser una vía para conseguir la remisión del VIH y ahorrar a estos niños el tratamiento con fármacos antivirales de por vida", añade.  

Persaud explica la hipótesis que maneja sobre cómo el bebé eliminó el virus: "Cuando el VIH entra en el cuerpo humano, invade células inmunes y crea reservorios virales. Son como santuarios para el virus, donde queda latente mientras el paciente toma los fármacos. Pero cuando deja de hacerlo, el virus se despierta y resurge la infección. Estos reservorios son el motivo por el que los pacientes necesitan medicación de por vida para controlar la infección. En el caso de este bebé, lo que creemos que sucedió es que los reservorios no llegaron a formarse porque el tratamiento empezó muy temprano. Esa es la razón por la que creemos que la niña puede estar sin medicación ahora, porque los reservorios no llegaron a formarse". 

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Sobre la firma

E. G. sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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