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El gasto público en medicamentos cae a niveles de 2004

Mato anuncia que los envases ajustados a las dosis estarán pronto en el mercado Farmaindustria critica que el gasto por persona es inferior al de la media europea

La ministra de Sanidad, Ana Mato (i), con la presidenta de Farmaindustria, Elvira Sanz.
La ministra de Sanidad, Ana Mato (i), con la presidenta de Farmaindustria, Elvira Sanz. Javier Lizón (EFE)

El gasto público en medicamentos (la parte que pagan las Administraciones por las recetas de los ciudadanos) cayó en marzo un 21,7% con respecto al mismo mes de 2012, según los datos que ha hecho públicos el Ministerio de Sanidad. En el acumulado de los últimos 12 meses (el equivalente a un año que empezara en abril de 2012 y terminara en marzo de 2013) se han dedicado 9.289 millones a completar el importe de los medicamentos recetados (la otra parte la pone el usuario con el copago). La cifra no era tan baja desde junio de 2004.

Los números son una buena noticia para las Administraciones, que en los últimos 12 meses han gastado casi 1.700 millones menos que un año antes. Pero otros agentes no lo ven así. La presidenta de Farmaindustria, Elvira Sanz, ha dicho esta mañana en el Foro Innova que el gasto de medicamentos per cápita en 2010 fue de 292 euros —casi un 10% inferior a la media europea—, y hoy es inferior a los 208 euros. “No se puede, pues, seguir diciendo que el gasto en farmacia está por encima de los valores medios de Europa, porque categóricamente no es así”, señaló.

Los recortes, con cuatro reales decretos en los últimos tres años, han supuesto ya el despido de 6.000 trabajadores de los grandes laboratorios, indicó Sanz. Y este año se espera que se pierdan otros mil.

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La otra gran partida, las ventas a hospitales –de las que Sanidad no da datos- han crecido en los últimos años un 1%, pero ya en 2013 se espera que también caigan, dijo Sanz, quien puso como ejemplo que “empiezan a registrarse algunos datos inquietantes: en 2009, el 5,8% de los fármacos consumidos en hospital eran principios activos aprobados en los 3 últimos años. En la actualidad, ese porcentaje se ha reducido hasta el 2,7%”. Sanz admitió que esto “no es la voluntad de nadie”, y no entró en un hecho que, según fuentes del sector, preocupa a los laboratorios: que hace años que no sacan al mercado un tratamiento de uso masivo realmente innovador –un superventas- como fueron la Viagra o los coxibs (aunque estos luego hubo que retirarlos o restringirlos).

En la presentación protocolaria de Sanz, la ministra de Sanidad, Ana Mato, admitió que “este no ha sido un año fácil para las compañías farmacéuticas”, y puso como ejemplo de la colaboración necesaria con la industria “la adecuación de los envases de los medicamentos a la duración del tratamiento”, que anunció para dentro de poco, sin concretar, y por la que se compensará a los laboratorios con una reducción del 95% en las tasas “que deriven de esta adecuación”.

Pero el ahorro en medicamentos tiene otra lectura que no es solo económica. Porque lo que no se sabe es en qué medida lo que dejan de gastar las Administraciones ha tenido que ser asumido por los propios pacientes. En este sentido la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública ha elaborado un informe en el que afirma que medidas como la desfinanciación pública de 140 medicamentos implica que su coste sea asumido al 100% por los pacientes. Comparando los datos nacionales con los del País Vasco, que no ha aplicado el copago, se ve que la reducción del gasto medio es el doble en las comunidades con copago (es decir, ya había una tendencia a consumir menos). “Las cifras del gasto farmacéutico no permiten ningún triunfalismo, la disminución de gasto público se está realizando a base de traspasar el gasto a los ciudadanos y de aumentar el número de fármacos prescritos y no retirados de las farmacias, lo que, por supuesto penaliza a los colectivos de personas con menores ingresos y más problemas de salud, y tendrá a medio plazo unas repercusiones muy negativas sobre la salud de la población”, concluye.

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