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¿Cuánto me costará la Universidad?

La norma del Gobierno para subir el precio de las matrículas abre muchas dudas Rectores y autonomías piden una horquilla clara de precios de las tasas

J. A. Aunión

Se acerca el final del curso y los exámenes de Selectividad están a la vuelta de la esquina y, sin embargo, la inmensa mayoría de los universitarios aún no sabe cuánto les costará su matrícula en los campus públicos el próximo septiembre. Aunque muchos tienen claro que pagarán más. El Ministerio de Educación incluyó en su decreto de recortes en el ámbito educativo que el precio de las tasas deberá cubrir entre el 15% y el 25% del coste real de las carreras. Eso, en primera matrícula. Si se suspende alguna asignatura, entre el 30% y el 40% de los costes en segunda matrícula; y entre el 65% y el 100% en las sucesivas. Con los másteres obligatorios para acceder a una profesión (por ejemplo, profesor), lo mismo. En el resto de másteres se pagará a partir del 40% del coste real.

¿Cuál es el problema? Que no está nada claro cuál es ese 100%, es decir, cuánto cuesta realmente cada puesto en cada carrera. “Aunque estamos en ello, en las universidades aún no está generalizada la contabilidad de costes”, así que no se conoce ese precio, recordó la semana pasada la presidenta de la Conferencia de Rectores (CRUE), Adelaida de la Calle. Es decir, hasta ahora, la universidad se gestionaba como un todo, como un gran saco que contabilizaba sin separar la parte de la investigación de la docencia, ni una carrera de otra. “Hace falta contabilidad de costes y criterios homogéneos para todos, y eso tardará”, explica el rector saliente de la Universidad de Alicante, Ignacio Jiménez Raneda. “Hasta que eso exista, lo que podemos hacer son aproximaciones”, continúa.

La subida puede expulsar de la universidad a muchos

Y eso es precisamente lo que le han pedido los rectores y algunas comunidades al ministerio, que establezca unas horquillas claras —mucho más concretas que las que se establecen en el decreto—, y diga cuál ese coste base —ese 100%— sobre el que calcular. La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, dijo el viernes, tras su reunión con los rectores en el Consejo de Universidades, que están trabajando en ello, pero que aún no lo tienen.

Sin ellas, realmente cada comunidad puede hacer las cuentas a su manera y, “en la práctica, aumentar las tasas existentes en el porcentaje que quieran situarlo”, añade Jiménez Raneda. Pone el ejemplo de la Comunidad Valenciana. Para empezar, han anunciado un precio igual para todos los másteres que no sean obligatorios para acceder a una profesión (2.500 euros), algo que poco tendrá que ver en muchos casos con esos porcentajes asociados al coste que menciona el decreto.

En la Comunidad Valenciana casi todos los másteres valdrán 2.500 euros

En cuanto a las primeras matrículas de los grados (las nuevas licenciaturas y diplomaturas adaptadas a Bolonia), han dicho que subirán un 33% el curso que viene. ¿Cómo lo han calculado? Tomando el dinero que recibe cada universidad al año de las arcas públicas más lo que obtienen los campus por el pago de las matrículas y dividiéndolo todo entre el número de alumnos. Lo que les ha salido es que ahora pagan de media los universitarios valencianos ese 15% del coste de sus estudios y, como han decidido que llegue al 20%, en la cuenta les sale subir el precio ese 33%.

Es el cálculo, coinciden distintos expertos, que podría acabar fijando el ministerio y que, en todo caso, es muy probablemente el que usó para poner los ejemplos el día que anunció la medida. Dijeron que el coste medio de una plaza universitaria está entre 5.000 y 7.000 euros y que ahora, con el precio de la matrícula, se cubre en torno al 15% (unos 1.000 euros). Así, calcularon una subida máxima del 66% (660 euros).

“Es un cálculo muy sui generis”, continúa el rector de Alicante, porque, los alumnos ya pagan precios distintos en cada carrera según el grado de experimentalidad (son más caros títulos sanitarios que los de Humanidades), con lo que la media global no es necesariamente la misma que la media que saldría si se hiciera por grado de experimentalidad. “Al final, puede que en Farmacia estén pagando el 16% del coste real o el 26%; nadie lo sabrá”, concluye Jiménez Raneda.

Y lo mismo ocurre con las comunidades, donde ya existen grandes diferencias en el precio de las matrículas. Por eso, la clave es si el coste base que establezca el ministerio es la media de todas las comunidades o habrá uno distinto para cada una de ellas, señala un portavoz de la Secretaría de Universidades de Cataluña, la autonomía con las tasas más caras, informa Ivanna Vallespín.

Ahora, un alumno de humanidades y otro de medicina no pagan igual

La secretaria general de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP), Cristina Pastor, se queja de la incertidumbre que esta situación genera en los estudiantes. “Dependiendo de cómo se hagan el cálculo, puede variar mucho la subida”, dice. La CREUP ha pedido, como los rectores y multitud de claustros de universidades de toda España, que no se suban las matrículas durante la crisis, pues puede expulsar de la Universidad a muchos.

Numerosos expertos, incluidos varios rectores y el anterior Gobierno del PSOE, apuntan desde hace años la posibilidad de subir los precios, sobre todo a los repetidores, pero incrementando a la vez las becas. Esta parte es la que no va a ocurrir, de hecho, se endurecen los criterios académicos para obtenerlas, con lo que una parte de los actuales becarios se quedarán fuera. De momento, Andalucía, País Vasco y La Rioja han dicho que no subirán el precio de las matrículas. Otras comunidades, como Cataluña, irán a la parte alta de la horquilla.

Cada comunidad, un precio

El decreto del Gobierno cambia radicalmente la manera en la que se calculaban los precios de las universidades públicas. Hasta ahora, el Gobierno central fijaba una horquilla máxima de subida anual sobre el precio existente, normalmente, el IPC más cuatro puntos porcentuales. Ahora, al vincular el precio al coste de los estudios, lo que se está haciendo en el fondo “es liberalizar el precio de las matrículas en las universidades públicas; los campus podrán competir con los precios”, dice el experto en financiación universitaria Juan Hernández Armenteros. Eso, cuando las universidades terminen de adaptar sus cuentas a la contabilidad de costes.

Pero, de hecho, a pesar de la horquilla que fijaba hasta ahora cada año el ministerio, ya existen enormes diferencias en los precios, de hecho, de casi el 100%: en los campus catalanes es casi el doble (tomando la tasa máxima y sin contar las tasas de gestión) que en las andaluzas: unos 732 euros frente a unos 1.423 por un curso completo en este año académico 2011-2012, según las estadísticas del ministerio. En la franja baja, por debajo de los 1.000 euros, están también Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia. En la parte alta están junto a Cataluña, Aragón (1.415) y Madrid (1.316).

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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