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Tribuna
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Matar o no al padre

Espinar, hijo de un presidente socialista de la Asamblea madrileña, reclama otras políticas

Manuel Jabois
Ramón Espinar Merino, en 2014.
Ramón Espinar Merino, en 2014.efe

Ramón Espinar Gallego fue el alcalde más joven de España. Fue portavoz del Gobierno de la Comunidad y presidente de la Asamblea de Madrid entre 1983 y 1987. Fue consejero de Bankia a propuesta del PSOE y gastó 178.400 euros entre 2003 y 2010 con una tarjeta black.Viajes, esquí, zapaterías, sastres, restaurantes.

Su hijo Ramón Espinar Merino ha militado desde los 14 años en plataformas, asociaciones y partidos de izquierdas. Después de estudiar en la universidad pública ha sido becario, camarero, teleoperador y parado. Es portavoz de Juventud sin Futuro, miembro de Ganemos Madrid y dedo acusador de “la casta” en programas de televisión.

El 4 de noviembre de 2014, Ganemos se presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Tomó la palabra Ramón Espinar Merino. “Me quiero dirigir a los socialistas (…) Ha sido históricamente un movimiento de defensa de los derechos sociales y de las condiciones de vida de la gente de abajo. Con cariño y respeto, un partido que gobierna contra los derechos de la mayoría, que pacta en 24 horas una reforma de la Constitución, que antepone el pago de la deuda a la salida de la crisis y está hasta el cuello en escándalos de corrupción, no puede ser la alternativa”. Sobre Bankia, Ramón Espinar hijo ha dicho que es responsable de la crisis junto a Goldman Sachs y ha llamado a sus dirigentes “delincuentes”.

Hace unos meses, varios usuarios de Twitter repararon en que Ramón Espinar era hijo de Ramón Espinar. Y desde entonces el televisivo Espinar, de 28 años, recibe decenas de mensajes diarios en los que se le reprocha hipocresía, falta de vergüenza y le reclaman que se calle. Es un asunto interesante, como todos los asuntos privados. Sobre todo teniendo en cuenta que Ramón Espinar hijo se enteró del escándalo de las black por la prensa.

Parece que de alguna manera se prolongase en ellos un pecado original

“Lo que hablé después con mi padre no interesa a nadie. Yo tengo una esfera pública y otra que no lo es. He dicho muchas veces lo que pienso de Bankia. Lo que no voy a hacer es insultar a mi padre, ni aquí ni en ningún lado. Nunca me he beneficiado de nada que tuviera que ver con él”, dice. ¿Pero es casta? “Es evidente cómo se ha comportado ese consejo de Administración”.

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Todos los periodistas y políticos con los que Espinar participa en los programas saben quién es su padre. Con ellos se faja en los debates en los que Espinar apuesta por la ruptura del sistema del que su padre ha sacado provecho. Hasta el momento, ninguno ha sacado el tema. Se trata de una acusación tan estúpida que tendría éxito instantáneo: Ramón Espinar es hijo de Ramón Espinar.

A Espinar se le exige que para hacer política presente la cabeza del padre en solitario. Que mire a la cámara y diga: “Ramón Espinar, eres un golfo de la casta político-empresarial”. Pero esa frase que apaciguaría las almas es otra. Es, concretamente: “Papá, eres un golfo de la casta político-empresarial”. Lo interesante es saber si se puede decir eso, esto es: si es compatible con la unidad de la familia tradicional que defienden sus detractores. Podría decirse que la exigencia va en contra de la propia naturaleza.

El caso Espinar no es nuevo. En las redes sociales hay señalados varios objetivos que son familiares de imputados del caso Gürtel. A todos se les aplica el mismo procedimiento: su opinión está invalidada por su padre. No pueden hacer ruido, deben apartarse donde no se les vea, no tienen derecho a entrar en el debate público. No pueden hacer política salvo que renieguen de su familia, y aún así no escaparán del todo. Como si de alguna manera se prolongase en ellos un pecado original, al igual que en el campo de concentración de Corea del Norte en el que las generaciones están condenadas a nacer encerradas por una acusación que se pierde en el árbol genealógico.

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Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.

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