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BARTOLOMÉ VARGAS | Fiscal de Seguridad Vial

“3.000 personas van a prisión al año por reincidir en delitos de tráfico”

"Los fabricantes deberían limitar la velocidad de los vehículos", afirma el fiscal

Patricia R. Blanco

Decenas de carpetas de accidentes mortales de tráfico cubren la mesa del despacho del Bartolomé Vargas (Córdoba, 1950). Después de casi siete años como fiscal de sala coordinador de Seguridad Vial, Vargas asegura que no se ha acostumbrado “a la cantidad de dolor almacenado”. “Es imposible”. Este domingo volverá a ver ese dolor en el homenaje que se celebra en el Retiro con motivo del Día Mundial de las Víctimas de Accidentes de Tráfico.

Pregunta. ¿Cree que se puede subir la velocidad en ciertos tramos a 130 kilómetros por hora, tal y como prevé el nuevo Reglamento General de Circulación?

Respuesta. No puedo opinar sobre eso porque debo respetar la tarea legislativa, pero sí hacer una reflexión: hay que tener mucho cuidado porque el mensaje puede ser muy arriesgado. Hay conductores formados que saben distinguir lo que supone circular 10 kilómetros más rápido, y otros que pueden recibir el mensaje de correr más. Y eso sería letal para los progresos hechos. Confío en que los legisladores encuentren la fórmula adecuada.

P. ¿Podrían aumentar las víctimas mortales?

R. El vademécum europeo liga los aumentos de velocidad a la siniestralidad.

P. Entonces, ¿debería darse marcha atrás?

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R. Hasta ahora solo existe un proyecto de ley de seguridad vial, con una tabla en la que aparece la velocidad de 130, pero eso no obliga a aumentar la velocidad. Será el código de circulación, que se aprobará después, el que lo fije o no. Hay tiempo para meditar hasta el nuevo reglamento. De momento, solo sirve por si algún día se aprueba el límite de 130.

P. ¿Se deberían endurecer las condenas de tráfico? La pena máxima es cuatro años de cárcel.

R. No soy partidario de la elevación de las penas sino de la eficacia de la ley y de la reeducación. A la gente, cuatro años le puede parecer poco. Pero en un accidente con resultado de muerte, en el que hay embriaguez, un exceso de velocidad punible, es decir, que se supere en 80 kilómetros por hora la velocidad permitida, o conducción temeraria, la pena de prisión es de al menos dos años y medio y se va a la cárcel. Son delitos muy graves. No tenemos las estadísticas exactas pero por esta causa al menos 200 personas van a prisión cada año. La clave no está en la gravedad de las penas, sino en su eficacia, que el ciudadano sepa que la ley se aplica siempre y que si conduces embriagado antes o después te van a pillar.

P. ¿Y cuando no hay resultado de muerte, por ejemplo, un conductor cazado a más de 200?

R. Somos sensibles con las penas privativas de libertad, creemos en la reeducación. Se opta por la prisión cuando fracasan la multa y los trabajos en beneficio de la comunidad. Hay al año 100.000 condenas por delitos contra la seguridad vial sin resultado lesivo, es decir, por conducir embriagado, con drogas o sin carné, que son las mayoritarias.

P. ¿Y cuántos van a la cárcel?

R. Al año 3.000 personas van a prisión por reincidir en delitos de tráfico. Es una cifra altísima, que no se suele cuestionar porque las cifras de muertos bajan. Pero estamos muy preocupados.

P. ¿Deben ser ejemplares las penas a los infractores famosos? El futbolista Karim Benzemá fue multado con 18.000 euros por circular a 216 por hora en una vía limitada a 100. La multa podría haber ascendido a 146.000 euros. Incluso podría haber ido prisión.

R. Pero fue privado del carné y ya le quedan antecedentes penales. La ley es igual para todos, al margen de la condición deportiva. Por aquí han pasado personas muy famosas y la fórmula siempre es la misma: un proceso muy rápido, conformidad de la condena y una ejecución rápida de la pena. Y si hay una segunda condena, puede que se ingrese en prisión. Pero por el hecho de que te saquen en los medios de comunicación no tienes por qué tener más condena.

P. ¿Y usted es ejemplar?

R. Debo serlo. Pero una vez me salté un paso de peatones con un semáforo en rojo.

P. ¿Qué opina del indulto que el Gobierno concedió a un kamikaze condenado a 13 años y que acaba de anular el Supremo?

R. Creo que yo no debo pronunciarme. En su momento, el fiscal ya se pronunció en contra, pero una vez indultado, la fiscalía no tenía legitimidad para recurrir.

P. ¿Y sobre el uso obligatorio del casco ciclista en ciudad?

R. Me cuesta opinar sobre temas que debaten los legisladores.

P. Si usted circulara en bicicleta por la ciudad, ¿usaría casco?

R. Si yo fuera ciclista, que no lo soy (es un reto pendiente), sería lo más precavido. Más allá de la obligatoriedad, hay que cuidar la salud. A veces se confía todo a la ley, pero hay un amplísimo margen de obligaciones cívicas.

P. Las víctimas de tráfico protestan porque se consideran una simple estadística. ¿Qué opina?

R. Las víctimas siguen viéndose como números, como la consecuencia de un progreso deshumanizado. Y parece que se prima ese progreso por encima de la vida. Hay que evolucionar hacia un progreso ético en el que no se compre un coche solo por afirmación del estatus social. Es evidente que el desarrollo científico y su aplicación a la industria del automóvil es positivo. Pero siempre he dicho que los fabricantes deberían limitar la velocidad de los vehículos.

P. ¿Está aplicando la medida que anunció el año pasado de imputar un delito de homicidio a los padres de niños fallecidos en un accidente sin llevar la sillita?

R. Ya hay escritos de acusación, pero no solo porque el niño fuera sin sillita, que es un elemento más para valorar la gravedad de la imprudencia. Hay que tener mucha cautela porque hablamos de imputar a un padre la muerte de su hijo y hay que ver si el fallecimiento se podría haber evitado o si el familiar es el responsable.

P. ¿Qué se puede hacer para seguir reduciendo los accidentes?

R. Educación en las escuelas. Ahora se imparte de manera irregular en los colegios. Por eso hemos impulsado desde la Fiscalía de Seguridad Vial una enmienda a la ley de educación para que la educación vial se recoja en el ámbito de principios. Nos estamos jugando la siniestralidad infantil.

P. ¿Y el PP la ha aceptado?

R. La enmienda la presentó en el Senado Jordi Jané, de CiU, referente en seguridad vial. La clave es el PP, que tiene mayoría absoluta, y se han mostrado receptivos. Me dijeron que ya me llamarían.

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Sobre la firma

Patricia R. Blanco
Periodista de EL PAÍS desde 2007, trabaja en la sección de Internacional. Está especializada en desinformación y en mundo árabe y musulmán. Es licenciada en Periodismo con Premio Extraordinario de Licenciatura y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.

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