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El Gobierno catalán conversa con el PSC como posible alternativa a ERC

El líder de CiU quiere ampliar el apoyo de su Ejecutivo con los socialistas Navarro y Mas mantienen una buena relación personal

En paralelo con el deshielo con el Gobierno del Estado, Artur Mas ha iniciado el camino para ampliar la base de su Ejecutivo. Tras planear una legislatura basada en el choque de trenes con el Estado, Mas ha rebajado su órdago soberanista. Pero su dependencia excesiva de ERC, único partido (además del propio) que apoya su gestión, le obliga a mantener el pulso. Por ello Mas mira a otra dirección: el Partit dels Socialistes.

La intención de Mas es sumar al PSC al pacto con Esquerra. El deseo, tal como verbalizó el presidente el viernes, es que ambas formaciones entren en el Ejecutivo, algo que de momento tanto los socialistas como ERC se niegan a hacer. Mas y el primer secretario socialista, Pere Navarro, han tenido contactos discretos en las últimas semanas para acercar posiciones. El líder de CIU valora su pacto con ERC. Pero la tendencia de los republicanos a marcar perfil —han amenazado varias veces con no apoyar los Presupuestos— le obliga a buscar nuevos aliados. Mas quiere ampliar la base de su Ejecutivo para no depender de las exigencias del líder republicano, Oriol Junqueras.

El entorno del presidente catalán considera que el acuerdo con el PSC es cuestión de tiempo. La forma —un compromiso de estabilidad parlamentaria o la entrada en el Gobierno— dependerá de cómo se desarrolle la negociación presupuestaria y de la actitud del actual socio, ERC. El acercamiento llega gracias a la sintonía entre Mas y Navarro. El distanciamiento con la anterior dirección de José Montilla, la que comandó Cataluña durante siete años, era demasiado grande como para alcanzar acuerdos. Pero el enfrentamiento de Navarro con el PSOE para mostrarse partidario de una consulta sobre la autodeterminación pactada con el Estado ha provocado el movimiento de pieza de Mas.

Aunque en la sede de la federación nacionalista se ve con desconfianza al líder de los socialistas. Dirigentes de CiU creen que el acuerdo con el PSC no puede llegar a buen puerto. Como muestra, apuntan a una de las exigencias que puso Navarro (que luego matizó) para entrar en un Gobierno: que no lo presidiera Mas.

El entorno de Navarro admite que el líder del PSC ha mantenido diversos encuentros con Artur Mas desde las elecciones autonómicas, pero precisó que nunca se ha realizado una oferta formal para que los socialistas gobiernen con CiU. “Se ven y hablan de cuestiones políticas, sí, pero sin una agenda planificada ni un orden del día definido”, explicó un estrecho colaborador de Navarro.

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Con todo, las mismas fuentes admitieron que existe una “buena relación personal” entre ambos dirigentes, “al margen de la relación oficial entre el presidente de la Generalitat y el de un líder de la oposición”. Sin embargo, precisaron que esa sintonía “no debe llevar a hacer lecturas ni insinuaciones como las que se han hecho”, en referencia a la sugerencia que realizó el martes el consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs.

Navarro se estrenó como líder del PSC con un ofrecimiento de mano tendida a Artur Mas, en diciembre de 2011, cuando este no había lanzado aún su órdago soberanista. No se le tuvo en cuenta e incluso recibió cierto ninguneo cuando propuso un Gobierno de unidad tras las pasadas elecciones, según recordó Navarro el pasado lunes. Ahora, los cantos de sirena que lanza CiU parecen reforzar la estrategia del primer secretario del PSC, cuya valoración en la plaza de Sant Jaume ha ido en aumento al posicionarse claramente a favor del derecho a decidir con la votación en el Congreso de los Diputados, al margen del PSOE, y posteriormente llevando ese mismo texto al Parlament.

Con todo, el PSC reprocha a CiU el método empleado para ofrecer a los socialistas la entrada en el Gobierno catalán. “Eso no es una oferta, es una broma y resulta poco riguroso que se considere como tal un comentario en una emisora de radio”, explicó Antonio Balmón, secretario de Acción Política del PSC para referirse al ofrecimiento que hizo Artur Mas durante una entrevista en RAC1 hace unos días

“Es imposible en estos momentos entrar en el Gobierno y más de esa manera. Un país serio no puede funcionar así”, añadió Balmón, uno de los dirigentes socialistas más proclives a la sociovergencia y que mantiene una buena sintonía personal y política con el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, como presidente del Área Metropolitana.

Navarro coincide con Balmón en considerar que unas declaraciones radiofónicas no puedan tomarse como una oferta de Gobierno conjunto, aunque el pasado lunes ya dijo que el relevo de Mas como jefe del Gobierno no era condición sine qua non, en contra de lo reclamado hace unos meses. Según Navarro, las condiciones para gobernar con CiU son la recuperación de las becas comedor, el pago de la deuda a las entidades del tercer sector, la defensa de los servicios públicos y medidas de reactivación económica.

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