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Los viejos libreros nunca mueren

El Festival Literaktum de San Sebastián reivindica el papel y las librerías como espacios para soñar y conocer

El País
San Sebastián -
Encuentro de viejos y jóvenes libreros en San Sebastián
Encuentro de viejos y jóvenes libreros en San SebastiánJAVIER HERNÁNDEZ

Los viejos libreros siempre estarán ahí. Pese a la crisis del papel, de lectura y de valores, los libros siempre volverán a emerger. El Festival Literaktum de San Sebastián reúne esta semana a viejos y nuevos libreros, a personas que hicieron de pequeños espacios lugares de referencia para los lectores y a quienes se han embarcado en macroproyectos híbridos para el nuevo siglo, sin renunciar a la apuesta por las páginas de papel.

Muchos de ellos se han reunido hoy en la librería Zubieta de la capital guipuzcoana, acompañados por el escritor Jorge Carrión, que desde que publicó "Librerías" en 2013 -finalista del 41 Premio Anagrama de Ensayo- se ha convertido en "una especie de embajador" de estos establecimientos. Carrión, que moderará estos encuentros, ha acompañado a Rachel Muyal, que durante 25 años fue la responsable de la mítica "Librería des Colonnes" de Tánger; a Catherine Domain, que sigue al frente de "Ulysse" de París, una de las librerías de viajes más prestigiosa del mundo; y a José Pinho, de "Ler Devagar", de Lisboa, ese gran espacio donde los libros se complementan con otras ofertas culturales y gastronómicas.

A estas sesiones, que tendrán lugar en el centro Koldo Mitxelena hoy y mañana por la tarde, se sumarán también Xabier Vidal, de la librería "Nollegiu" de Barcelona, y Gonzalo Queipo y Alfonso Tordesillas de "Tipos infames", de Madrid. La etapa de Rachel Muyal al frente de "des Colonnes" (1973-1998) está vinculada a nombres como los de Marguerite Yourcenar, Truman Capote, Juan Mohammed Chuckri y Juan Goytisolo, entre otros muchos. También a Paul Bowles, para el que hizo de "mediadora" con los lectores que deseaban conocerle y de quienes recogía, y filtraba, notas que hacía llegar al autor de "El cielo protector". A ella le confesó que creía que su mujer, Jane, había sido "hechizada", y fue la librera quien le dijo que más bien lo que le ocurría a su esposa, que se autodefinía como "judía, coja y lesbiana", es que se había enamorado, ha comentado hoy en este encuentro informal con la prensa.

Ña Librería des Colonnes, de Tánger, Ulysse de París,  y Ler Devagar de Lisboa se han dado cita

Muyal fue la sucesora de las hermanas Gerofi, las fundadoras de "des Colonnes", sin haber pretendido nunca ser librera, y Catherine Domain llegó al negocio en 1971, tras años de recorrer el mundo, con el propósito de ofrecer al cliente libros "serios" de viajes que a ella le hubiese gustado encontrar antes de cada uno de sus periplos. Se especializó también en cartografía y desde 2004 cuenta con otra librería en Hendaya, donde pasa ahora los veranos. Además, en 2006 creó el premio Pierre Loti al mejor relato de viajes. Domain cree que para un joven emprendedor abrir ahora una librería es complicado. Dice que antes debe tener, además de alguna "idea original", un cálculo aproximado "de la clientela que va a tener", porque de lo contrario es malgastar el dinero.

Para Muyal, "lo que más cuenta" en una librería "es el alma" porque piensa que el lector "quiere encontrar a alguien que sepa lo que busca". Y también volver a una tradición que considera perdida, la de seguir regalando libros. El proyecto del portugués José Pinho y los otros 139 socios de la librería "Ler Devagar" es bien distinto, es el de garantizar el futuro de los libros haciéndolos convivir con otras propuestas culturales.

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La etapa de Rachel Muyal al frente de "des Colonnes" (1973-1998) está vinculada a Marguerite Yourcenar, Truman Capote, Juan Mohammed Chuckri y Juan Goytisolo

En el espectacular espacio con que cuentan en Lisboa hay bares, un restaurante, galerías de arte y salas de música en directo. Tras esta apuesta, se arriesgaron con otra, la de hacer de la pequeña localidad de Obidos una villa literaria, donde en este momento hay una decena de librerías, siete de las cuales pertenecen a su empresa. ¿Y cómo hacer para atraer visitantes a este pueblo situado a poco más de 40 kilómetros de Lisboa?. De momento, han organizado cinco festivales literarios y la cosa parece que funciona.

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