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Mala reputación y 15 elementos más que lastran la economía valenciana

La Generalitat traza las bases para cambiar el modelo productivo

Ignacio Zafra
Soler, consejero de Hacienda y Modelo Económico, a la izquierda, con Climent, titular de Economía.
Soler, consejero de Hacienda y Modelo Económico, a la izquierda, con Climent, titular de Economía.MÒNICA TORRES
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En la senda para intentar transformar el modelo económico de la Comunidad Valenciana, la Generalitat ha elaborado un "análisis Dafo", en el que se reflejan las debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades que tiene ante sí el territorio. El consejero de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, ha destacado este martes en el lado negativo la "mala reputación", consecuencia de los casos de corrupción política y de la fama de poco fiables a la hora, por ejemplo, de trasladar datos sobre la situación financiera de la Administración que ha atribuido a los anteriores Ejecutivos autonómicos.

El análisis refleja, en total, 16 elementos que juegan contra el progreso de la Comunidad Valenciana y otros tantos que le son favorables si sabe aprovecharlos. El documento, presentado por Soler y el consejero de Economía Sostenible y Sectores Productivos, Rafael Climent, fija siete "retos" e indicadores para que pueda comprobarse el grado de cumplimiento de los objetivos. El primer reto es el aumento de la renta per cápita. El éxito requiere "de un consenso político y social", además de la mejora de la financiación autonómica.

La mala reputación "es un intangible negativo" con consecuencias económicas, ha dicho Soler. Como ejemplo ha puesto "la paciencia benedictina para recuperar las ayudas europeas que habían sido congeladas" por las dudas generadas en la Unión Europea sobre el destino de sus fondos en la Comunidad Valenciana.

La baja productividad —inferior a la media española— encabeza la lista de debilidades. Entre ellas figuran también la especialización poco intensiva; la sensibilidad al ciclo económico; la escasez de grandes empresas; el bajo nivel de gasto en investigación, desarrollo e innovación y la falta de conexiones de transporte.

Soler ha hecho hincapié en que el puerto de Valencia está tres días más cerca que el de Róterdam (Holanda) de las mercancías que llegan por mar desde China. "Pero ese tiempo lo perdemos después en tierra", ha lamentado, para subrayar la importancia para la Comunidad Valenciana de la construcción del corredor ferroviario mediterráneo.

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El Consell también ve como una debilidad el bajo "sistema de atención y cuidado de las personas", como el bajo grado de aplicación de la Ley de Dependencia.

En un escalón inferior, las "amenazas" incluyen la falta de crédito para las empresas para la I+D+i; la falta de un sistema financiero valenciano —lo que se va a intentar suplir con la reforma del Instituto Valenciano de Finanzas para convertirlo en un banco de promoción empresarial—; la competencia de los países emergentes; el riesgo de deslocalización; la emigración del capital humano de excelencia; la situación de los jóvenes y no tan jóvenes sin cualificación, la sobrexplotación del territorio, y las brechas de género y de renta, que según ha recalcado Soler se dispararon con la crisis y son negativas para el desarrollo económico.

Las fortalezas incluyen la existencia de un "tejido industrial consolidado". Algo, ha dicho Soler, que se tiene o no se tiene y cuya importancia es crucial. Soler ha señalado el dinero invertido "a paladas" en otros lugares de España y de Europa con el fin de promover la industria que no ha llegado a consolidarse, "como el mediodía italiano".

Los elementos prometedores comprenden el dinamismo demográfico y empresarial; la existencia de clusters —como el del automóvil o la cerámica—; la tradición exportadora; el alto nivel de los servicios de mercado y de la economía social; la potencia de la industria turística; la "oferta abundante de capital humano", y las universidades e institutos tecnológicos.

Las oportunidades que tienen ante sí la economía valenciana incluyen el margen de mejora tecnológica en la industria manufacturera; las posibilidades de aprovechar estas en distritos empresariales especializados; el campo de la industria y los servicios intensivos en conocimiento; el potencial turístico todavía sin desarrollar; las vías que abren las tecnologías de la información y la comunicación; la consolidación como centro logístico internacional de la Comunidad Valenciana, y su riqueza medioambiental.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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