Colau compra el suelo de la cárcel de la Trinitat para desencallar la Modelo

El Ayuntamiento de Barcelona y el departamento de Justicia de la Generalitat asumen que la cárcel Modelo no se cerrará en 2017, tal y como prometieron en 2014 el ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ambos de CiU. Una operación que pasaba porque el consistorio pagara en buena parte la construcción de dos nuevas cárceles en la Zona Franca (preventivos y centro abierto) y que el ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau no considera prioritario y que cuesta 80 millones de euros.

Pero la exigencia de ERC a Colau que ceda a la Generalitat el terreno para la nueva cárcel de preventivos como condición para apoyar sus cuentas ha acercado a las partes. El actual consejero de Justicia, Carles Mundó, y la teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento, Janet Sanz, se reunieron ayer para tratar la eternamente enconada cuestión. La reunión había sido solicitada desde hace meses por Mundó y Sanz la había cancelado en al menos una ocasión.

De la reunión salieron con dos acuerdos en el que las dos administraciones ganan. Por una parte se comprometieron a concretar, en las próximas semanas, en un convenio el protocolo que firmaron Trias y Mas: quién paga qué y calendarios. Y este convenio pasaría, según algunas fuentes, porque el Ayuntamiento cedería el solar para levantar el centro de preventivos, tal y como exige ERC, lo que supone el sí de los republicanos a las cuentas de Colau.

Sobre este solar de la Zona Franca podría comenzar a construir la nueva cárcel la Generalitat con los fondos obtenidos del segundo acuerdo que se hilvanó ayer: el Ayuntamiento comprará el suelo del centro abierto de la Trinitat Vella, la antigua cárcel de jóvenes.

Con los fondos de esta compra (dos millones de euros el primer año, ocho en total), la Generalitat podría comenzar a construir la nueva cárcel y el Ayuntamiento podrá constuir pisos de realojo para los vecinos del barrio que llevan años esperando. Pisos de realojo y también de alquiler social en la zona que ocupa la cárcel de la Trini y su entorno, en un solar propiedad de la Generalitat.

Desencallar la Modelo, supone además de trasladar el centro penienciario, liberar miles de metros cuadrados para equipamientos de barrio que la izquierda del Eixample lleva años aguardando. También aguardan para ponerse a dibujar los cinco equipos de arquitectos que resultaron elegidos para el concurso de redacción de la nueva cárcel de Barcelona.