_
_
_
_
_

Un juez anuló una adjudicación de CDC a una empresa que pagó el 3%

Palau-solità contrató de forma irregular a la empresa que donó al partido tras ganar otra licitación en Sant Cugat

Oriol Güell
Solar en Palau-solità i Plegamans que debía albergar el polideportivo.
Solar en Palau-solità i Plegamans que debía albergar el polideportivo.cristóbal castro

Un juzgado anuló en octubre de 2013 la adjudicación de un complejo deportivo de 4,8 millones de euros en Palau-solità i Plegamans ganada por Instal.lacions de Lleure Esportiu Illa, una de las empresas que pagó a Convergència el 3% de otra adjudicación en Sant Cugat. El juzgado consideró probado que el Ayuntamiento —cuya alcaldesa era la convergente Mercè Pla— mantuvo “negociaciones proscritas” con la empresa durante el concurso público y que la licitación “prescindió total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido”. El caso llegó a los tribunales tras una denuncia de la concejal de ICV Àngels Marcuello. La sucesora de Pla y actual alcaldesa, Teresa Padrós (PSC), enterró el proyecto tras la sentencia.

Los concejales de la oposición que se opusieron a la adjudicación la recuerdan como una “suma de irregularidades en favor de la empresa que siempre nos sorprendió”, afirma Marcuello. “Se aceleró el contrato justo antes de que acabara el mandato. Se cambiaron las reglas a medida de la adjudicataria, se le daban 1,5 millones de subvención, las previsiones de usuarios eran descabelladas...”, explica.

El concejal socialista Josep Maria Castany también fue muy duro en el pleno del 14 de abril de 2011, poco antes de las elecciones que harían perder la alcaldía a Mercè Pla. “Esta adjudicación, además de los defectos de forma, es abusiva y lesiva para el Ayuntamiento”, exclamó. La votación del proyecto dividió el pleno en dos mitades casi iguales: CiU, ERC y PP (nueve ediles en total) votaron a favor mientras PSC e ICV (ocho), en contra.

Según el relato de los hechos recogido por la sentencia —dictada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo 10 de Barcelona—, el proyecto arrancó el 28 de julio de 2010 con la aprobación del pliego de cláusulas. Tres meses más tarde, el concurso fue declarado desierto, lo que ya extrañó a los ediles de la oposición “ahora que hay cola en todas las licitaciones”, en palabras del socialista Castany en el pleno.

Sin publicidad

El Ayuntamiento decidió entonces modificar las cláusulas para incluir “la posibilidad de acudir a un procedimiento negociado sin publicidad en caso de declararse desierta la segunda licitación”, recoge el fallo. Pero esta segunda licitación —a la que solo acudió Instal.lacions de Lleure Esportiu Illa— se vio alterada porque el Ayuntamiento y la empresa empezaron a negociar nuevas condiciones no incluidas en el pliego cuando el plazo para presentar ofertas aún estaba abierto. La más destacable, que fue aceptada por el Consistorio, era que el Ayuntamiento concediera a la compañía una subvención directa de 1,5 millones de euros para hacer frente a las obras.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Todo el procedimiento se alargó hasta el final del mandato, cuando “el equipo de gobierno dio el último empujón que le faltaba al contrato con un pleno extraordinario celebrado solo unas semanas antes de las elecciones”, explica Marcuello.

Fracaso en Sant Cugat

“Entonces ya se sabía que la adjudicataria había fracasado en Sant Cugat en un proyecto similar al no conseguir financiación. Y pese a ello, o precisamente por ello, se les dio el contrato con unas condiciones muy favorables”, añade la edil ecosocialista.

Instal.lacions de Lleure Esportiu Illa logró en abril de 2008, en unión con otra empresa, la adjudicación para construir y explotar en Sant Cugat otro complejo deportivo. Poco después, la unión temporal de empresas (UTE) de la que formaba parte hizo una donación del 3% del contrato a la fundación CatDem de Convergència. En 2011, sin embargo, el proyecto de Sant Cugat había embarrancado y la UTE abandonado las obras. Fue entonces cuando Palau-solità i Plegamans le adjudicó un proyecto similar, incluso en coste —4,9 millones en Sant Cugat por 4,8 en Palau—.

Según la sentencia sobre esta última adjudicación, las irregularidades fueron de tal calibre que llevaron al juez a anularla. El fallo destaca que el Consistorio “orilló el trámite de declaración [del concurso] como desierto” y empezó a negociar de forma irregular con la empresa. Las negociaciones acabaron con “una variación sustancial de las condiciones iniciales del contrato” al aceptar el Ayuntamiento aportar 1,5 millones al proyecto,

EL PAÍS ha intentado recabar la explicación de los hechos de la exalcaldesa Mercè Pla, quien no ha atendido a las llamadas. Este diario tampoco ha logrado obtener la versión de Instal.lacions de Lleure Esportiu Illa, pertenece al grupo constructor Servial (en liquidación según el Registro Mercantil). Las repetidas llamadas a las sedes de ambas sociedades nunca han obtenido respuesta.

Los equipos de gobierno de Palau-solità i Plegamans han tenido una composición peculiar en los últimos mandatos. Entre 2007 y 2011, Mercè Pla gobernó con un tripartito de CiU (seis ediles), ERC (dos) y PP (uno). En 2011, la actual alcaldesa, Teresa Padrós, logró el cargo con el apoyo de ICV y una lista independiente, mientras ahora gobierna con Convergència y Ganemos.

Investigacion@elpais.es

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_