El plan de choque de Colau prioriza a los barrios de menor renta

La nueva alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, priorizará a los vecinos y los barrios más vulnerables. Así lo deja claro el Plan de Choque de Barcelona en Comú, la hoja de ruta de los primeros meses de mandato. Hoy tiene previsto estrenarse en Nou Barris, el distrito con menor renta de la ciudad y el más azotado por los desahucios. Lo hará junto a su regidora, Janet Sanz, mientras el resto de concejales comenzarán también su trabajo en sus distritos. En su primer acto oficial, Colau presidió ayer la jornada de aniversario de los Castellers de Barcelona.

La alcaldesa explicó tras ser investida, durante una entrevista en BTV, su intención de “estar a pie de calle, al lado de la ciudadanía que más sufre para hacer todo lo posible para impedir vulneraciones de derechos fundamentales como pueden ser los desahucios”.

Más allá del simbolismo de la visita de Colau a Nou Barris —el segundo distrito que más la votó tras Ciutat Vella—, el Plan de Choque se centra en “la lucha contra la desigualdad, el paro y la mercantilización de la ciudad”. La alcaldesa no se cansa de repetir que es un plan “ambicioso pero factible”, que muchas medidas no tienen coste, sino que pasan por “revisar drásticamente las prioridades” de gasto de la administración. Está cuantificado en 160 millones de euros —el presupuesto es de 2.400 millones— durante los últimos meses de este año y los primeros seis de 2016. El plan se estructura en cuatro ejes: empleo, garantizar derechos sociales, revisar privatizaciones y auditar la institución.

2.500 empleos. El plan prevé un programa de formación y creación indirecta de empleo en áreas como la rehabilitación de viviendas, la gestión de residuos, el comercio de proximidad, la atención a mayores, menores y dependientes, y el fomento de la economía cooperativa. El capítulo de empleo también prevé crear un sello municipal de calidad en la contratación que busca garantizar las condiciones laborales de los proveedores. También se revisarán las cláusulas, en materia laboral, de los contratos vigentes y el ayuntamiento aumentará las inspecciones con los agentes sociales.

Vivienda. La vivienda es una prioridad para quien fundó y fue durante años portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Colau quiere convocar a las entidades financieras que desahucian o tienen viviendas vacías. Si no cumplen, se las sancionará, como prevé la moción que aprobó el consistorio y que impulsó la PAH, advierte el Plan de Choque, que también quiere buscar la fórmula para que el Ayuntamiento pueda tener prioridad en la compra de pisos vacíos.

Alimentación. Invertir 20 millones para reforzar los comedores desde las guarderías hasta los institutos y centros abiertos; aumentar las plazas gratuitas con comida en casals y colonias en verano y revisar a la baja los baremos de acceso a las becas comedor.

Pobreza energética. Con un 10% de los hogares de la ciudad sufriendo pobreza energética, Colau también quiere sentar a las empresas proveedoras de luz, agua y electricidad para que cesen los cortes. Igualmente, quiere estudiar el coste que tendría remunicipalizar el agua.

Movilidad. Extender la gratuidad del transporte de los 12 años hasta los 16 y extender la colectivos vulnerables los descucentos de la T-Trimestre. Defender en la ATM una tarifa plana de 50 euros mensuales que dé acceso a metro, cercanías, bus, ferrocarriles, tranvía, bicing y car-sharing. Tiene un coste estimado de 5 millones. Colau también se ha comprometido a encargar la redacción del proyecto para rescatar el tranvía por la Diagonal.

Renta municipal complementaria. BComú afirma que destinará 25 millones de euros a introducir una Renta Municipal para complementar las ayudas de las familias que no lleguen a los 600 euros, como es el caso de los perceptores de la ayuda de 426 euros que se otorga cuando finalizan todas las prestaciones por desempleo.

Revisar proyectos. Aplicar una moratoria inmediata de la apertura de nuevos hoteles, revistar ampliaciones de centros comerciales y parar privatizaciones.

Transparencia. Además del sueldo de 2.200 euros para cargos electos y de confianza (una medida de la que ha excluido a los técnicos), Colau se propone auditar empresas como la Fira o el Consorcio de la Zona Franca, revisar “subvenciones innecesarias” y eliminar coches oficiales.