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LA FRAGMENTACIÒN DE LA SANIDAD PÚBLICA

El Colegio de Médicos rescata el plan de Boi Ruiz de desmembrar el ICS

Apuesta porque empresas privadas de profesionales gestionen la atención primaria

Jessica Mouzo
Sede del Colegio de Médicos de Barcelona.
Sede del Colegio de Médicos de Barcelona.GIANLUCA BATTISTA

El Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) ha rescatado una de las propuestas sanitarias más controvertidas de esta legislatura: el desmembramiento del buque insignia de la sanidad pública, el Instituto Catalán de la Salud (ICS), que gestiona ocho grandes hospitales y más de 280 centros de atención primaria (CAP). En un documento de propuestas para “mejorar” el ICS, el COMB hace suyas las sugerencias que ya recogía un documento del Departamento de Salud, dirigido por Boi Ruiz, de 2011 y otro de 2012 de la consultora PriceWaterHouse Cooper de trocear el gran ente público en empresas más pequeñas abiertas al capital privado.

Esta apertura a la entrada de dinero privado se realizaría a través de lo que el documento denomina eufemísticamente “alianzas estratégicas” con otros proveedores del sector. El COMB, que reúne a todos los médicos de Barcelona, apuesta por que el ICS “evolucione hacia una estructura de gestión más flexible” y actúe “como un auténtico grupo de empresas sanitarias descentralizadas”.

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Metges de Catalunya (MC), el sindicato mayoritario, se ha posicionado en contra de los cambios en la estructura del ICS. El presidente de MC, Francesc Duch, acusa al COMB de “potenciar la idea de fragmentar el ICS”.

Bajo la premisa de que la rígida estructura organizativa del ICS se ha quedado obsoleta y que el tamaño de la empresa pública la hace ingobernable, el documento al que ha tenido acceso EL PAÍS propone “dotar a los centros del ICS de capacidad legal” y convertir a los hospitales y centros de atención primaria en “entidades propias” para tener más autonomía y “poder llevar a cabo alianzas con otros proveedores”, sin aclarar si serán públicos o privados. “Este documento sale del COMB con la voluntad de crear un debate para mejorar la participación de los profesionales en los centros del ICS, que las decisiones se tomen cerca de los pacientes”, justifica el doctor Lluís Esteve, portavoz del COMB.

Una idea de Prat

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El catálogo de propuestas retoma así el proyecto de reformulación del ICS iniciado por Josep Prat, expresidente del ente público e imputado por varios delitos en el caso Innova de corrupción sanitaria. Aunque las sugerencias son menos ambiciosas que las de Prat, que proponía hacer del ICS un holding de empresas con filiales más pequeñas, el COMB también apuesta por ir un paso más allá de la personalidad jurídica única y acercar a los profesionales a la gestión de los centros hasta convertirlos, si es el caso, en empresarios sanitarios. “Hay que superar ciertas rigideces del sistema. La toma de decisiones tiene que estar en el nivel más bajo posible”, apostilla Esteve, que rechaza que las propuestas del COMB estén vinculadas a los informes de reformulación del ICS del Departamento de Salud y PWC.

Aunque el documento no concreta la figura jurídica de la que deberían dotarse los centros del ICS para tener más autonomía de gestión, sí da pinceladas sobre el rumbo que ha de tomar la nueva estructura. En la atención primaria, por ejemplo, el COMB propone “avanzar hacia la autogestión a través de sociedades de profesionales”, esto es, el modelo de las entidades de base asociativa (EBA), empresas privadas de profesionales sanitarios que gestionan los CAP. Esteve subordina esta posibilidad “al grado de autonomía y madurez de los equipos de atención primaria”. En Cataluña hay una decena de EBAS que tienen un concierto con el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut).

Pese a la falta de concreción en cómo se articularía legalmente un ICS descentralizado, Esteve señala que la solución no pasa por partir el ente. “Dentro del ICS puede haber mucho más grado de autonomía. El nivel de liderazgo es diferente según el equipo y tienen que ser los profesionales quienes incrementen, en base a eso, el nivel de autonomía”, apuesta.

En cualquier caso, la puerta para la entrada de empresas privadas en la sanidad pública se abre a través de alianzas estratégicas con otros centros sanitarios. Esta fórmula de colaboraciones con otros proveedores permite compartir o traspasar servicios entre los centros en aras a “evitar duplicidades y mejorar la gestión de recursos”. El documento propone “crear alianzas con el resto de proveedores del territorio”, sin especificar si existen líneas rojas con centros de la red privada. Esteve limita “en principio” estas alianzas a proveedores de la red pública (Siscat) y defiende que “los centros del ICS tienen que tener autonomía para relacionarse y dialogar, clínica e institucionalmente, con los distintos proveedores de un territorio”.

El texto también remarca la necesidad de mejorar las retribuciones salariales de los trabajadores y que se elaboren los presupuestos de los centros según el contrato programa, y “no siguiendo un presupuesto histórico, ya que ello no refleja la realidad concreta del territorio”, apunta Esteve.

Debate avanzado

 Aunque el COMB insiste en que este documento solo pretende abrir un proceso de discusión en el ICS, lo cierto es que el debate ya está bastante avanzado. El pasado miércoles, la cúpula del ICS participó en una jornada de trabajo sobre liderazgo profesional y autonomía de gestión con directivos de atención primaria para informar de la nueva estructura organizativa y de gestión de las áreas básicas de salud. El ICS ha optado por romper la rigidez actual del ente mediante una fórmula alternativa a las EBAS que proponía el COMB.

Se trata de las unidades de gestión de atención primaria (UGAP), que ya funcionan como programa piloto en algunos equipos territoriales. Fuentes consultadas aseguran que el modelo, que aún no se ha concretado totalmente, pasa por partir las funciones de gestión. Si hasta ahora un médico era el responsable de un equipo de atención primaria, ahora se apuesta por que haya un gerente al frente de las labores organizativas y administrativas del equipo (que de momento serían los propios profesionales) y dar, además, a los médicos un papel de líderes clínicos. Todo ello, en principio, sin desvincularse jurídicamente del ente público.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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