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Una funcionaria a De Lara: “Los maletines son como el caldo gallego”

Una imputada de la Pokémon denuncia nuevas irregularidades en el Ayuntamiento de A Coruña, donde tuvo responsabilidades durante 30 años y fue víctima de supuesto acoso laboral por parte de sus superiores. De su despacho desaparecieron unos 80 expedientes

A María Elena Álvarez Cortiñas le sugirieron que no declarase pero llegó al juzgado e hizo lo que le pidió el cuerpo. Esta alta funcionaria del Ayuntamiento de A Coruña, recientemente jubilada después de tres décadas asumiendo responsabilidades en el consistorio (con los socialistas Francisco Vázquez y Javier Losada, y el popular Carlos Negreira como alcaldes), prestó declaración como imputada por un delito de tráfico de influencias en relación con la adjudicación de la ORA y la grúa a Doal, una empresa del grupo Vendex. Y lo hizo durante más de cuatro horas en las que no paró de hablar y aportar documentación y endemoniados detalles sobre el proceder de mandos municipales. Además de imputada, ahora es una caudalosa fuente de información para la juez Pilar de Lara, instructora del caso Pokémon. "Ni al PSOE ni al PP les interesa que venga a declarar", comentó al hilo de su relato.

Probablemente con temores fundados, José María Tutor, gerente en Galicia de la empresa situada en el epicentro de la trama, le advirtió un día antes de su cita en el juzgado de Instrucción 1 de Lugo que si abría la boca ante la magistrada habría "40 imputados más". La funcionaria cuenta esto a la juez en una declaración que acaba de ser entregada a las partes en formato de audio. Y además de describir el calvario que padeció a lo largo de sucesivos mandatos, sometida a un supuesto acoso laboral (denunciado ya en un juzgado de A Coruña) por parte de jefes y concejales, narra con detalle presuntas irregularidades en varios negociados de María Pita o turbios episodios sobre diversos servicios municipales como la grúa y la ORA. Y revela elocuentes conversaciones como una sobre "maletines" que, según dice, mantuvo en una cena con Tutor, entonces gran amigo suyo, hace unos años.

"Yo sabía que había maletines", le explica en la grabación a la juez De Lara, titular del número 1 de Instrucción de Lugo. En palabras de la funcionaria, los maletines, es decir, los sobornos a cambio de favores políticos, son "una cosa que está ahí desde hace tiempo", de lo que "siempre se habló", porque son "como el caldo gallego". Según ella, en una ocasión, cuando estaba tramitando el proceso de adjudicación que arrebató la grúa y la ORA a Setex-Aparkisa a favor de Vendex, recibió la misteriosa llamada de una empresa cazatalentos que la quería fichar para un cargo en una firma concesionaria de aparcamientos en Galicia. Quedó con Tutor para contárselo, y le dijo "me quieren para que lleve maletines, porque conozco a los concejales y técnicos de los siete Ayuntamientos, pero yo para esto no sirvo". A lo que el jefe de Vendex en Galicia -investigado entre otras cosas por pagar supuestas mordidas a PP, PSOE y BNG por toda la comunidad en un viaje entre ciudades que él mismo definía como "la ruta del bacalao"- según su relato le contestó: "Pero si no tienes que servir. Ya te dicen ellos [por los políticos] cómo hacerlo... Pero si es que te los piden, Elena, te los piden".

En su declaración, la funcionaria, que ocupaba la escala más alta entre la plantilla municipal, también confirmó la existencia de un sinfín de enchufados en concesiones de Vendex y enumeró una serie de insultos, presiones y abusos sufridos por ella a cargo de varios ediles y responsables de áreas municipales. Como consecuencia, en el último tramo de su carrera encadenó varias bajas. En una ocasión, al volver de una de ellas, se encontró con que el disco duro de su ordenador había sido supuestamente violado y vaciado de contenido. Otra vez, de su despacho desaparecieron unos 80 expedientes sobre contratos. Elena Álvarez Cortiñas dice que denunció el asunto a Carlos Negreira pero no recibió respuesta. A los dos días, le fueron devueltos en un carrito de la compra, pero desordenados y amputados. Asegura a la juez que faltaba gran cantidad de documentación.    

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