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Rosario de denuncias al PP en Galicia por manipular votos de ancianos

La Junta de Zona salda con multas por 40 y 50 euros la vulneración “sin ningún género de dudas” de la Ley Electoral

José Manuel Baltar y Alberto Núñez Feijóo, durante un acto político en 2013.
José Manuel Baltar y Alberto Núñez Feijóo, durante un acto político en 2013.NACHO GÓMEZ

Al PP de Ourense que preside José Manuel Baltar, el hijo-sucesor del histórico barón condenado por prevaricación tras haber enchufado a 104 personas en la Diputación, se le acumulan denuncias por supuesta manipulación y presión a ancianos impedidos para conseguir sus votos en estos comicios. El presidente heredero empieza a hacer frente a un rosario de acusaciones por las mismas prácticas de clientelismo que históricamente se atribuían a su progenitor.

La Junta Electoral de Zona de Ourense ha resuelto la primera de las denuncias, relativa al municipio de Amoeiro, con una resolucion inapelable en la que considera “acreditado” que las trabajadoras sociales y candidatas del PP denunciadas vulneraron la Ley Electoral General al pedir el voto por correo de varios ancianos impedidos. La Junta de Zona acepta “sin ningún género de dudas” el testimonio de los ancianos que denunciaron las presiones e impone multas por 40 y 50 euros a dos de las empleadas municipales mientras exime a una tercera considerando que no es candidata, aunque lo sea su hermano.

La práctica totalidad de las acusaciones, que afectan a distintos municipios de la provincia, tienen un denominador común: los ancianos relatan que quienes intentan presionarlos para que voten al PP son empleados municipales.

A Sergio y Felisinda, un matrimonio de una aldea de Amoeiro, los visitaron una tarde de comienzos de mayo dos trabajadoras de ayuda a domicilio, una de ellas candidata y la otra, hermana de un integrante de la lista. Sergio no pensaba votar, pero ellas insistieron. "Nos dijeron que harían todos los trámites y nos mandarían un notario gratis", relata el matrimonio el episodio en un vídeo grabado por el alcalde y candidato del PSOE de ese Ayuntamiento, Rafael Villarino, aportado como prueba en la denuncia. El socialista incorporó otro vídeo más con el testimonio de la directora de un geriátrico del municipio relatando la reunión que, según asegura, mantuvo con las dos empleadas que acudieron a ella para ofrecerle “certificados de que los abuelos no son válidos para ir a votar” firmados por un médico casado con una candidata del PP. También ponían a su disposición el notario gratuito para gestionarles supuestamente los votos.

Baltar reaccionó tildando de "peliculero" al socialista y amenazando con una querella contra el PSOE por obstrucción y simulacro de delito y otra por injurias y calumnias contra la directora del geriátrico. "Nosotros cumplimos la Ley y los vecinos van a votar al PP sin necesidad de mangoneos", advirtió el aspirante popular a la alcaldía en ese municipio, José Ángel Sampayo, uno de los asesores personales del presidente provincial. "Esto es el baltarismo que no cesa", denuncia Villarino la pervivencia del "histórico clientelismo político" del PP ourensano. "Si lo hacen en este Ayuntamiento, en donde no gobiernan, qué no harán en los otros", se pregunta el regidor.

En el municipio de Sandiás que preside con ininterrumpidas mayorías absolutas desde hace 36 años la popular Concepción Méndez, fue el candidato de una agrupación independiente de electores, Felipe Traveso, quien denunció la presunta manipulación. Traveso ha demandado en vía penal a la alcaldesa. La acusa de "valerse de trabajadores municipales de asistencia social que gozan de la confianza de los ancianos para incitarlos a votar por el PP". El candidato independiente asegura que puede documentar la denuncia. De la misma forma que su compañero de partido en Amoeiro, Méndez despachó la acusación negándola con el argumento de que ha ganado todas las elecciones con holgura y no necesita apaños. "El que me quiere votar lo hace y el que no, no", sentencia la veterana alcaldesa.

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La escena de los trabajadores municipales presionando a ancianos salpica, a tenor de las denuncias que se van sucediendo, a toda la geografía ourensana. En una pequeña aldea del municipio de Vilardevós, otro vecino de edad impedido instó a la trabajadora de ayuda a domicilio a que corriera tras una candidata de la lista del PP que acababa de visitarlo. El anciano aseguró que la mujer le había "arrebatado" el sobre con la documentación para cubrir su voto por correo que le acababa de dejar el cartero en casa. Los socialistas denunciaron ante la Junta Electoral, que aun no ha resuelto. El PSOE ha reclamado la "intervención inmediata de la Fiscalía y de los jueces" para que velen por "la transparencia y el cumplimiento estricto de la Ley Electoral".

Los servicios jurídicos del PSOE ultiman otra denuncia. Afecta al municipio fetiche del baltarismo, Esgos, el pueblo del fundador del baltarismo en donde el hijo-sucesor es teniente de alcalde. La denuncia recoge el testimonio de la familia de un hombre ingresado en el geriátrico del municipio. Su nieta dejó un mensaje privado en la cuenta de Facebook del candidato del PSOE, Víctor Pérez, alertándolo de la supuesta manipulación de votos con la esperanza de que hiciera algo. Pérez se puso en contacto con la familia que le detalló que el abuelo insistía en que dos mujeres, que no identifica, les "mandaron firmar papeles" a los residentes. El anciano le dio importancia por el comentario que asegura que una de ellas hizo a la otra: "Esto nos podría costar la cárcel", sostiene que escuchó. Su hija está dispuesta a testificar.

En este escenario de denuncias constantes, la Junta Electoral ha aceptado una preventiva registrada por los socialistas de Verín reclamando que se impida a los interventores del PP una "práctica habitual" consistente en "llamar a los censados que a las cinco de la tarde no han acudido a votar anunciándoles que los recogen en un taxi". La junta ha levantado acta prohibiendo esta práctica que "puede coaccionar el ejercicio del derecho al voto y a no ejercerlo" y advierte de que puede ser constitutiva de un ilícito penal. Atrás queda la época en la que el exbarón del PP reconocía públicamente que había cambiado las papeletas de unos votantes de su pueblo camino de la urna. El primero de los Baltar se jactaba de su práctica y de su olfato político en una entrevista publicada en 2009 en Xornal de Galicia. Aseguraba que pese a que los vecinos le dijeron que iban a votar al PP él sospechó que no lo harían, con lo que les cambió los sobres por unos del PP y los acompañó hasta la urna. Después pudo comprobar que no se equivocaba: habrían votado al PSOE.

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