La Justicia vasca impuso 5.871 condenas alternativas a la cárcel

La judicatura vasca impuso el año pasado 5.871 condenas alternativas al ingreso en prisión por delitos de menor gravedad cometidos en Euskadi, y el 52,6 % de ellas (3.094) fueron trabajos en beneficio de la comunidad.

El portavoz del Gobierno vasco y consejero de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka, ha difundido estos datos que se incluyen en el balance del pasado año del Servicio Vasco de Gestión de Penas (SVGP) analizado en el Consejo de Gobierno de este martes.

Este servicio, coordinado y financiado por el Ejecutivo vasco, se encarga de reeducar y reinsertar en la sociedad a las personas que han cometido delitos, normalmente de menor gravedad, y a las que los jueces han decidido imponer condenas alternativas a su entrada en prisión.

Erkoreka ha explicado que las 5.871 condenas alternativas dictadas el pasado año lo fueron sobre delitos cometidos por 4.702 personas (4.176 hombres y 526 mujeres) y, en su gran mayoría, el 63,42 % de los casos, se trató de delitos contra la seguridad vial y por violencia de género.

Se ofrecen tres formulas alternativas al ingreso en prisión

Ha añadido que el Servicio Vasco de Gestión de Penas ofrece tres formulas alternativas al ingreso en prisión. Por un lado, los trabajos en beneficio de la comunidad, que según ha dicho no son "trabajos forzados", sino que los condenados llevan a cabo labores de formación y reeducación con el objetivo de la resocialización. La mayoría de las penas alternativas dictadas, el 52,6 % del total, fueron de este tipo.

También están las suspensiones y sustituciones de condenas. En estos supuestos las penas quedan suspendidas con la condición de que la persona que ha delinquido participe en algún programa terapéutico o de salud mental. En 2014 la judicatura dictó 2.639 autos de cambio de condena por la participación en este tipo de programas, el 44,9 % del total.

Finalmente están las llamadas medidas de seguridad en las que los condenados, en lugar de ir a cárcel, cumplen su pena en un centro de salud mental. El pasado año se dictaron 138 autos de este tipo, el 2,3 % del total.

Erkoreka ha explicado que la gran mayoría de las penas conmutadas tienen que ver con la seguridad vial (en 2014 se dictaron 1.788 autos, el 30,45 % del total) y la violencia de género (1.936 autos, el 32,97 %) y que por ello el Gobierno vasco ha desarrollado programas especializados de reeducación en estos ámbitos.

Por una parte está el programa de sensibilización en materia de seguridad vial, que consiste en talleres formativos o de reeducación dirigidos a evitar la reincidencia y en los que los penados también hacen actividades de utilidad pública para prevenir accidentes de tráfico.

El consejero ha dicho que en 2014, 826 personas participaron en los 33 talleres de este tipo organizados en todo el País Vasco y ha destacado el "alto nivel de éxito" logrado, ya que el 81,59 % de las personas recibieron la calificación de aptas.

Por otro lado, está el programa "Gakoa" en el ámbito de la violencia machista, que pretende responsabilizar a los hombres sobre el delito cometido y reconducir las actuaciones violentas contra sus mujeres. A lo largo de 2014, un total de 249 hombres participaron de esta iniciativa y se llevaron a cabo 1.441 sesiones individuales, familiares y en grupo.

El Servicio Vasco de Gestión de Penas funciona desde 2011 y está formado por profesionales del ámbito jurídico, psicológico y del trabajo social. Es un servicio gratuito al que el Gobierno vasco ha destinado en 2015 un total de 729.600 euros.

El objetivo es que los condenados "asuman" su responsabilidad por las consecuencias del delito cometido y contribuyan a la reparación del daño causado a su víctima o a la comunidad a la que pertenece, según ha descrito Erkoreka.