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La manifestación del Día de la Hispanidad

Miles de personas reivindican la unidad de España en Barcelona

Societat Civil Catalana no consigue llenar la plaza de Catalunya en el Día de la Hispanidad

Miles de personas -unas 38.000, según la Guardia Urbana- se han concentrado esta mañana en la plaza de Catalunya de Barcelona en defensa de la unidad de España y en contra de la secesión. El acto, convocado por primera vez por Societat Civil Catalana, la entidad nacida el Día de Sant Jordi y formada por ciudadanos de diferentes ideologías, ha gozado del apoyo del Partido Popular, Ciutadans y de UPyD. La jornada, en la que se han confundido las banderas españolas y senyeras, ha sido un clamor contra el proceso soberanista de Artur Mas a quienes los manifestantes le han pedido en varias ocasiones la dimisión. El acto ha concluido con los acordes del himno español.

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Convocada bajo el lema Por la España de todos, los manifestantes se han agrupado en el centro de la plaza, delante del escenario y en las tres pantallas gigantes situadas en tres de sus chaflanes. La organización había fletado una veintena de autobuses gratuitos pero, pese al despliegue de medios, no ha podido llenar la plaza. De hecho, las cifras de asistencia son muy similares a las de hace un año cuando la Guardia Urbana calculó que acudieron unas 30.000 personas. Miembros de la organización -que no dan cifras de participación así como tampoco este año la Delegación del Gobierno en Cataluña- subrayaron que en su cúpula directiva hay varios militantes socialistas pero admitieron que a los ciudadanos de izquierda les cuesta sumarse a un acto que volvió a tener el sello del Partido Popular. Aún así, asistieron a la concentración el colectivo Alternativa Ciudadana Progresista, que ha lucido banderas republicanas, y miembros de Podemos. Pero también militantes de Vox y de la xenófoba Plataforma per Catalunya cuyo secretario general, Robert Hernando, ha presumido en un tuit de haberse manifestado junto a Victoria Álvarez, la examante de Jordi Pujol Ferrusola a quien delató por fraude fiscal. "Un honor haber compartido cabecera y causa con una mujer íntegra y valiente", ha dicho Hernando en las redes sociales.

"No queremos elegir entre ser catalanes y españoles"

CLARA BLANCHAR

Los manifestantes, entre los que predominan las familias, han coreado vivas a España, y consignas como "¡Cataluña es España!", "Mas cabrón, España es tu nación". Han ondeado tanto banderas españolas como senyeres, que también llevaban atadas al cuello, y lucían camisetas de la selección española o polos ribeteados con la bandera tricolor. PxC ha lucido la pancarta "La casta nos roba" y Vox, "Cataluña es España". Raquel, que se ha desplazado de Gavà con tres generaciones de su familia, manifestado que defiende "una Cataluña española" y rechazaba tener que elegir "entre ser catalanes o españoles". Su familia y ella misma lucían senyeres y banderas catalanas y se muestra partidaria de votar sobre el futuro de Cataluña en una convocatoria "en la que voten todos los españoles". También un grupo de ocho amigas de 14 años estudiantes de la escuela Canigó, del Opus Dei, ha acudido al centro de Barcelona con las caras pintadas con la bandera de España y portando senyeres.

La corrupción política y en especial el caso Pujol también han sido protagonistas del acto, con pancartas caseras como "Pujol y Mas roban de más". Francisco, de Barcelona, estuvo en la concentración del año pasado y en la mañana de hoy aseguraba que "este año hay el doble de gente". ¿El motivo? "El caso Pujol", sostenía. "Aquí la gente creía que los políticos catalanes eran dioses y se les ha caído el dios. Y al mesías, que es Mas, ya no le cree nadie", aseguraba.

Los manifestantes provenían sobre todo de Barcelona, pero también de municipios de su entorno: Molins de Rei, Gavà, Sant Cugat. Y de más lejos, de Lleida han viajado cuatro autocares, tres costeados por el PP, explicaba Ivan. "Aunque muchos no somos del PP", aclaraba. Cerca de donde hablaba Ivan, un pequeño grupo de ultras han gritado vivas a Franco, una consigna que ha sido acallada por el entorno, que ha pedido silencio.

El acto, que ha contado con un presupuesto de 60.000 euros, según fuentes de Societat Civil, se ha  ha iniciado, igual que hace un año, con música de discoteca pinchada por un DJ que trabaja en la misma empresa que el que suele hacerlo en las fiestas del partido de Mariano Rajoy. Poco antes, los militantes populares han desplegado una gigantesca senyera cosida a una española, de más de 50 metros de longitud y cinco de ancho, que ha ocupado la calzada de la parte superior de la plaza. La organización había solicitado a los partidos que no exhibieran sus emblemas. Pero el Partido Popular ha hecho caso a medias porque muchos de sus militantes y al menos dos de sus diputadas han lucido camisetas azules con su último lema: "Los del PP Somos gente legal". Justo antes de empezar el acto político, Alicia Sánchez-Camacho ha pedido la dimisión de Mas y ha mostrado su tristeza por la ausencia de Miquel Iceta. "Creo que Pedro Sánchez hoy estaría aquí", ha dicho. Albert Rivera, en clave electoral, ha pedido independizarse del "PP, del PSOE, de la corrupción, del paro y los que piden la secesión".

Bajo un sol implacable, José Rosiñol, miembro de Societat Civil Catalana, ha arrancado los discursos diciendo: "TV-3 se ha equivocado. ¡No llueve!", ha dicho para regocijo de los manifestantes que han soportado un calor de justicia protegidos por paraguas con el color de la bandera española que regalaba la organización. Toda la plana mayor del PP se ha situado en la primera fila ante el escenario. El acto ha sido eminentemente político y al final han fallado dos actos anunciados: la orquesta de músicos integrada por todas las comunidades autónomas y la muestra gastronómica española. La entidad sí ha mostrado un documental en el que cuatro rostros conocidos han defendido la unidad de España: los socialistas Josep Borrell y Marina Subirats; el catedrático de Economía Aplicada Francesc Granell y Enric Lacalle, presidente de Barcelona Meeting Point. Luego han desfilado ciudadanos anónimos y ediles defendiendo su rechazo a tener que elegir entre sus identidades. Joaquim Coll, vicepresidente del colectivo, militante socialista, ha calificado el secesionismo de "movimiento de supremacía y naif". Y el presidente de la entidad, Josep Ramon Bosch, que está casado con una dirigente de Convergència en Santpedor, ha coronado su discurso diciendo: "España es nuestra y los catalanes no pensamos renunciar". El acto ha culminado con el himno de España. Pese a que muchos manifestantes reivindican tanto su españolidad como su catalanidad, no ha sonado el himno catalán y solo el español.

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