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opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El plumazo del PP

Cospedal es la mayor experta en borrar todo aquello que no le gusta, avergüenza o puede suponer un desgaste electoral para su partido

Esta semana no hablaré de Rajoy aunque alguien lo haya malpensado (dado que escribo sobre él muy a menudo últimamente). Me refiero a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que me parece la mayor experta del reino en borrar de un plumazo todo aquello que no le gusta, avergüenza o puede suponer un desgaste electoral para su partido.

Lo hizo para ocultar que Bárcenas se dedicaba por encargo del PP a disimular su financiación irregular, los sobresueldos y las dádivas millonarias que reciben sus dirigentes. De un plumazo obvió que había mentido a los españoles al decir que Bárcenas había sido cesado como tesorero del PP hacía tiempo cuando en realidad estuvo manejando sus cuentas casi hasta que se descubrió la trama. De un plumazo (aunque en este caso mejor habría que decir que mediante un discurso digno de Groucho Marx) echó tierra sobre  “la indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido” del extesorero. De un plumazo se ha quitado de encima las evidencias que muestran los pagos irregulares a dirigentes del PP de Castilla-La Mancha a cambio de favores, los múltiples negocios de su marido en torno a tramas bien conocidas y no precisamente ejemplares, las promesas que hicieron a los españoles antes de gobernar y que luego han incumplido sistemáticamente y, en fin, todas y cada una de las mentiras que en Cospedal, como dijera Terencio, "va una pisándole los talones a otra".

Pero la gran especialidad de la secretaria general del Partido Popular que nos gobierna es la de quitarse de en medio como vengo diciendo, de un plumazo, los datos que pueden mostrar la falsedad de sus afirmaciones o promesas. Lo hizo para poder decir que los servicios de dependencia en su comunidad funcionan mejor con ella, o para tapar la situación real de sus servicios públicos a causa de los recortes tan grandes que viene realizando. Y el último plumazo lo acaba de dar para evitar que las estadísticas de paro reflejen el fracaso estrepitoso de la política económica y social que lleva a cabo.

Según ha denunciado Comisiones Obreras, la empresa que contrató el Gobierno de Cospedal tras privatizar el servicio público de empleo ha excluido arbitrariamente del registro de desempleados a 49.232 personas que no encuentran empleo, lo que significa que desaparecen de la estadística correspondiente una de cada cinco personas desempleadas.

La reacción ante una denuncia tan escandalosa es la que también suele ser habitual en Cospedal: no presentar ni una solo prueba de que semejante hecho es falso e insultar y amenazar con demandas a los denunciantes. Demandas, como en otros casos, que también se desvanecerán al poco tiempo de un plumazo, por la cuenta que les trae.

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