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El debate sobre la pobreza acaba con buenos propósitos pero sin dinero

Las entidades ven las medidas insuficientes y critican la falta de grandes acuerdos

El debate monográfico sobre la pobreza culminó ayer con sabor agridulce para las entidades que luchan contra las desigualdades. La mayoría parlamentaria de Convergència i Unió y Esquerra tiró adelante muchos buenos propósitos, pero sin dinero. Solo dos medidas de las dieciocho que se aprobaron incorporan medidas económicas concretas: cuatro millones de euros para las entidades sociales, y 10 para programas de formación relacionados con la Renta Mínima de Inmersión. Ambas partidas, sin embargo, ya estaban previstas antes del pleno y no suponen ninguna partida presupuestaria nueva.

Tal como anunció el Gobierno, las cuentas no se tocarán. Lo evidenció una propuesta de Iniciativa per Catalunya, que pidió crear un grupo de trabajo con todos los Departamentos y los partidos para estudiar modificaciones en los Presupuestos en un período de dos meses. CiU y ERC —que votaron lo mismo en todas las propuestas— rechazaron la proposición. Pese a ello, el republicano Oriol Amorós presumió de haber logrado propuestas con deberes económicos. Le respondió Laura Massana, de ICV: “¿Cómo puede decir que hay compromiso presupuestario si no hemos modificado los Presupuestos?”, se preguntó la ecosocialista.

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Donde no llegó el dinero llegaron los compromisos. CiU y ERc pactaron varias acciones para luchar contra las desigualldes. Entre otros puntos aprobados, avalaron una propuesta para ampliar la tregua energética a todo el año para las familias; se comprometieron a renovar la Renta Mínima de Inserción (RMI) y las prestaciones sociales de la Generalitat aprovechando la Iniciativa Legislativa Popular de la Renta Garantizada de Ciudadanía; y votaron para que las becas comedor alcancen el 100% en el caso de pobreza extrema y permitir solicitarlas una vez empiece el curso, algo que no era posible hasta ahora. Ambos grupos llegaron a acuerdos con Ciutadans, la CUP y el PSC. Iniciativa y el PP se abstuvieron de sus proposiciones al entender que eran insuficientes.

Los partidos que propusieron el pleno, PSC, Iniciativa y la CUP, lamentaron en sus conclusiones que las medidas aprobadas se quedan cortas para luchar con garantías contra la pobreza. El mismo diagnóstico que hicieron las entidades sociales, cuya voz no se ha escuchado en el pleno por el veto de la mayoría parlamentaria.

El Gobierno confía ahora en aprobar el pacto nacional contra esa lacra
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“Nos sobraron los reproches entre los partidos y nos faltaron propuestas consensuadas. Necesitamos llegar a una acción conjunta, a un pacto de país en el que se tomen medidas estructurales, de calado, para revertir la situación y reducir la pobreza”, expuso Ángels Guiteras, presidenta de la Mesa del Tercer Sector. Guiteras apremió al gobierno para que la propuesta de revisar la RMI se haga “rápido” y calificó de “medida paliativa” la resolución de alargar durante todo el año la tregua energética. “No es suficiente porque a las familias las siguen dejando como deudoras. Ellas nunca podrán pagar las deudas acumuladas de todo el año”, protestó la presidenta de la Mesa del Tercer Sector.

Por su parte, la asesora en políticas sociales del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y presidenta de Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS), Teresa Crespo, criticó la falta de consenso entre los grupos parlamentarios para sacar resoluciones conjuntas, tal y cómo ella había solicitado. “No ha habido voluntad de llegar a un consenso y las resoluciones son una muestra de ello. No hay ningún acuerdo común de todos los partidos”. Crespo denunció, además, que a pesar de haber coincidencia entre los partidos de la necesidad de dar unos ingresos mínimos a las familias sin recursos y de asumir que la tregua energética era insuficiente, falta “fijar prioridades, porque no todo es posible de hoy para mañana”.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos de Cataluña (Fapac), Alex Castillo, analizó la flexibilización en becas-comedor. “Ha sido un pleno, como su nombre, pobre. La propuesta de las becas-comedor ya existía a nivel institucional entre los consejos comarcales y el departamento de Enseñanza. No incorpora ningún elemento adicional a los que ya teníamos”, denunció. Entidades, partidos y gobiernos tendrán la oportunidad de alcanzar un acuerdo unitario con el pacto nacional para la lucha contra la Pobreza. El Departamento de Bienestar confía en poder completarlo y firmarlo antes de verano.

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