Rezos en la India, surf en Portugal, desahucio en Madrid...Te mostramos las fotos de la actualidad
Un agujero de 50 metros de diámetro se ha tragado varias casas de un pequeño pueblo cerca de la ciudad rusa de Solikamsk (Urales). El agujero empezó a formarse el tras el colapso de una mina de la corporación rusa Uralkali y obligó a las autoridades locales a evacuar a los habitantes de la aldea ubicada en la zona del desastre.Oficina de Prensa de Uralki (EFE)Una multitud acompaña al cuerpo sin vida del supuesto insurgente Shiraz Ahmad, durante su funeral en Panjran, India. Tres supuestos insurgentes murieron en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad indias cerca de la localidad de Tral, en la Cachemira india.Dar Yasin (AP)Un surfista gira en el aire durante una sesión de surf en la playa del Norte en Nazare (Portugal).Francisco Seco (AP)Carmen Martínez Ayudo, de 85 años, llora durante su desahucio en Madrid (España). Carmen, vive con una pensión de 630 euros al mes, no ha podido hacer frente al pago de su vivienda tras quedar su hijo en el paro. Finalmente se ha ejecutado el desahucio a pesar que un grupo de activistas ha intentado impedirlo.Andres Kudacki (AP)Vecinos protestan y golpean la furgoneta antidisturbios después de que la policía detuviera a un activista y desalojara a Carmen Martínez Ayudo de su vivienda, en Madrid (España).Andres Kudacki (AP)Un preso de la cárcel de Korydallos, observa el vuelo de una paloma que se acerca a su ventana, cerca de Atenas (Grecia).Petros Giannakouris (AP)Devotos realizan un ritual religioso en el templo Pashupatinath durante el festival Bala Chaturdashi, en Katmandú (Nepal).Navesh Chitrakar (Reuters)La tonadillera Isabel Pantoja, condenada a dos años de prisión por blanqueo de capitales, se dirige, seguida por dos funcionarias, a la entrada de la cárcel sevillana de Alcalá de Guadaira para cumplir su condena.Rafa Alcaide (efe)El presidente indonesio Joko Widodo, se hace un selfie, junto a un grupo de estudiantes recién graduados, entre ellos, su hijo menor, Kaesang Pangarep, en Singapore.ALFREDO ESTRELLA (AFP)
