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Cavalli reta a Cipriani para imponerse como restaurante de moda en Ibiza

El diseñador italiano se estrena como hostelero en la isla frente al local del nieto del fundador de mítico Harry's Bar de Venecia

El diseñador Roberto Cavalli.
El diseñador Roberto Cavalli.MAX ROSS (CORDON PRESS)

Reto de cercanía en Ibiza entre dos iconos fashion de Italia. Un gigante de la moda, Roberto Cavalli, acaba de desembarcar en la isla con su cadena de restauración de lujo. El diseñador ha plantado su logo-negocio en el ámbito portuario ante otro establecimiento de rango, el Downtown de Giuseppe Cipriani, nieto del fundador del mítico Harry’s Bar de Venecia, donde nació la fama del carpaccio.

No son los únicos que se disputan convertirse en el lugar de moda en la isla. Los hermanos Adrià (Ferran y Albert) anuncian para 2015 un enigmático tinglado gastronómico y de ocio, bajo el amparo de una marca que creció en una carpa del Cirque du Soleil y el Casino de Ibiza. A la vez todos competirán con la factoría de espectáculo y manjares Lío de la firma Pachá y el collar de discos y clubes tradicionales Space, Privilege, Café del Mar, Amnesia, más el nuevo Booom! del mismo Cipriani. Ibiza ha cimentado su marca universal y las grandes marcas llegan –o nacen allí– para competir y hacer caja durante las escasas 16 semanas y media de la temporada de la buena vida al sol y de noche.

Antes de que llegara Cavalli, Giorgio Armani y Valentino y una selección de sus top models y divas navegaron por aguas de Ibiza y Formentera en sus fastuosos yates mansiones, el Blue one y el Main. Cavalli promete un “ambiente elegante y sofisticado” en su restaurante lounge de 2000 metros cuadrados para 140 plazas. Se dice fiel a su “filosofía” resumida en “la pasión por la belleza y la sensualidad”.

A primera hora de la tarde de ayer era posible reservar una de las 140 plazas. El local abre desde las ocho de la tarde hasta más allá de las cuatro de la madrugada. Los vinos son de la bodega familiar, todas las telas, manteles y el piso llevan el dibujo y el corte del autor y dueño. El vodka está etiquetado a su nombre. Pastas, comida japonesa y pescado a la sal triunfan. El portal se abrió hace diez días pero aún no se ha visto por allí al modisto, entre las 500 plantas que recrean jardines tropicales y mediterráneos y ocultan a la clientela.

El menú mínimo por persona es de 140 euros. Nada que ver con los 1.500 por cubierto que anuncian como gancho prohibitivo en la única mesa de doce personas del Sublimotion de Paco Roncero. Este menú, que se anuncia como el más caro del mundo, se sirve en Hard Rock Hotel en el complejo playero del Ushuaïa de los dos Abel Matutes, padre e hijo. Esos potentados VIP locales hicieron del ultra lujo una opción comercial de éxito en tiempos de crisis. Buscan “un delicado equilibrio entre talento, pasión, estética y ejecución”.

Giuseppe Cipriani pagó casi nueve millones de euros por un solar en el puerto. Levantará un hotel de autor de su cadena lujosa. Ningún diseño actual ha superado el perfil de la ciudad portuaria amurallada de Ibiza, Dalt Vila. En las web y notas de prensa de las firmas internacionales que compiten todas aluden a ese horizonte nocturno, a las vistas a su skyline, una arquitectura militar que preserva trazos mínimos y nuevos de arquitectos de mucho rango como Erwin Broner, Elías Torres y Josep Lluís Sert. No lejos de los restaurantes italianos queda un complejo de apartamentos que firmó Jean Nouvel.

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