Indultos
Si se ve que no es necesaria la ejecución de la pena, pues el sentenciado se ha rehabilitado, tiene sentido que este sea indultado. Si la pena es desproporcionada, el indulto se ve más necesario.
El extoxicómano David Reboredo ya está rehabilitado. Y la pena que le cayó parece desproporcionada: siete años de prisión. Por tanto, en este caso, el indulto estaría fundamentado, pues se dan las dos circunstancias que más lo justifican.
Por eso cuesta entender que ingrese en prisión, cuesta entender que el Gobierno le haya negado el indulto.
Y nos cuesta más entender esto cuando te dicen que el Gobierno puede llegar a aprobar más de 500 indultos anuales, que funcionarios que vendieron permisos falsos a inmigrantes han sido indultados, que policías catalanes que torturaron a un detenido también han conseguido esta medida de gracia.— Martín Martínez Martínez.