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Reyal Urbis admite que no puede garantizar su viabilidad

La inmobiliaria renegocia con los bancos acreedores una deuda de 4.302 millones.

Ramón Muñoz

La inmobiliaria Reyal Urbis ha reconocido que no puede garantizar su viabilidad futura y que, en caso de no llegar a un acuerdo con sus acreedores, se verá obligada a solicitar la suspensión d epagos (concurso de acreedores), en la que se convertiría en la segunda mayor quiebra de la historia empresarial española, tras la de Martinsa-Fadesa, según una comunicación remitida hoy por la sociedad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

La compañía ya solicitó el pasado 23 de octubre el preconcurso de acreedores, primer paso hacia el concurso, para intentar renegociar con los bancos en un plazo de tres meses una deuda que asciende a unos 4.302 millones de euros, más 142 millones de impuestos diferidos) según desveló hoy en su nota.

“En la medida en que por el momento no se ha alcanzado un acuerdo, no resulta posible a fecha del presente documento efectuar una manifestación expresa sobre la viabilidad futura de Reyal Urbis, viabilidad que en todo caso requeriría alcanzar con sus acreedores un acuerdo de modificación en cuanto al horizonte temporal y en su caso de los importes de las obligaciones de pago de la Sociedad. En consecuencia, de no producirse un acuerdo con los acreedores financieros de la Sociedad, ésta se vería abocada a solicitar un concurso voluntario”, dice Reyal en el hecho relevante al regulador.

Reyal reconoce también que, para hacer frente a la deuda consolidada de 4.302 millones, la principal fuente de recursos se asienta en la realización de la cartera de activos (terrenos, inmuebles terminados, activos intangibles, inmuebles de inversión, uso propio y filiales), que a 30 de junio de 2012 fue valorada a nivel grupo por el experto independiente Jones Lang Lasalle en un importe total de 4.193,7 millones de euros.

Asimismo, la inmobiliaria admite tener graves problemas de tesorería para atender los pagos a corto plazo, lo que le obligará a reformular su presupuesto. “El Grupo, tal y como se incluyó en la información financiera consolidada al 30 de junio de 2012, dispone actualmente de un presupuesto de tesorería aprobado para el ejercicio 2012 que contempla determinadas operaciones de venta y desinversión de activos cuya realización no se ha efectuado a la fecha actual, lo cual supone la no existencia de caja suficiente para hacer frente a todas las obligaciones de pago a corto plazo, lo que, junto con el propósito de proteger las negociaciones en curso con los acreedores financieros, ha motivado el acogimiento al articulo 5 bis de la Ley Concursal”, indica en la nota.

La ley que regula las situaciones de insolvencia permite ahora a Reyal Urbis intentar un acuerdo durante tres meses. Si paso ese plazo no lo consigue, debe presentar la solicitud de concurso durante el mes hábil siguiente.

El Banco Santander es el principal acreedor de Reyal Urbis, con una deuda cercana a los 450 millones. La entidad ya ha provisionado esta cantidad en sus cuentas. También es gran acreedor, con cantidades pendientes de cobro que rondan los 400 millones, Bankia. Además, hay más de 40 entidades financieras que mantienen deudas, aunque de menor importe, con el grupo. La inmobiliaria se encuentra, de hecho, en una situación de quiebra técnica. Reyal Urbis cerró el primer semestre con unas pérdidas de 211 millones y con un patrimonio neto negativo de 917 millones.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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