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El FROB reanuda las subastas de Banco de Valencia y Catalunya Banc

El banco malo rebaja a 2.200 millones el capital privado que necesitará antes de que acabe el año. El 80% de los fondos propios será deuda subordinada

Jesús Sérvulo González

Las buenas noticias financieras no abundan en estos tiempos. Todo son planes de futuro y declaraciones de intenciones para despejar los nubarrones que se ciernen sobre el sistema. En este escenario el FROB, el fondo estatal para rescatar a los bancos, anunció ayer que reanuda la venta del Banco de Valencia y Catalunya Banc, cuya operación había congelado hasta conocer los resultados de las auditoras financieras Oliver Wyman y Roland Berger, que también han examinado al conjunto del sector.

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El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha comunicado que se reanudan las subastas para la venta de Banco de Valencia y Catalunya Banc, una vez publicadas las necesidades de capital de la banca española tras las pruebas de resistencia realizadas por Oliver Wyman.

Según ha informado en un comunicado el organismo dependiente del Ministerio de Economía, esta decisión también se ha tomado de acuerdo con los desarrollos de los planes de las dos entidades nacionalizadas. El pasado 21 de junio la comisión rectora del FROB acordó el aplazamiento temporal de estas subastas, a la espera de los test de estrés y ante la condiciones del apoyo financiero solicitado a la Unión Europea. Las entidades saldrán a subasta en mejores condiciones que hace seis meses puesto que habrán transferido al banco malo parte de sus activos tóxicos, recuerdan fuentes del sector.

Catalunya Banc es la segunda entidad con mayores necesidades de capital, según se reveló en el examen de resistencia, con 10.825 millones. La cuarta fue el Banco de Valencia (antes controlada por el grupo de Bankia), con 3.462 millones.

Frente a los procesos para ajudicar las otras entidades intervenidas en el pasado como CCM, CAM o CajaSur o la nacionalizada Unnim, las subastas de Catalunya Caixa y Banco de Valencia empezaron con problemas por los recelos del sector para seguir financiando estas operaciones. Por su parte, las adjudicaciones de la CAM al Sabadell y Unimm al BBVA se sufragaron con cargo al Fondo de Garantía —que financian las propias entidades—.

Pese a la suspensión de la subasta, el FROB garantizó que continuaría al frente de las entidades, apartado en el que el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, destacó que "seguirían operando con absoluta y total normalidad".  

Nombramientos

El FROB aprovechó ayer para confirmar el nombramiento de Belén Romana, ex directora general del Tesoro, como nueva presidenta ejecutiva del banco malo, la entidad creada por el Gobierno para absorber los activos tóxicos de los bancos rescatados. También designó a Walter de Luna, exejecutivo de ING, como nuevo director general del Sareb, como se ha bautizado a la entidad.

Apenas quedan una docena de días para que el banco malo eche a andar —debe constituirse antes del 30 de noviembre— y el Santander confirmó ayer que admitirá ser accionista de la entidad. La Caixa y Banco Sabadell también participarán, según avanzó Europa Press. E incluso el BBVA que se ha mostrado más remiso a poner dinero para la constitución de la entidad admite que está analizando la operación, aunque aún no tiene tomada ninguna decisión, explicaron fuentes de la entidad. Ante la falta de liquidez del mercado y el riesgo del proyecto, el Gobierno está presionando a las grandes entidades para que den un paso al frente y entren en el capital del Sareb, que necesitará 5.000 millones de euros antes de febrero, de los cuales 2.200 millones serán dinero público que pondrá el FROB y el resto será de inversores privados.

Capital

No obstante, antes de que acabe el año —antes del 31 de diciembre los bancos nacionalizados deben transferir sus activos tóxicos a la entidad— el banco malo deberá tener unos 2.200 millones procedentes de inversores privados. Fuentes del Ministerio de Economía admiten que si no se consigue ese capital tendrá que proceder del Estado y aumentaría la deuda pública. No obstante, las mismas fuentes recalcan que no será necesario porque podrá alcanzar esa cifra solo con los inversores nacionales (bancos y compañías de seguros). No obstante, el Gobierno sigue trillando el mercado para atraer capital extranjero. La intención de los responsables de la entidad es lograr el 10% del capital de inversores de fuera, unos 500 millones de euros. Fuentes de Economía precisaron ayer que de los 5.000 millones de recursos que tendrá la entidad, un 20% será capital y el 80% restante deuda subordinada.

El próximo lunes está prevista una reunión entre responsables del Sareb y de cinco grandes bancos de inversión para sistematizar contactos y buscar capital.

El Ministerio de Economía ha diseñado un plan de negocio para los 15 años de vida que tendrá el banco malo. Prevé que alcanzará una rentabilidad media del 15% anual. El plan prevé pérdidas en los primeros años y grandes beneficios en los últimos. En los cuatro primeros años contempla una inversión de unos 400 millones de euros para adecentar la cartera de viviendas que reciba. El objetivo es lavar la cara a los pisos para venderlos mejor. Los planes de los responsables del Sareb estiman que durante los primeros cinco años habrán vendido el 35% de los inmuebles, hasta el décimo año se habrán desprendido del 74% de la cartera y a los 12 años espera haber vendido el 85% de los inmuebles.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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