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Demasiado premio para el Espanyol

El cuadro de Sergio González suma una nueva victoria frente a un Córdoba valiente aunque falto de puntería

Juan I. Irigoyen
Álvaro González y Andone, pugnan por un balón.
Álvaro González y Andone, pugnan por un balón.ANDREU DALMAU (EFE)

Destemplados en el juego aunque arropados por la contundencia, el Espanyol se quedó con los tres puntos frente al Córdoba. No estuvo fino de cara a portería el cuadro de Djukic, que comenzó el partido agarrotado y se envalentono en la segunda parte. Mereció más el conjunto andaluz, que sumó la sexta seguida y se hunde en el fondo de la tabla. Sin embargo, en el fútbol no se vive de merecimientos; bien lo sabe el cuadro de Sergio González, que con la semifinal de la Copa de Rey en la mira, pierde fútbol, pero gana puntos en la Liga.

ESPANYOL, 1; CÓRDOBA, 0

Espanyol: Casilla; Fuentes, Héctor Moreno, Alvaro González, Arbilla; Salva Sevilla (Víctor Alvarez, m.66), Cañas, Abraham (Víctor Sánchez, m.79), Lucas Vázquez; Sergio García y Caicedo (Stuani, m.63).

Córdoba: Saizar; Campabadal, Pantic, Crespo, Vico; Krhin,

Rossi (Zuculini, m.61), Heldon Ramos (Bebé, m.46), Cartabia, Borja y Andone.

Gol: 1-0. M.43. Abraham.

Árbitro: Del Cerro Grande. Amonestó a Héctor Moreno, Fuentes, Pantic, Cañas, Andone, Víctor Sánchez, Sergio García y Borja.

Power 8 Stadium. 17.128 espectadores. Partido de la 25ª jornada de Liga.

Desafinadas las botas de los jugadores del Espanyol y el Córdoba, en el Power8 no había manera de tejer tres pases seguidos. Las porterías parecían meros adornos en el campo y la única manera de que el balón se asome en el área era con las jugadas de estrategia. Aunque aisladas e intrascendentes. Por un lado, ni Cañas ni Abraham lograban controlar el partido ni tampoco había señales de vida del mediapunta del cuadro andaluz, Cantabria, daba señales de vida. Así los delanteros tocaban poco y nada la pelota. Al joven Andone, que jugó en lugar del máximo artillero (siete de los 18 goles del Córdoba) Ghilas -castigado por andanzas nocturnas-, no le llegaba el cuero. En el Espanyol, en cambio, Sergio García y Caicedo, aparecían más por la medular para amigarse con el balón, pero las impresiones eran contagiosas.

Sólo se rompió el aburrimiento de los porteros (y de la hinchada) en dos ocasiones. Una para cada cuadro. Sin embargo, con suerte diferente. Casilla le rechazó la buena falta directa de Fede Cartabia desde la frontal del área y Saizar tuvo que ir a buscar a la red el disparó de Abraham, que se bautizó como goleador con la camiseta del Espanyol. Fuentes encontró a Caicedo en el área y el ecuatoriano hizo de faro, le bajó el balón al 10 del Espanyol, que a un palmo de la medialuna sacó un disparo fuerte y raso que agitó, al menos por un instante, el bodrio.

Movió la pizarra Djukic que mandó al campo a Bebé en lugar de Heldon, a jugar con dos puntas y adelantar las líneas. Una invitación para el atrevimiento, que le dio vida al partido. El Córdoba empezó a merodear la zona de Casilla y el Espanyol con espacios está en sus anchas. Aunque, eran sólo los andaluces los que mandaron en la segunda parte. Casi un monólogo de los blanquiverdes. A Bebé le faltó puntería en dos oportunidades, a Crespo se lo negó el travesaño y Casilla atenazó el testarazo de Andone. Extrañó el cuadro andaluz a su goleador. Ya es tarde para lamentos, el solitario tanto de Abraham fue demasiado premio para el Espanyol.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.

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