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Secuestro en Mestalla

Juan Soler,expresidente del Valencia, detenido e imputado por intentar raptar a su sucesor, Vicente Soriano

Juan Soler y Vicente Soriano durante un acto de 2008.
Juan Soler y Vicente Soriano durante un acto de 2008.DAVID GONZALEZ (DIARIO AS)

Era lo que le faltaba a la Comunidad Valenciana tras convertirse en la zona cero de Gürtel: truculencia delictiva propia de la mafia. No le falta ni el ingrediente italiano ni la pizzería como teatro de operaciones. El expresidente del Valencia Juan Soler fue detenido por la policía el pasado martes por planificar el secuestro de su sucesor al frente del club, Vicente Soriano. Una deuda millonaria parece el móvil más probable. Soler compareció por la mañana ante el juzgado de Instrucción número 12 de Valencia, junto a un segundo detenido, un italiano propietario de una pizzería cuya identidad no ha sido facilitada, pero que está relacionado con los hechos investigados.

Los detenidos se acogieron a su derecho a no declarar y fueron puestos en libertad, imputados por tentativa de secuestro, pero con la obligación de comparecer periódicamente ante el juzgado, la prohibición de salir del territorio nacional y una orden de alejamiento a 15 metros de la víctima. El magistrado ha decretado secretas las diligencias del caso. Soler salió a mediodía del juzgado, rodeado de medios de comunicación, y sin hacer comentarios.

El intento de secuestro se destapó hace unas semanas cuando la policía alertó a Soriano de que su seguridad se hallaba en peligro y le aconsejó que abandonase lo menos posible su domicilio y contase con protección. El expresidente hizo caso y hace escasas 48 horas recibió la noticia de que la operación se había desarticulado con la detención de sus posibles responsables.

La víctima compró al acusado las acciones por 85 millones
y nunca las pagó

El promotor inmobiliario Juan Soler dirigió el club entre octubre de 2004 y marzo de 2008, después de que, con la intervención de la Generalitat presidida por Francisco Camps, adquiriese 31.000 acciones al expresidente del club Francisco Roig. Con esta operación, por la que pagó 31,6 millones (1.026 euros por título, un precio considerado desorbitado) acaparaba 69.000 de las 192.000 acciones que tenía la entidad.

Nada más tomar el control, advirtió de que iba a colocar el Valencia “en la Champions económica”. Impulsó la construcción del inconcluso nuevo estadio y el desarrollo de una nueva ciudad deportiva, pero la deuda del club, que estaba en 130 millones, se disparó hasta 439.

El 18 de septiembre de 2008, Soler vendió a Soriano 70.889 acciones por 85 millones de euros, que tenía que satisfacer en cuatro pagarés. La intención de Soriano, que dirigió el club de 2008 a 2009, era vender estas acciones al grupo inversor uruguayo Dalport por unos 200 millones, pero la Generalitat maniobró para que el club no cayese en manos de una entidad de dudosa reputación.

Tras la dimisión de Soriano, Bancaja, principal acreedora del club, impuso un consejo de administración presidido por Manuel Llorente. Este realizó una ampliación de capital de 92 millones en junio de 2009 que redujo el valor del paquete adquirido por Soriano, lo que provocó la espantada de Dalport de la operación. Con la nueva emisión, el valor de los títulos pasó de 1.200 euros a 48. Ante esa situación, Soriano no pagó a Soler. El pasado 11 de febrero el Tribunal Supremo ratificó una condena por la que tenía que pagar 39 millones a Soler por incumplimiento de contrato. Pero no lo ha hecho y Soler, presuntamente, recurrió a otros mecanismos más disuasorios.

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