_
_
_
_
_

Un derbi sin ansiedades

Celta y Deportivo tratarán de gestionar excitación y urgencias en el derbi gallego

Álex López, a la izquierda, y Juan Domínguez.
Álex López, a la izquierda, y Juan Domínguez.CABALAR (EFE)

La primera vez que Borja Oubiña pisó el césped de Riazor tuvo la sensación de que aquel era el día que llevaba esperando mucho tiempo: un derbi es algo diferente cuando te has criado en Celta o Deportivo, cuando has pasado por esos desafíos en las categorías inferiores, las dos mejores canteras gallegas frente a frente.

Hace ya más de ocho años de aquella tarde de mayo en la que el capitán del Celta aprendió una lección. “Salté al campo hipermotivado y me dio la sensación de que todo sucedía a 1.000 por hora, luego llegué a casa y vi el partido por televisión. No había sido así. Entonces me di cuenta de lo que son la ansiedad y los nervios”, recuerda. En la casa celeste creen que en las dos derrotas del año pasado ante el Deportivo tuvo bastante que ver ese sentimiento de responsabilidad de muchos de sus jóvenes futbolistas.

Iago Aspas ejemplificó ese agobio. Al primer partido en Riazor llegó exaltado tras unas declaraciones extemporáneas que le echaron a la afición deportivista encima. El partido le superó y dejó para el recuerdo una instantánea que difundió el periódico oficial del club coruñés y en la que salía en una posición poco decorosa tras un lance del juego con el central Diego Colotto.

Azuzado por lo ocurrido en A Coruña, por la derrota y la burla, Aspas llegó a la revancha de Balaídos arrebatado. Acabó en el banquillo un partido en el que Colotto selló una actuación imperial y victoriosa. “Es un chaval muy temperamental y quizás esa sobreexcitación hizo que no brillara tanto. Es un gran jugador, pero ojalá no se repita y esté más acelerado de lo normal y no tan preciso como es habitual. El exceso de excitación en este tipo de partidos va con la persona, pero seguro que tiene quien le aconseje”, reflexionó durante esta semana Álex Bergantiños.

El derbi es hoy un duelo en el que cada vez se enfrentan más jugadores autóctonos

Parece probable que Paco Herrera haya sido uno de los que más ha puesto el acento sobre Aspas de cara al duelo fratricida de esta noche. Ayer el técnico del Celta trocó excitación por intensidad y aseguró que sus futbolistas, como Oubiña hizo en su día, han interiorizado la lección que recibieron la campaña pasada. “Siete de mis jugadores no habían vivido un derbi a ese nivel. No volverá a ocurrir. Son chicos que aprenden rápido de sus errores”, anticipa el entrenador del Celta.

Porque el derbi gallego ha virado en los últimos años hasta convertirse en un duelo en el que cada vez se enfrentan más jugadores autóctonos, gente que creció con los desafíos entre Karpin y Fran, los litigios de Djalminha y Mostovoi, con los goles del Turu o de Gustavo López, con el mensaje de la calle, que obliga a no dejar nada en esa liza que Augusto César Lendoiro compara tantas veces, el fútbol en general y no solo por la rivalidad, con una batalla sin parangón “porque es una ciudad compitiendo contra otra”.

“Al final la única solución es tratar de aislarte y centrarte en el juego”, reflexiona Juan Domínguez. Criado en Narón, Domínguez llegó al Deportivo cunado tenía 15 años. Bien dotado técnicamente, pero con ese punto de frialdad de la escuela futbolística coruñesa, hace un año se vio en una doble tesitura: afrontar su primer derbi gallego y además tratar de aprovechar la oportunidad de asentarse en el once titular de José Luis Oltra. “Entonces sentí mucha tensión, pero no presión. En los momentos previos sentí que tenía que estar muy metido en el juego y desgastarme mucho físicamente. Al final disfruté mucho del partido”, recuerda ahora el jugador.

La única solución es tratar de aislarte y centrarte en el juego Juan Domínguez, centrocampista del Deportivo

Domínguez salió victorioso de ambos envites y se convirtió en una figura clave en el ascenso del Deportivo, pero en este inicio de campeonato, ya en Primera División, ha perdido su puesto en el once. Hoy puede recuperarlo por la ausencia de Abel Aguilar, lesionado para dos o tres semanas. Junto a él estará Álex Bergantiños, los dos únicos canteranos del Deportivo en la convocatoria de Oltra, que no cuenta con Seoane.

Ocho serán los canteranos del Celta, aunque Jonathan Vila, Abalo y Jonny se han quedado fuera como representantes de un vivero, el de A Madroa, que incluso Juan Domínguez señala como un ejemplo. “Están aprovechando muy bien la cantera, sacan muchísimos jugadores y eso es digno de admirar”, apunta el jugador.

Los elogios mutuos y el respeto al rival han marcado la previa de un derbi menos tensionado que el que se produjo hace un año en Segunda División. Entonces el Deportivo llegó también apurado por la clasificación, pero la exigencia era mayor para el equipo fuera de los puestos de ascenso que en los de descenso en Primera.

La expectación, tras la efervescencia de los cinco años sin derbis, se ha relajado. El pronóstico es incierto por más que el Deportivo llegue tras cuatro derrotas consecutivas y el Celta se haya hecho fuerte en Balaídos, donde ha sumado todos sus puntos.

La historia tampoco vale, pero ahí está para mostrar que de los seis clásicos que se han jugado en Vigo durante la última década, cuatro victorias se fueron para el norte. Pero también resta el recuerdo de la longa noite de pedra del Deportivo en Balaídos, donde no ganó en los 24 partidos de Liga que disputó entre 1953 y 1995.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_