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Pau y Rudy sacan brillo

España abruma a Australia (82-70) tras un tercer cuarto espléndido y con 20 puntos del pívot y 17 del escolta

Robert Álvarez
Gasol realiza un mate ante Dellavedova.
Gasol realiza un mate ante Dellavedova.Juan Carlos Hidalgo (EFE)

El talento de Pau Gasol y la fuerza desatada de Rudy Fernández fundieron la tenaz y bulliciosa resistencia de Australia. España tomó velocidad en su segundo partido en Londres, brindó destellos de su juego más vivaz y variado, y ganó por 82-70 sin necesidad de forzar en un último cuarto al que llegó con el asunto liquidado. Se ganó ese derecho con un tercer acto demoledor, pletórico en defensa, con un juego rapidísimo y sincronizado que quedó reflejado en un parcial de 26-10.

España hizo valer en ese tercer cuarto la apabullante superioridad de Pau Gasol, dos cuerpos siempre por encima del resto. El acelerón del líder del equipo español fundió a los pívots australianos. Intentaron fajarse con él Andersen, a veces Nielsen, incluso Baynes, pero en esa fase en que España apretó atrás y encontró más espacios delante, Pau Gasol desplegó su catálogo. Anotó desde todas las distancias posibles, con suficiencia, como si fuera sencillísimo.

Le facilitó la labor a Pau Gasol el impresionante acierto de Rudy Fernández en los triples. Los australianos no sabían dónde apretar las tuercas. Si cerraban atrás, encajaban tiros de larga distancia; si subían líneas, los pívots españoles se ponían las botas. Australia dio guerra en el primer cuarto. Le costó a España mover bien en ataque y le costó defender porque los australianos rehuyeron el cuerpo a cuerpo y lograron muchos puntos en penetraciones e incluso en transiciones rápidas, facilitadas por la falta de fluidez del juego español. La movilidad y agresividad de Ingles y las penetraciones de Mills hicieron daño a la defensa española. Por el contrario, esa táctica impidió que Australia acudiera a la línea de tiros libres hasta el minuto 26.

Australia, 70 - España, 82

Australia: Mills (11), Ingles (12), Dellavedova (9), Andersen (4) y Maric -equipo inicial-, Gibson, Newley (12), Barlow (2), Worthington (5), Baynes (8) y Nielsen (7).

España: Calderón (4), Sergio Llull (8), Rudy Fernández (17), Pau Gasol (20) y Marc Gasol (12) -equipo inicial-; Sergio Rodríguez (0), Reyes (7), Claver, San Emeterio (4), Ibaka (8) y Sada (2).

Parciales: 19-14; 13-23; 10-26 y 28-19.

Árbitros: Carl Jungebrand (FIN), Borys Ryzhyk (UCR) y José Carrión (POR). Sin eliminados.

Basketball Arena de Londres: 9.103 espectadores.

Perdía España todavía en el segundo cuarto, pero más compactada su defensa, en ocasiones con una presión por toda la pista, tomó velocidad y volteó el marcador con un parcial de 12-2. La inercia se aceleró en el inicio del tercer cuarto cuando Calderón, Rudy Fernández y Pau Gasol enlazaron tres triples.

Rudy, después de golpearse con una cámara de un fotógrafo.
Rudy, después de golpearse con una cámara de un fotógrafo.LARRY W. SMITH (EFE)

A partir de ese momento, Australia se vio desbordada, incapaz de resistir la rapidez y precisión del ataque español. La brecha llegó a ser de 24 puntos (61-37) después de que se colgara del aro Rudy, especialmente motivado tras llevarse un golpe en la cabeza al caer sobre la cámara de un fotógrafo: tres puntos de sutura.

Pau Gasol pudo irse al banquillo con 20 puntos, cuatro rebotes y dos asistencias en poco más de 18 minutos y con la tranquilidad absoluta de poder descansar y presenciar como privilegiado espectador la puesta en escena de los jugadores con menos minutos. Junto a él se sentó Rudy, autor de 17 puntos, con cuatro de cinco en triples, seis rebotes y seis asistencias.

En el último cuarto entró en escena Ibaka, espléndido en algunas acciones en las que exhibió su enorme potencia física y su puntería, especialmente en un ‘alley oop’ en el que voló muy por encima del aro y dejó en nada la resistencia de Nielsen. Con el partido ya absolutamente resuelto, los australianos consiguieron reducir diferencias y llegaron a ponerse a diez puntos. Demasiado tarde. Eran plenamente conscientes de que su lucha se limitaba solo a buscar una derrota menos dura.

La actuación del equipo español fue tan contundente que ni siquiera echó en falta la presencia de Navarro, su capitán, lesionado en un pie, y que pudo disfrutar del partido tranquilamente sentado en el banquillo. El próximo rival de España será Gran Bretaña, el jueves (21.00).

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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