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Un gran incendio cerca el corazón de Doñana avivado por el viento

50.000 personas se quedan aisladas durante unas horas por el corte de carreteras

Imagen aérea del incendio en Doñana.Foto: atlas | Vídeo: INFOCA ATLAS

Un incendio declarado en el límite de Doñana la noche del sábado ha avanzado este domingo en múltiples direcciones, aupado por el fuerte viento, hasta afectar al parque natural. Tres focos principales están descontrolados todavía en la noche del domingo y uno se dirige hacia el parque nacional, corazón de esta joya natural y el ámbito de mayor protección. El centro de conservación del lince ibérico fue desalojado. Los responsables han podido llevarse 14 ejemplares (cinco de ellas crías). A otros 13 se les abrió las puertas por si llegaban las llamas. Además, unas 50.000 personas han quedado atrapadas unas horas en Matalascañas (Huelva) por el corte de carreteras.

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El incendio forestal, que los especialistas sospechan que no fue originado por causas naturales y ha presentado este domingo tres focos muy activos, ha afectado a las vacaciones y el fin de semana de miles de personas. Pero su alcance ha ido más allá: ha afectado al frágil equilibrio de este espacio protegido, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las llamas han cercado el centro de reproducción en cautividad del lince ibérico de El Acebuche. Este domingo por la noche el Ministerio de Medio Ambiente ha asegurado a Efe que los animales han sido reubicados, sin aclarar el lugar.

Los vientos, con rachas de hasta 90 kilómetros por hora, han hecho ingobernable el siniestro. El fuego se declaró sobre las 21.30 del sábado en el paraje La Peñuela de Moguer, a unos cinco kilómetros del Espacio Natural de Doñana. Fue en una zona mixta —forestal y agrícola—, llena de invernaderos, una actividad económica de gran importancia en la zona. En el momento en el que se desataron las llamas soplaba el viento con fuerza, uno de los factores que más inciden en la propagación del fuego.

La misma noche del sábado las llamas obligaron a desalojar a más de 2.000 personas, que durmieron en pabellones habilitados o en la playa. Dos viviendas resultaron dañadas por el fuego, pero sus dueños las habían desalojado previamente. El incendio también obligó a desalojar a los turistas que se alojaban en el Parador de Mazagón, el hotel Solvasa y los camping Doñana y Cuesta de la Barca, así como el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) del Ministerio de Defensa en la base de El Arenosillo. También el asentamiento chabolista de Las Madres, donde viven unos 500 inmigrantes que trabajan en los invernaderos.

Cuando ha amanecido este domingo, el viento soplaba menos y se han podido incorporar todos los medios aéreos del servicio andaluz de extinción (Infoca) y del Gobierno central, más de una veintena. Pero, a mediodía, las llamas se han reavivado por el viento. "Hay vientos rolantes con rachas fortísimas. Los equipos están acotando el perímetro, pero ellos van a un kilómetro por hora y el fuego avanza a tres o cuatro", ha relatado un portavoz del Infoca. Sobre el terreno, 550 agentes han plantado cara a las llamas. En muchos momentos han tenido que centrar sus esfuerzos en evitar que el fuego afectase a los núcleos de población. A la hora de extinguir un incendio forestal, si hay zonas habitadas, la prioridad de los servicios de extinción es impedir daños personales.

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Por la tarde, el incendio ha obligado a cortar varias carreteras, por lo que unas 50.000 personas quedaron atrapadas en el núcleo urbano de Matalascañas. La Junta ha pedido calma a los vecinos para evitar aglomeraciones y escenas de pánico. Por la noche, se ha abierto una de las carreteras para que pudieran salir los automóviles.

"Todo se junta para que el incendio tenga aires de catástrofe", ha señalado Miguel Delibes, presidente del Consejo de Participación de Doñana. Pero ha pedido prudencia sobre el avance del fuego y sobre las consecuencias en el espacio natural.

A la zona del incendio se han trasladado varios representantes de la Administración central y andaluza, como el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, la titular de Empleo, Fátima Báñez, y los consejeros de Medio Ambiente, José Fiscal, y de Justicia e Interior, Rosa Aguilar. También ha acudido la presidenta de la Junta, Susana Díaz, quien ha dicho que no se descartaba que tras el fuego esté "el factor humano". En la misma línea, Fiscal ha señalado que no se habían detectado rayos en la zona.

Las fuertes rachas de viento han sido fundamentales en el desarrollo de este siniestro. "Con cuatro focos se ha creado un ventilador que dirige el incendio en todas direcciones. Anoche el fuego quemó 12 kilómetros en cinco horas", ha explicado el director operativo del Infoca, Juan Sánchez, el domingo por la mañana. Un agente medioambiental explicaba que las carreteras, tradicionales cortafuegos del parque natural, en esta ocasión resultaron inútiles ante la potencia de las llamas: "El viento viene con fuerza y las pavesas y las hojas saltan lo que sea".

"La gente huía incluso hacia el fuego"

A las 15.00 los bomberos acababan de salir de la zona del camping de Mazagón porque creían extinguido el foco, cuando este revivió. Ante la cercanía de un hotel y del camping, los vecinos acudieron al rescate para intentar frenar las llamas. "A la una de la madrugada ya nos desalojaron a la carrera. Todos a la playa", contaba José María Arce, que había venido desde Burgos para pasar 12 días con su familia y este domingo no sabía si regresar.

"Anoche la gente huía con los coches incluso en dirección al fuego. Había un descontrol tremendo. Nos mandaron al polideportivo, pero estaba repleto de humo", contaba con tono indignado Manola Sanabria.

Entre Mazagón y Matalascañas, Lidia Domínguez acudió al poblado forestal donde vive su madre a dar de beber a los animales y angustiada alertó a los militares desplegados de que un nuevo foco acababa de brotar por la mañana junto al poblado, y las unidades se dirigieron de inmediato al lugar.

El grueso de las personas desalojadas por el dispositivo fueron trasladadas a los pabellones deportivos de Mazagón y Moguer, aunque también a hoteles de Matalascañas. El centro de rehabilitación de drogodependientes también fue evacuado y sus residentes trasladados a instalaciones del Ayuntamiento de Almonte en El Rocío.

"Hemos pasado la noche en la playa de Las Dunas. No hemos dormido", relataba Cinta Chaves, vecina de la Urbanización Miami, quien junto a su familia vio los pinos arder a 20 metros de su casa.

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