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La calle Galileo se cierra al tráfico para probar su peatonalización

La zona contará con un carril de circulación restringida a vehículos de emergencias y servicios urbanos

Un ciclista en el tramo peatonal de la calle Galileo
Un ciclista en el tramo peatonal de la calle GalileoÁlvaro García

El tramo de la calle Galileo, situada entre las calles Fernando Garrido y Meléndez Valdés, del barrio de Chamberí (145 593 habitantes) es peatonal desde ayer. Esta medida, que se pone en funcionamiento como prueba (inicialmente por un año) y de forma reversible, forma parte del proyecto Chamberí Zona 30 y es una propuesta incluida dentro del Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático del Consistorio. Para este tramo quedará habilitado un único carril de circulación restringido para vehículos de emergencias y servicios urbanos. Además, se creará un nuevo espacio público frente a los jardines de José Luis Sampedro y el Centro Cultural Galileo. Los vecinos se dividían ayer entre los que miraban con sorpresa a las jardineras que cortaban el paso al tramo peatonal porque no sabían nada, y la inquietud de los dueños de los negocios de la zona, entre los que se encuentran quienes apoyan la medida y quienes se oponen rotundamente.

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"Despacio Galileo será una intervención reversible para la mejora y peatonalización de la calle Galileo. Se ha pensado como una prueba, completamente reversible que quiere evaluarse en seis meses o un año, para que vuelva a su situación inicial o consolidarse", rezaba un cartel informativo en uno de los árboles de la calle, junto a las jardineras que cortaban el paso. Laura y Tony, que llevan ocho años viviendo en el barrio, leían el papel con detenimiento. " La primera información que hemos tenido sobre el corte es este cartel. Ha sido sin avisar, a pie no nos supone ningún trastorno, pero con el coche sí porque pasamos por aquí todos los días", comenta la pareja preocupada. 

Otros, como José Luis Navarro, propietario de un negocio en la calle paralela (la calle de Vallehermoso, 26) tampoco sabía la fecha exacta en la que se cortaría la calle y cree que será un problema. "No ha habido una comunicación oficial, me he enterado por el boca a boca de los vecinos. La peatonalización va a beneficiar a los negocios cercanos, porque además les amplían las terrazas", comenta Navarro. Sin embargo, considera que esta nueva medida quitará clientes a su negocio, ya que se va a cambiar el sentido de la circulación de la calle de Fernando Garrido, que daba directamente a su establecimiento desde la calle Galileo. "La gente que va a pasar por delante de mi bar se va a reducir mucho. Además, el otro día eliminaron muchas plazas azules de aparcamiento y no las han reubicado en otra zona del barrio", critica. El pasado fin de semana se borraron las marcas del Servicio de Estacionamiento Regulado de 33 plazas de aparcamiento de rotación. 

Carolina Sánchez, camarera del bar Pintantapas, se muestra optimista con la peatonalización de la calle y manifiesta que quien no se ha enterado es "porque no ha querido". Tenemos que probar lo que pasa ahora, igual ocurre como en Fuencarral que tiene zonas para peatones que funcionan y por las que la gente pasea más", asegura. Otras voces, como la de José González, camarero de un bar de la zona, y un empleado de un taller de motos que lleva más de 60 años en la calle Galileo, opinan que en unos meses se volverá a la situación anterior. González considera que es una mala fecha para cortar la calle porque en los negocios de hostelería empieza la campaña de verano. "Este proyecto nos va a quitar clientes, en unos meses creo que volveremos a lo de antes", concluye con rotundidad el empleado del taller de motocicletas. 

Evaluación vecinal continua

En el único carril de circulación del nuevo tramo peatonal de la calle Galileo  se permitirá la circulación de bicicletas. Su señalización como vía residencial otorgará prioridad absoluta a los peatones en todo el tramo.

Además, no se ejecutará ninguna obra, sino que se utilizarán medidas del denominado "urbanismo táctico": señalización vertical y horizontal, pintura especial para pavimentos y elementos de mobiliario urbano y jardinería entre otros. Durante el periodo de prueba (estimado en un año), se valorará el funcionamiento del espacio así como los efectos del corte de tráfico sobre la movilidad del entorno. En este proceso estará muy presente la voz de los vecinos,  entre los que se realizarán unas evaluaciones continuas en las que quienes lo deseen podrán expresar sus opiniones y comentarios.

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