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Los repartidores que trabajan para aplicaciones móvil se organizan

La plataforma representa a los trabajadores autónomos que llevan pedidos en bici o moto para empresas como Glovo o Deliveroo

Josep Catà
Repartidores de aplicaciones de envío a domicilio.
Repartidores de aplicaciones de envío a domicilio. Miriam Lázaro

Los conductores de bici o moto que trabajan para aplicaciones móviles de envío a domicilio como Deliveroo, Glovo o Stuart han decidido crear una plataforma para defender sus derechos laborales. En la presentación este jueves de "Riders por derechos", los repartidores han reivindicado la importancia de su trabajo en estas nuevas compañías, que en su día fueron las startup más disruptivas por su apuesta por el móvil a la hora de trasladar pedidos como comida, bebida y otros encargos. Los conductores, que denuncian una situación de precariedad laboral en los nuevos modelos de negocio asociados a las aplicaciones móviles, piden que se les garantice un volumen de trabajo mínimo, y que las empresas paguen un seguro por accidente laboral.

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Los glovers o deliveroos no son asalariados, sino trabajadores autónomos que, asumiendo los impuestos y los gastos de transporte, colaboran con las aplicaciones de móviles. Las compañías defienden que ese es precisamente su modelo de negocio: la cooperación entre el autónomo, la aplicación, y el restaurante del que sale el pedido. De cada encargo, la aplicación móviles se queda con el 30% de su precio, que luego reparte entre los conductores. La startup británica Deliveroo, por ejemplo, garantiza a sus repartidores como mínimo dos pedidos por hora, lo que equivale a cobrar unos 8 euros la hora una vez se han pagado los impuestos y la cuota de autónomos.

La plataforma, creada dentro de la Intersindical Alternativa de Cataluña, denuncia que las empresas no garantizan las horas de trabajo suficientes como para subsistir con el reparto a domicilio. "Para ganar 1.000 euros al mes tendríamos que hacer 40 horas semanales, y la empresa no nos asegura ni 20 horas a la semana", lamenta un conductor de bicicleta que, después de tener un accidente y estar de baja, no ha vuelto a trabajar para estas aplicaciones. "Se desentendieron de mi caso a la que tuve el accidente", añade. Entre las reivindicaciones, la plataforma pide que las empresas proporcionen un seguro médico a los autónomos.

Los conductores también piden que se reconozca la antigüedad en las empresas con incentivos y bonificaciones para hacer frente al pago de la cuota de autónomos, que llega a ser de 260 euros. "Nosotros queremos poder vivir de este trabajo, al fin y al cabo somos los que pedaleamos cada día", reivindica Oriol Alfambra, uno de los impulsores de la iniciativa. "Cuando entramos en la empresa, nos convenció el horario flexible, compatible con otros trabajos o con los estudios", explica Eve Llagostera, "pero la realidad es que muchas veces no te dan horas suficientes, te desplazan de tu zona o hasta te penalizan cuando pides horas libres".

La plataforma ha conseguido reunir 130 firmas de conductores de Deliveroo, que se entregaron a la empresa sin obtener una respuesta satisfactoria. El nuevo sindicato calcula que, entre todas las aplicaciones de envío a domicilio, hay entre 350 y 400 conductores de bici o moto solo en Barcelona. Los firmantes denuncian que están en una situación de "falsos autónomos", ya que pese a tener una alta relación de dependencia con la empresa tienen que darse de alta de autónomos, algo que, en las condiciones de trabajo que tienen, afirman que no les sale a cuenta.

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La empresa Deliveroo, que ya ha tenido que lidiar con reivindicaciones laborales en su país de origen, el Reino Unido, asegura que trabaja "para ofrecer un trabajo flexible y bien remunerado a más de mil riders [conductores] en España". La compañía argumenta que el trabajo de repartidor está pensado para compatibilizarlo con otros compromisos como los estudios u otros empleos. "En una encuesta reciente, más del 80% de los riders expresó que valora el trabajo flexible que ofrecemos porque les permite ajustarlo a su forma de vida, en lugar de tener que ajustar su forma de vida al trabajo", añade el comunicado de la empresa.

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Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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