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El musical más hospitalario

130 trabajadores del Severo Ochoa fueron actores por un día en una función creada por una enfermera

Personal sanitario del hospital Severo Ochoa durante su actuación en el musical
Personal sanitario del hospital Severo Ochoa durante su actuación en el musicalJaime Villanueva

Más de un centenar de trabajadores del hospital Severa Ochoa de Leganés ejercieron de actores el pasado viernes. El musical 30 años contigo fue el culpable de que el personal sanitario cambiase de profesión durante una tarde y el acontecimiento dio lugar a un lleno total en el salón de actos. El proyecto fue idea de una de las enfermeras de cuidados paliativos, Monserrat Sánchez, que gracias a su dedicación durante siete largos meses consiguió sacar adelante un espectáculo con más de 14 actuaciones diferentes. El Rey León, Mamma Mía, los Village People o Amy Winehouse fueron algunas de las referencias presentes en el musical, en el que también se incluyeron diálogos con alusiones a situaciones cotidianas que viven los empleados del hospital cada día. "El resultado ha superado mis expectativas con creces", confiesa emocionada Sánchez.

"Vamos a llamar a mantenimiento", dice una enfermera vestida con traje verde desde el escenario. "Esto en el día no se puede arreglar", le contesta un hombre ataviado con un chaleco amarillo ejerciendo de un trabajador de mantenimiento. El público, entre el que se veían muchas batas blancas y algunas sillas de ruedas de gente ingresada en el centro, estalla en sonoras carcajadas. Los números musicales no paran de sucederse: desde un grupo que bailan con leggins fluorescentes y pelucas a ritmo de La Gozadera, hasta un espectáculo de flamenco. 

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Tras una breve pausa (el musical duró casi dos horas) llega uno de los números más aclamados. "It's fun to stay at the YMCA, it's fun to stay at the YMCA(...)", suena a todo volumen en el salón de actos mientras el público aplaude emocionado al compás de la música. Sobre el escenario, un policía, un bombero, un militar y un indio moviéndose como profesionales con la icónica canción de los Village People. Uno de los bailarines es Antonio García, que trabaja como anestesista en el hospital. "Es la primera vez que actúo y ha sido divertido. En mi grupo estamos mezclados personas de distintos estamentos y da gusto ver bailar a gente que normalmente no conoces en este tipo de circunstancia", afirma García. 

Charo García, geriatra del Severo Ochoa, comparte la misma opinión. "Al principio me dio un poco de vergüenza, pero Montse nos ha organizado a todos. Nos dijo que el proyecto era para pasar un rato divertido entre nosotros y con los demás y poco a poco nos fuimos integrando en la actividad", asegura mientras se coloca la falda azul con brillos con la que bailó "Dancing queen" de ABBA. Mientras su grupo y ella estuvieron sobre el escenario se sucedían los comentarios entre el público: "Esa es de la unidad de trauma, mira que cambiada", "La de la esquina es anestesista", comentaban algunos de los asistentes que intentaban reconocer a los actores. 

Una vez finalizada la función y tras elogiar el duro trabajo que pasaron muchos de los participantes en la elaboración del vestuario (el del número del Rey León fue uno de los más logrados), Montse Sánchez, la creadora del musical, luce una gran sonrisa. "Lo que yo quería era concepto de grupo. La gente estuvo tan unida porque entre ellos en el musical no había galones, aprendieron a mirarse de otra manera, sin graduaciones ni cargos", cuenta la enfermera. Sánchez, que se define como una persona "ociosa y creativa", aclara que en octubre de 2016 surgió la idea, que captó gente hasta enero y en febrero empezaron los ensayos. 

"Nos hemos dejado aquí muchas horas de sueño. Había gente que venía a ensayar en sus días libres y otros que no dormían después de su turno para practicar", confiesa Sánchez. No es la primera vez que la enfermera lleva a cabo una iniciativa similar, ya que ha preparó una ópera para despedir a un compañero que se jubilaba, un flashmob e incluso un calendario erótico. Sin embargo, actualmente quiere tomarse un descanso. "El objetivo era trabajar en grupo y cuando lo propuse a gerencia les gustó la idea del musical y decidimos incluirlo en las celebraciones de los 30 años del hospital. Ahora respiraré un par de años hasta montar otro proyecto, en principio", admite Sánchez entre risas.

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