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Colau y la CUP acorralan a Puigdemont para que acuse a CDC en el ‘caso Palau’

La alcaldesa de Barcelona quiere que forzar una reunión del Consorcio y los anticapitalistas forzarán una moción en el Parlament

Santi Vila, Carles Puigdemont y Neus Munté hoy antes de la reunión del Gobierno catalán.
Santi Vila, Carles Puigdemont y Neus Munté hoy antes de la reunión del Gobierno catalán.CARLES RIBAS

La CUP y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, redoblaron ayer la presión sobre el president Carles Puigdemont. Colau y los independentistas intentan in extremis que la Generalitat cambie de criterio y acuse a Convergència en el caso Palau. Pretenden aplazar la sesión de hoy del juicio —en la que está previsto que las partes presenten sus conclusiones definitivas— y forzar una nueva reunión del Consorcio del Palau de la Música que debata el asunto.

Toda la oposición critica la decisión de la Generalitat

ÀNGELS PIÑOL

Todos los partidos de la oposición, sin excepción, han criticado la decisión del Gobierno catalán de no presentar una denuncia contra Convergència Democràtica por haberse beneficiado supuestamente del expolio del Palau de la Música. Alejandro Fernández, portavoz popular, ha respaldado incluso a Marta Rovira, portavoz republicana, por haber defendido que el Ejecutivo se personara en el litigio. "Por una vez y sin que sirva de precedente, ha tenido razón. Ha tenido un ataque de sentido común", ha señalado afirmado que el PDeCat y Convergència se tapan sus "vergüenzas". Fernández se ha remitido a las palabras de Enric Millo sobre la ausencia del Ministerio de Cultura en la reunión clave para decidir si el Consorcio ejercía la acusación.

Catalunya Sí que es Pot ha presentado una propuesta de resolución para que el Parlament inste al Ejecutivo a tomar la medida. El plan quedaría fuera de plazo -está destinada a la Comisión de Asuntos Institucionales- pero Joan Coscubiela ha defendido su iniciativa. "Cosas más raras se han visto. Se trata también de mostrar una posición política", ha dicho. A su juicio, el Gobierno de Puigdemont está actuando igual que el de Mas al amparar el "expolio" y desatendiendo el bien público y ha alertado a Esquerra de su connivencia:"Si no logra que se cambie el criterio, serán solidariamente responsables".

La socialista Alicia Romero ha mostrado su extrañeza ante la decisión del Ejecutivo y ha anunciado que este miércoles en la sesión de control interpelarán al Gobierno sobre el asunto. Fernando del Páramo, de Ciudadanos, ha considerado otro "escándalo" que Puigdemont y Oriol Junqueras hayan "bloqueado" la recuperación de seis millones de euros.

El PDeCAT está cada vez más solo desde que el viernes los votos de la Generalitat en el Consorcio del Palau impidieron que el ente acusara a la extinta Convergència (CDC). La fiscalía y los vecinos que ejercen la acción popular acusan al extesorero Daniel Osácar y señalan, como responsable a título lucrativo, al partido. El Consorcio, no. La investigación —y la confesión de los exresponsables del Palau Fèlix Millet y Jordi Montull— acredita que la formación se embolsó 6,6 millones con comisiones ilegales de Ferrovial.

El Ayuntamiento de Barcelona, en manos de Ada Colau, ha intentado durante el juicio que el Consorcio, el ente que nutre de fondos al Palau, cambie de criterio y opte por acusar a Convergència por ese presunto expolio. La votación definitiva se produjo el viernes. Los tres votos de la Generalitat —integrados por el Departamento de Cultura, en manos del PDeCAT— se impusieron a los dos del Consistorio. Los dos miembros del Gobierno central no comparecieron, alegando razones de agenda.

El PDeCAT niega un cambio de favores

El coordinador de los parlamentarios del PDeCAT, Jordi Xuclà, negó ayer que su apoyo al Gobierno en el decreto sobre la estiba sea a cambio de que el Consorcio del Palau de la Música, del que es miembro el Ministerio de Cultura, haya decidido no ejercer la acusación contra la antigua Convergència (CDC). “Niego rotundamente esta hipótesis”, remarcó de forma tajante Xuclà en los pasillos del Congreso. El Ministerio de Cultura también negó ese acuerdo y aseguró que en el orden del día de la reunión del Consorcio no constaba “ningún punto sobre votaciones para un posible cambio en la acusación”.

La polémica decisión ha provocado otra fisura entre los socios del Gobierno catalán. Esquerra pidió el lunes en vano una rectificación. El Consejo Ejecutivo debatió ayer el asunto y acordó “por unanimidad” mantener el criterio del secretario general de Cultura, Pau Villòria, que tenía los votos delegados de Carles Puigdemont y del consejero de Cultura, Santi Vila en la reunión del Consorcio. La portavoz del Ejecutivo, Neus Munté, no negó las diferencias pero apuntó que podrá acusarse a la antigua Convergència una vez haya fallo.

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Lo cierto es que las acusaciones solo pueden concretarse antes de la sentencia. Y, en concreto, en el trámite de conclusiones definitivas, previsto para hoy. El Ayuntamiento quiere retrasarlo y se acoge a las críticas de ERC para alegar que en la Generalitat hay división de opiniones y que es necesaria otra reunión del Consorcio del Palau.

El Consistorio la convocó ayer mismo pero es materialmente imposible que pueda celebrarse. Por eso, pidió al gerente del Consorcio que pida al abogado del órgano aplazar las conclusiones. “Somos conscientes de que no está garantizado que lo pida ni que el tribunal lo conceda”, admitió el edil de Barcelona Jaume Asens. El concejal recordó que, si la víctima del delito (el Palau) no acusa a CDC, en caso de condena no podrá reclamar que los 6,6 millones reviertan en la institución musical.

La CUP batallará hoy en el Parlament y pedirá a la Mesa que incluya en el orden del día una propuesta de resolución para que la Cámara pida a Puigdemont que cambie de criterio y para que se pida el aplazamiento de la vista. Si la Mesa lo rechaza, lo planteará justo al inicio de la sesión aplicando la misma fórmula utilizada en resoluciones de carácter independentista. “No hay mayoría que avale la vergüenza del papel de la Generalitat amparando la corrupción de CDC”, alegó Benet Salellas (CUP).

Para ese trámite se necesitan dos grupos y Joan Coscubiela, de Catalunya Sí que es Pot, que presentó su propia propuesta, está dispuesto a sumarse para que se debata. ERC, incómoda ante la situación, espera que el plan de la CUP finalmente prospere.

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