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TEATRO

Otro sueño de verano

‘Aperitivos shakesperianos’ llenan el Teatro de la Abadía de seres mágicos, cambios de identidad y pasiones

Representación de ‘Aperitivos shakesperianos’ en los jardines del Teatro de la Abadía.
Representación de ‘Aperitivos shakesperianos’ en los jardines del Teatro de la Abadía. Kike Para

“Esto es como si Michel Foucault se encuentra en un bar con Puck, van al baño y mantienen relaciones sexuales con Calibán”, dice el director británico Dan Jemmett. Este encuentro entre el filósofo francés y dos de los personajes más carismáticos y transgresores de Shakespeare es una forma gamberra para definir el espectáculo perfomático-teatral, bautizado como Aperitivos shakesperianos, que tiene lugar en los jardines exteriores del Teatro de La Abadía durante los días que dure el segundo ciclo del Teatro de la Ciudad.

En el ciclo se ven obras basadas en el bardo inglés reformateadas por Andrés Lima (con el montaje Sueño, basado en El sueño de una noche de verano, del 10 de mayo al 18 de junio) y Alfredo Sanzol, con La Ternura, hasta el 4 de junio. Este último basado en todo tipo de personajes shakesperianos: “Reyes frágiles y reinas soñadoras, leñadores miedosos y pastoras tempestuosas, seres mágicos, cambios de identidad, pasiones desatadas, odios irracionales, deseos incendiarios...”.

“Estamos pensando en temas como la transformación y la transgresión”, dice Jemmett. El espectáculo, media hora antes de cada función y abierto a los que vayan a entrar en las salas, pero también a cualquier curioso que se acerque al teatro (es gratis), recae sobre los hombros del actor Jesús Barranco que ofrece un menú de 11 pequeñas piezas entre las que los consumidores podrán elegir al gusto, algo así como teatro a la carta. “Se puede pedir que el actor cante una canción, que eche una bronca monumental o que haga un favor sexual”, dice Jemmett. El show, que hace de enlace de los espectáculos teatrales de Sanzol y Lima, parte del Manifiesto contrasexual de Paul B. Preciado (el filósofo anteriormente conocido como Beatriz Preciado). Todo lo que ahí ocurra dependerá de hasta dónde estén dispuestos a llegar los espectadores.

El Teatro de la Ciudad, Premio Max 2016 a la Mejor Producción Privada de Artes Escénicas, es un proyecto de creación e investigación teatral que, en 2015, reunió a Sanzol, Lima y Miguel del Arco, con el objetivo de realizar una inmersión en la tragedia grecolatina (los resultados fueron sus particulares versiones de Antígona, Medea y Edipo Rey). Ahora, y sin Del Arco, es el momento de dedicarse a la comedia shakesperiana. “Comedia y tragedia son las dos caras de la moneda que forman el teatro occidental”, explica Sanzol, “pensamos que Shakespeare es un buen lugar donde empezar porque es un punto de inflexión en la comedia, porque recoge la tradición grecorromana y medieval y sienta las bases de la comedia moderna tal y como ahora la conocemos”. Como recuerda el director, comedia es igual a tragedia más tiempo, “pero siempre que no se pierda de vista el dolor de los personajes. Si la comedia pierde de vista el dolor se frivoliza, se deshumaniza”.

En su Sueño, Lima aboga lo transgénero, se mezcla la autobiografía del director con lo shakesperiano, los ungüentos mágicos isabelinos se convierten en gin-tonics y los géneros teatrales también se quiebran: “Es una comedia muy trágica, donde se intercalan momentos muy dolorosos con absurdos hilarantes, como en la propia vida”, concluye el director.

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