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Barnaclínic atendió pacientes privados en horario público

La Sindicatura advierte que el brazo privado del Clínic no tiene amparo legal y utiliza espacios del hospital público en contra de la Ley de Patrimonio

Jessica Mouzo
Pegada de carteles en la fachada del Hospital Clínic tras una manifestación en favor de la sanidad pública
Pegada de carteles en la fachada del Hospital Clínic tras una manifestación en favor de la sanidad públicaMassimiliano Minocri

Barnaclínic, el controvertido brazo privado del hospital Clínic de Barcelona, no tiene amparo legal. Tras 25 años funcionando bajo el paraguas del centro público, la Sindicatura de Cuentas ha constatado ahora que ninguna ley ni marco jurídico vigente da cabida a esta clínica privada, que emplea espacios, recursos y profesionales del hospital público para atender pacientes de pago. Además, el ente fiscalizador ha demostrado que en 2012, año fiscalizado, Barnaclínic visitó y operó pacientes privados en horario público, es decir, que ocupó quirófanos y consultas del Clínic durante la jornada laboral del servicio público. Este demoledor informe de la Sindicatura es el que ha precipitado la decisión del Departamento de Salud de disolver Barnaclínic y convertirlo en un nuevo ente dentro de la ley. 

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La clínica privada siempre ha estado en tela de juicio por las suspicacias que ha levantado entre sanitarios y actores sociales su actividad dentro del centro público. Sus opositores denuncian el riesgo de la doble puerta de entrada —un paciente entra por la pública y acaba siendo atendido en la clínica privada previo pago del servicio—. Y también el agravio hacia los enfermos públicos, pues Barnaclínic ocupa espacios y personal pagados con dinero público para atender pacientes privados, también durante el horario en que estos recursos deberían destinarse solo a usuarios públicos.

Según explicó Barnaclínic a la Sindicatura, la clínica privada “efectúa las intervenciones, consultas externas y pruebas complementarias en horario de tarde, una vez finalizada la jornada laboral del servicio público”. Solo en caso de urgencias realizan actividad privada por la mañana, recoge el informe. Sin embargo, la investigación de la Sindicatura revela que el 7,4% de las intervenciones realizadas en 2012 por la clínica privada “se hicieron total o parcialmente en horario de atención a los pacientes públicos”. El 17,1% de las consultas externas de Barnaclínic también se efectuaron dentro de la jornada laboral pública de los médicos en el Clínic.

La investigación dictamina que con las pruebas diagnósticas, los pacientes públicos y privados también se solaparon. Según la Sindicatura, dos terceras partes de las pruebas son procedimientos que el Clínic efectúa a pacientes públicos durante todo el día, así que “forzosamente hay coincidencia horaria entre las realizadas a pacientes públicos y pacientes de Barnaclínic”. En concreto, en pruebas de resonancia magnética, el agravio comparativo del que hablaban los detractores de la clínica privada, se cristaliza. “En resonancias, que representan el 12,7% de las pruebas facturadas en 2012 por el Clínic a Barnaclínic, hay lista de espera en el servicio público. En este caso, el Clínic realiza la prueba al paciente de Barnaclínic cuando la solicita y al paciente público que la tenía programada, se le reprograma para el siguiente fin de semana disponible, aunque la fecha de visita con el especialista que solicitó la prueba no se retrasa”, dice el informe.

Puertas de acceso confusas

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La separación en las puertas de entrada es otro elemento que también se difumina, según la Sindicatura. De una muestra de 34 pacientes, el 44% había tenido, a la vez, intervenciones, visitas, pruebas o tratamientos en el Clínic a cargo del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) durante los tres meses anteriores o posteriores a ser atendidos por Barnaclínic. De hecho, el ente fiscalizador reporta el caso de dos pacientes operados en el Clínic de una prótesis antes de 2012 que, debido a los problemas que les causó el aparato ortopédico, tuvieron que volver a intervenirse. Sin embargo, esta vez, el cambio de las prótesis y el seguimiento de los pacientes se hizo en Barnaclínic.

Aliento a la patronal

El informe de la Sindicatura también apoya la argumentación de la patronal de los centros privados, ACES, que denunció a Barnaclínic por competencia desleal, al entender que la clínica privada se beneficiaba, no solo de los recursos públicos del Clínic, sino también de su prestigio. Aunque un juez dio la razón en primera instancia a Barnaclínic y desestimó el recurso presentado por la patronal, la Sindicatura ahonda ahora en un punto crucial para la acusación de ACES: el ente fiscalizador niega que Barnaclínic sea un medio propio del Clínic, precisamente el argumento que esgrimió el juez para justificar la ausencia de competencia desleal.

La Sindicatura, en cambio, descarta que Barnaclínic sea un medio propio del Clínic porque entiende que "para que una sociedad sea considerada medio propio de un ente ha de reunir unos requisitos, como realizar la parte esencial de su actividad para este ente y que la totalidad de su capital sea público", entre otros criterios.

"ACES se ve legitimada ante la opinión pública y la Generalitat para pedir que no se vuelvan a producir irregularidades como las que ha quedado patentes en este informe y que habían sido denunciadas repetidamente por ACES", indicó ayer la patronal. Asimismo, la organización empresarial pidió que se cierre Barnaclínic.

El baile de trabajadores entre Barnaclínic y el Clínic también queda patente en el informe de la Sindicatura. De 556 facultativos que tenía en 2012 el hospital público, 524 percibieron honorarios por actos médicos realizados en Barnaclínic. Para poder realizar actividad en el centro público y en la clínica privada, los sanitarios deberían solicitar el documento de compatibilidad que exige la ley. Sin embargo, el ente fiscalizador "no ha tenido constancia" de que ninguna de las personas del Clínic que realizaba tareas en Barnaclínic tuviese reconocida esa compatibilidad.

La Sindicatura también constata que Barnaclínic contraviene la ley de patrimonio. La clínica privada, sostiene el informe, utiliza espacios del hospital público, un complejo de edificios que tienen consideración de dominio público y, según la ley de patrimonio, estas infraestructuras "han de estar adscritas al uso general o al servicio público sin más excepciones que las derivadas de razones de interés público".

Aunque el Clínic ya ha resuelto muchas de las anomalías detectadas por la Sindicatura en el ejercicio de 2012 —se han puesto al día con las solicitudes de compatibilidad y ha aumentado los controles para diferenciar las puertas de entrada y los horarios de atención, por ejemplo—, los resultados del informe han puesto contra las cuerdas la continuidad de Barnaclínic tal y como se conoce. De hecho, a raíz de esta investigación de la Sindicatura, el consejeró de Salud, Toni Comín precipitó la semana pasada la decisión de disolver Barnaclínic como empresa privada. Salud estudia ahora una nueva fórmula jurídica para que sea “compatible” con el marco legal y el Clínic sopesa ubicar el centro fuera de las instalaciones del hospital público.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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