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Falleras mayores: embajadoras de la fiesta ante el mundo

El reinado singular de Raquel Alario y Clara Parejo en el año 2017

Las falleras mayores de Valencia Raquel Alario y Clara María Parejo, en los jardines de Monforte de Valencia.
Las falleras mayores de Valencia Raquel Alario y Clara María Parejo, en los jardines de Monforte de Valencia.JOSÉ JORDÁN
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Raquel Alario y Clara Parejo son dos falleras mayores de Valencia en un reinado singular. Son las embajadoras de la fiesta ante el mundo. Las Fallas Patrimonio de la Humanidad. Raquel, de 24 años, trata de combinar su máster en Ingeniería Industrial con el ejercicio de Fallera Mayor 2017. Clara, de 11 años, estudia sexto de Primaria y está encantada de explicar las Fallas a los extranjeros: “Les dices que es una fiesta que celebran los valencianos durante todo el año, especialmente el mes de marzo, y que tiramos petardos, hacemos la ofrenda. Lo de quemar los monumentos es lo más difícil porque les suele parecer una burrada”.

Raquel comenta las palabras de Clara: “Empiezas explicándoles que las Fallas son las fiestas más importantes de Valencia, luego les cuentas un poco del origen del traje que llevas y lo que representa. Que plantamos unos monumentos que se queman el 19 de marzo y esto no lo entienden demasiado bien, porque para ellos es quemar dinero. También les hablas de que hay mucha gente involucrada en la fiesta, que genera muchos puestos de trabajo, que se pasan todo el año trabajando y que todo ese esfuerzo sale a la calle durante una semana”.

Las primeras Fallas Patrimonio de la Humanidad están siendo diferentes a las de otras ediciones. Raquel Alario ha tenido que asumir el papel protagonista que le corresponde dentro de la fiesta en la Comunidad Valenciana, pero, además, ha sido la cara visible de las Fallas en el extranjero. Primero Lancaster, en el Reino Unido, y luego Bruselas. “Tuvimos la oportunidad de comprobar si las Fallas eran conocidas fuera de nuestro ámbito y la verdad es que la experiencia fue muy buena. Aunque hay mucha gente que no las conoce, poco a poco hemos ido haciendo la labor de dar a conocerlas”, destaca Alario. Aunque el esfuerzo, asegura, tiene que centrarse en vender una fiesta con un marcado carácter cultural —“que no se queden en cuatro días de fiesta”— y apuesta por realzar identidad y tradición.

Clara Parejo, que no ha acompañado a la Fallera Mayor en los viajes, también tiene una agenda apretada difícil de compatibilizar con las clases. “Los compañeros me dicen: ‘te vi el otro día por la calle y por la televisión’, pero se ponen contentos, aunque como falto a clase, cuando voy aprovecho para hacer más trabajos”, comenta.

La crida es el acto que más esfuerzo les ha supuesto y también es, junto con la exaltación, el que más han disfrutado. “Me la aprendí de memoria en una noche. Lo malo es la presión”, comenta Clara. Otra de las novedades de estas Fallas está siendo el papel de las mujeres en actos como la exaltación, con una mantenedora como Susana Gisbert, portavoz de la Fiscalía Provincial de Valencia y fiscal especializada en violencia de género.

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Raquel explica que las mujeres son una parte fundamental en la fiesta grande de Valencia pero “este año se está visualizando y yo creo que uno de los objetivos es quitar la imagen de mujer florero, por decirlo de alguna manera, y que la gente sepa que hay presidentas de fallas, de agrupaciones, que todos por igual podemos hacer el mismo trabajo en el mundo de las Fallas y que esto es lo que se trata de mostrar”.

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