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Airbnb pide a sus usuarios a que presionen al Ayuntamiento y la Generalitat

El portal invita a escribir a los políticos para que no profesionalicen el alquiler de habitaciones

Clara Blanchar
La aplicación Airbnb.
La aplicación Airbnb.Andrew Harrer (Bloomberg)

Son varios ya los encontronazos entre Airbnb, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, las dos únicas administraciones del mundo que han multado a la web de alquileres turísticos por anunciar pisos sin licencia. Pero ayer la guerra se recrudeció. La empresa californiana realizó un envío masivo a todos los anunciantes de Cataluña que ofrecen una vivienda y también a todos los catalanes que se han alojado utilizando Airbnb: les invitan a escribir para presionar a políticos de las dos administraciones pidiéndoles que no profesionalicen el alquiler de habitaciones.

“El home sharing ayuda a miles de familias de Cataluña a llegar a fin de mes y a permanecer en su casa y su barrio”, alerta el portal a sus usuarios. Airbnb considera que profesionalizar el alquiler de habitaciones sería un ataque a los anfitriones que ofrecen sus viviendas en su página para complementar sus ingresos. El portal también critica abiertamente a los hoteleros por "intentar parar el home sharing e impulsar leyes perjudiciales para los ciudadanos".

La empresa invita a escribir a políticos entre los que figuran la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y otros ocho altos cargos, sumando concejales del ayuntamiento y consejeros y miembros de la cúpula de las áreas vinculadas al turismo y el urbanismo de las dos administraciones. El secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat respondió que el gobierno no se opone a que los particulares alquilen habitaciones, pero que quieren que se haga "con garantías de legalidad y calidad para los usuarios, para lo que es preciso un registro y control". "Pedimos a Airbnb que deje de confundir y se ponga del lado de la legalidad y la oferta de calidad", zanjó.

Airbnb defendió a través de un comunicado que los anfitriones se quedan el 97% de lo que ingresan cuando anuncian sus pisos y que “la normativa [si les obliga a profesionalizarse] tendría un impacto profundo en sus vidas”. Con el mesurado lenguaje que caracteriza sus comunicados, la empresa asegura que está negociando con las dos administraciones, y que “han avanzado y se han encontrado elementos comunes”, aunque considera “que las voces de las personas que comparten sus hogares merecen ser escuchadas”. Hasta ahora, en España solo había invitado a escribir a las autoridades en Valencia.

La invitación que han recibido miles de anfitriones y clientes recuerda que el año pasado 1,6 millones de viajeros visitaron Cataluña alojándose en "casas de personas que comparten su hogar": sea alquilándolas enteras o por habitaciones. "Pero "el home sharing está en riesgo en Cataluña", asegura, y recuerda que el Ayuntamiento de Barcelona acaba de aprobar el plan de alojamientos turísticos (PEUAT), que no prevé la regulación de habitaciones –aunque el ejecutivo de Colau estudia cómo hacerlo--, y que la Generalitat plantea "introducir medidas restrictivas para personas que quieren compartir su hogar". "Si se aprueba el proyecto", dice la carta de invitación, "el home sharing será considerado una actividad profesional", y asegura que "la comunidad de Airbnb" es partidaria de una regulación "pero justa y proporcionada".

Airbnb entiende que las administraciones catalanas "fomentan un modelo turístico que beneficia a las grandes corporaciones ante los ciudadanos" y lamenta la campaña "de desinformación del Ayuntamiento que incita a los vecinos a denunciarse entre ellos".

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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