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Los manteros se manifiestan contra la condena a un vendedor que agredió a un urbano

Doscientas personas marchan por la Rambla criticando la sentencia, de cinco años de cárcel, impuesta a Sidil Moctar

Alfonso L. Congostrina
Los manifestantes cortaron la circulación varios minutos
Los manifestantes cortaron la circulación varios minutosAlfonso L. Congostrina

Más de 200 vendedores ambulantes ilegales se manifestaron ayer por el centro de Barcelona en contra de la sentencia que condena a un mantero a cinco años de prisión por abrir con una rama la cabeza de un agente de la Guardia Urbana de Barcelona.

El incidente tuvo lugar el pasado 17 de mayo durante una trifulca entre agentes de la policía municipal y vendedores ambulantes en el barrio de la Barceloneta. Durante el enfrentamiento, el mantero, Sidil Moctar, cogió del suelo una rama y propinó un golpe a un agente en la cabeza. El policía necesitó asistencia médica y tuvieron que coserle cuatro puntos de sutura. Poco después, fue arrestado e ingresó en prisión.

La agresión también desató una crisis de confianza entre los agentes y el gobierno Colau después de que el teniente de alcalde , Jaume Asens, llamara a la letrada del urbano insinuando que no le parecía lo más correcto solicitar la prisión provisional para el mantero. Pese a los consejos de Asens, Moctar ingresó en prisión y se convirtió en una especie de símbolo para el colectivo de vendedores ambulantes. Un símbolo que se perpetúa después de la condena de cinco años impuesta al mantero esta semana.

Ayer, los compañeros de Moctar y otras entidades afines a los vendedores ambulantes , como los iaioflautas, Tras la Manta o el Sindicato Mantero, se manifestaron por la Rambla hasta el Ayuntamiento de Barcelona protestando por lo que consideran una sentencia injusta. Uno de los portavoces del sindicato, Aziz Faye, calificó la sentencia de “racista” y condenó las actitudes de políticos, jueces y policías contra el colectivo de vendedores.

Los marchantes desfilaron tras pancartas que rezaban: No más cárcel por ser pobre y negro que defiende su dignidad, despenalización del top manta o el ya clásico: Sobrevivir no es delito. La manifestación transcurrió sin que hubiera que lamentar incidentes.

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