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El Ingenio cumple una promesa previa al 6-1: Piqué y Sergi Roberto tendrán su cabezudo

El icónico negocio centenario diseñará las figuras de los jugadores después de haberlo prometido en las redes sociales antes de la remontada histórica

Alfonso L. Congostrina
El artesano junto a los cabezudos de La Grossa y Donald Trump
El artesano junto a los cabezudos de La Grossa y Donald TrumpJoan Sánchez

Los jugadores del FC Barcelona, Gerard Piqué y Sergi Roberto, tendrán un cabezudo construido en el emblemático establecimiento barcelonés: El Ingenio. La idea fue muy poco meditada pero surge de una especie de promesa realizada desde la cuenta de Twitter del negocio. Ayer, miércoles, por la tarde el perfil del establecimiento publicaba un tuit dirigido a Gerard Piqué. En él, anunciaban que esta semana han puesto en marcha un proyecto de micromecenazgo y lanzaban un órdago: “Si remontamos y en 24 horas conseguimos 5.000 euros te hacemos un cabezudo (Piqué)”.

“Las promesas se cumplen y, en esta ocasión, con mucho gusto”, aseguraba esta mañana Pau Martínez gerente del Ingenio. “No hemos alcanzado todavía los 5.000 euros pero el Barça ha ganado porque el Ingenio ha lanzado esta promesa. No ganamos la lotería pero tenemos mágia para hacer este tipo de cosas. Cumpliremos, vamos a hacerle un cabezudo a Piqué y, otro, a Sergi Roberto que es el que puso la guinda a la remontada”, remarca.

El Ingenio es un establecimiento que lleva abierto ininterrumpidamente desde 1838 y que no siempre ha pasado por bonanza económica. Siempre se ha dedicado a vender y diseñar gigantes, cabezudos, máscaras, escenografías artículos de circo y productos de broma, juego y diversión.

A mediados de 2016, los propietarios estaban a punto de echar el cierre al negocio por jubilación. La persiana casi baja para siempre pero, los responsables de otro establecimiento centenario de la ciudad, el rey de la Magia se hicieron cargo de él. A principios de agosto “entramos en la tienda, estaba totalmente vacía”. “Con el Rey de la Magia sabemos lo que es tener problemas de financiación. Nosotros construimos el único teatro de Europa destinado en exclusiva a la magia –Teatro Museo El Rey de la Magia- justo cuando estalló la crisis. No nos habíamos recuperado y nos hemos metido en el negocio de El Ingenio”, enumera Martínez.

El público que entra en la tienda está compuesto mayoritariamente por turistas que “ven mucho y compran poco y el cliente barcelonés todavía no acaba de enterarse que El Ingenio ya no cierra”. La campaña de Navidad no fue la esperada y el taller donde fabrican los gigantes y cabezudos necesitan unas pequeñas reformas.

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El pasado lunes el Ingenio lanzó una campaña de micromecenazgo en la plataforma Verkami con la que pretende recaudar 15.000 euros en 40 días. “Nuestro objetivo es recuperar un patrimonio que es de todos los barceloneses. Queremos dinamizar el taller, recuperar moldes y diseñar nuevos”, enumera el gerente.

Todos los mecenas recibirán una recompensa pero entre ellas hay una muy especial. Si alguien aporta 11.500 euros recibirá una carpeta con “dos poemas de Joan Brossa y tres aguafuertes de Antoni Tàpies”. La historia de este regalo también está cargada de magia. En la década de los 80 el mago Josep Maria Martínez, padre de Pau, se predispuso a adquirir la tienda del Rey de la Magia. “Mi padre era muy amigo de Joan Brossa y el escritor comenzó a buscar mecenas para que mi padre adquiriera el negocio. Consiguió 600.000 pesetas. Además, diseñó esta carpeta con Tapies para si alguna vez se necesitaba dinero poder venderla. Ese momento ha llegado”, ha remarca el gerente del Ingenio.

El local del Ingenio es un lugar cargado de magia. El despacho de Martínez parece ambientado en los años 20. “Ahora hay sabia nueva, el artesano Agustí Sevillano se jubiló y ahora el jovencísimo Juanma Avilés ha tomado las riendas”, destaca. Avilés esta mañana mimaba el cabezudo de la Grossa mientras lo reparaba. En una parte del local acababa de secarse una de las últimas piezas: Un cabezudo del mismísimo Donald Trump. “Es un encargo de una empresa de eventos”, asegura. “Estoy convencido que pronto nos pedirán encargos del otro lado del Atlántico”, resalta. Pau recuerda cual fue el primer encargo que les hicieron al entrar al negocio. La sección de teatro Sotacabina de los Lluïsos de Gràcia les pidió una mano de mono hecha de cartón piedra para la obra: La mà de mico.

Desde entonces la magia sigue en el Ingenio y el trabajo comienza a acumularse: “No hemos llegado a los 5.000 euros de Verkami pero pronto tendremos los cabezudos de Piqué y Roberto”.

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