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Uralita pagará a un empleado con cáncer por exposición al amianto

El Juez desestima un recurso de la empresa y la obliga a indemnizar al trabajador con 342.142 euros por daños derivados de una enfermedad profesional

Jessica Mouzo
La antigua fábrica de Uralita en Cerdanyola del Vallès.
La antigua fábrica de Uralita en Cerdanyola del Vallès.Joan Sánchez

La empresa Uralita tendrá que indemnizar con 342.142 euros a un ex trabajador que sufrió un cáncer de pulmón por exposición al amianto. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha desestimado el recurso que interpuso la empresa y ha reafirmado el fallo de un Juzgado de lo Social que condenó en 2015 a la empresa por daños derivados de una enfermedad profesional, por incumplimento de sus obligaciones en materia de seguridad y salud.

El amianto se empleó durante el siglo XX como material de construcción. Y aunque ya se conocían sus efectos nocivos desde los años 40 —puede provocar asbestosis (el pulmón se aprisiona y genera insuficiencias respiratorias), cáncer de pleura y de pulmón—, en España no se prohibió su uso hasta el 2002. Uralita tenía algunas de las mayores fábricas de amianto.

En su recurso, la empresa alegó que la normativa de seguridad vigente en los años que trabajó el empleado —entre 1969 y 1992— no le exigía el cumplimiento de normas de seguridad distintas a las aplicadas en su centro de trabajo, por lo que no existe relación de causalidad entre la enfermedad y aquel supuesto incumplimiento.

Sin embargo, en la desestimación del recurso, el juez invoca a una sentencia del Tribunal Supremo (TS) cuya víctima tenía características similares a las de este demandante. “Aunque en un determinado momento no existieran normas específicas en relación con el amianto, el empresario no estaba exonerado de dar cumplimiento a las reglas generales en la materia, cuando resulta que el trabajo con amianto ya estaba catalogado como actividad peligrosa que podía generar enfermedad profesional”, apunta. 

En esa misma línea, y citando la sentencia del TS, el juez también señala que "el empresario no cumplió todas las exigencias legales de higiene y seguridad en el trabajo, determinando su omisiva conducta un aumento del riesgo propio del trabajo desempeñado por el trabajador damnificado". Así, concluye que "los incumplimientos [en materia de seguridad y de salud] supusieron un notable y significativo incremento del riesgo para la salud del trabajador".

Víctimas no reconocidas

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El amianto ha dejado cientos de miles de víctimas, la mayoría no reconocidas, entre otras cosas porque el período de latencia de las enfermedades vinculadas a la exposición de este material puede ser de 40 años. Además, aparte de los trabajadores que estaban en contacto directo con el amianto, existe una bolsa de víctimas pasivas: familiares que inhalaron las fibras impregnadas en la ropa de trabajo o vecinos que vivían cerca de las fábricas. Según la UE, de aquí a 2030, medio millón de personas morirán en Europa de cáncer por la exposición al amianto.

El Colectiu Ronda, el despacho de abogados que llevó el caso de este trabajador, lleva más de 40 años litigando contra empresas que no cumplieron las normativas de protección de la salud. Según el Departamento de Salud, los ingresos hospitalarios por asbestosis se han disparado un 83% en 10 años (en 2015 se registraron 361 hospitalizaciones de 245 pacientes).

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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