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Las deudas acaban con la patronal valenciana

El presidente de Cierval ha señalado que los empresarios no están dando un buen ejemplo a la sociedad

El presidente de la patronal valenciana, Cierval, José Vicente González, en el centro durante la asamblea.
El presidente de la patronal valenciana, Cierval, José Vicente González, en el centro durante la asamblea.EFE

Es la crónica de una muerte anunciada. Las deudas se han llevado por delante a la patronal autonómica. La Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval) ha claudicado, y, esta mañana ha decidido, por unanimidad, solicitar el concurso de acreedores. "Un taburete que tiene tres patas no se puede sostener si dos están rotas, y es el caso, por tanto, no había ninguna viabilidad económica", ha señalado a este diario el presidente de Cierval, José Vicente González, que ha expresado su malestar con la situación tras seis años al frente de la institución empresarial.

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Las deudas que acumula la organización, que ascienden a más de un millón y medio de euros, pertenecen, su mayor parte, a la patronal alicantina, Coepa, y la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC). Estas dos organizaciones provinciales, inmersas en procesos judiciales, crearon Cierval junto a la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), la única solvente. El problema más grave afecta a la organización castellonense, donde su excúpula, investigada por presunta corrupción, se mantuvo en el poder hasta hace unos meses.

La CEV modificará su ámbito de representación. Su máximo dirigente, Salvador Navarro, anunció hace unas semanas, que la organización, -provincial desde su constitución-, pasará a tener ámbito autonómico tras la reforma estatutaria, que se aprobará el próximo día 3 de marzo.

El pasado mes de diciembre la patronal autonómica presentó preconcurso de acreedores, con el objetivo de disponer de tiempo para elaborar un plan de viabilidad que permitiera adoptar las medidas necesarias para evitar un cierre que no ha sido posible. "No hemos ni estamos dando un buen ejemplo a la sociedad valenciana con nuestra incapacidad para resolver la situación", ha señalado González, que ha defendido la "imprescindible" necesidad de que sea una sola voz y no tres la que represente a los empresarios ante los sindicatos y la Administración.

En 1999 se aprobaron los estatutos de Cierval. A finales del pasado año, el líder de la organización señaló que estaban caducos. "Están hechos para tiempos distintos, no sirven en la actualidad. ¿Alguien puede entender que la organización que representa a las empresas de la Comunidad Valenciana haga las cosas de forma distinta de las empresas a las que representa? ¿Alguien puede entender que se sigan haciendo las cosas iguales que hace veinte años? Precisamente, lo que tendría que ser Cierval es una guía para sus empresas, no todo lo contrario", ha confirmado hoy González, que también es vicepresidente de CEOE.

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